Inflación y caída de demanda, las marcas del actual consumo

Una comparación de folletos de ofertas de supermercado de 2007 y, los mismos productos, en 2023 marca que hay subas de hasta 41.700%.

La consultora Focus Market elaboró un trabajo que transparenta el impacto de la inflación que repercute año tras año en los precios de los productos esenciales de la canasta familiar. Usó como base folletos de ofertas de supermercado de 2007 y, los mismos productos, en 2023. Hay subas de hasta 41.700%.

Desde el año 2007 a la fecha el gobierno nacional perdió dos capitales de gestión que fueron baluarte de la primera gestión de Néstor Kirchner -dice el director de la consultora, Damián Di Pace- como eran el superávit fiscal y el comercial. “A partir de ese año ese patrimonio que mantenían en pie las cuentas, con una inflación de un dígito, mercado cambiario estable y economía en crecimiento sostenido comenzó a perderse. Han pasado ya 16 años de aquel tiempo y no se ha podido revertir el deterioro de nuestra economía en forma constante a lo largo del acumulado de todo el período», añade.

En 2007 un kilo de bife angosto, uno de cuadril de novillito y uno de carne picada, tenían un precio de $7,99, $8,99 y $2,99, respectivamente. Este año, en mayo, el kilo de esos mismos cortes de carne, comprados en el mismo lugar, tienen un precio de $1.820 (aumento del 22.678% ), $1.800 (suba del 19.922%) y $1.250 (incremento del 41.706%), respectivamente.

También incluyen en el trabajo productos de la canasta básica como un litro de leche, un kilo de yerba y un kilo de pan, que tenían un precio en 2007 de $1,61, $4,35 y $2,49, mientras que en 2023 estos mismos productos cuestan $340 (+21018%), $909 (+20797%) y $720 (+28816%), respectivamente.

«El gobierno lanza una serie de medidas para permitir las importaciones a arancel cero desde el Mercado Central de la República Argentina a los efectos de generar competencia interna en lo que supone mercados concentrados y a su vez, subsidia aún más la tasa de interés del programa Ahora 12 disminuyéndola 9% -señala Di Pace-. Sin embargo, no toma medidas compatibles con un déficit fiscal y emisión monetaria que está generando una pérdida de confianza en nuestra moneda más allá de la suba de la tasa de interés de la política monetaria. Parecería ser que los causales macro del fenómeno monetario y fiscal no estuvieron presente como abordaje de primer grado para solucionar el problema de fondo o al menos contenerlo en los próximos meses».

Otros productos comparados fueron: cuadrada de novillito por kilo, alza de 23.259%, calamar entero por 100 gramos, suba de 34.383%; fiambre de cerdo por 100 gramos, incremento de 12.479%; kilo de papa, +23.016%; kilo de zanahoria, +22.977%; kilo de manzana 28.012%; y queso cremoso de primera marca por 100 gramos, 13.974%.

El economista describe que la Argentina ya no sólo no cuenta con un superávit gemelo como contaba en 2007, sino que tiene un déficit de cuatrillizos: fiscal, comercial, de reservas y de ingresos con caída real de la recaudación tributaria.

“El gobierno apela a formalizar el ajuste a través del sector privado vía eliminación de subsidios de tarifas de servicios públicos y transporte e intento de incrementar ingresos a través de planes de moratorias para las Pymes y más recaudación de IVA y Ganancias a través de las grandes empresas -sostiene-. Sin embargo, no hay en vista una mejora en el gasto público que venga de las cuentas nacionales y provinciales que son deficitarias para este nivel de ingresos actual. Los desvíos de los números macro impactan con mayor inflación en los números de los bolsillos de los ciudadanos en la micro con más inflación».

Estos datos se combinan con una baja de consumo. De acuerdo a Focus Market vía Scanntech (lector de código en 670 puntos de venta de todo el país) en abril retrocedió 16,6%, acelerándose la caída en la primer semana del actual mayo. La información surge de procesar 9,5 millones de tickets mes.

Para la primera semana de mayo la caída es de 21,6%. El acumulado del año, deja una contracción del 8,2% en consumo; similar tendencia registran las áreas metropolitana e interior. La baja del 21,6% es en supermercados de hasta 500 metros cuadrados. Sin embargo la situación de cadenas regionales es aún peor, con bajas de hasta 27,2%. La aceleración de precios en las categorías de consumo masivo se complementan con ausencias de productos por problemas de reposición en góndolas por falta de insumos o materias primas.