J.C. Maraddón
Entre fines de la década del ochenta y los comienzos de los noventa, se empezaba a caldear el panorama de la música latina que poco después iba a irrumpir con fuerza en el mercado internacional, hasta convertirse en un fenómeno que se sostiene hasta el día de hoy. Mientras desde Santo Domingo se descolgaba el talentoso Juan Luis Guerra con su orquesta 440 y una sofisticación de la bachata que iba ser consagratoria para ese estilo, en Panamá afloraba un cóctel de ritmos tropicales que privilegiaba una variante del reggae, llamada dancehall, de la que se iba a desprender el reguetón como bomba bailable.
El encargado de expandir esa mixtura panameña fue un artista llamado El General, que en 1989 debutó con el single “Tu pum pum”, en el que aplicaba los consejos que le había dado en la discográfica, acerca de interpretar letras de doble sentido sobre una rítmica contagiosa. Un estribillo ganchero y un rapeo tomado del freestyling jamaiquino fueron la respuesta de este por entonces joven artista de 19 años ante la demanda de los productores, que dispusieron por debajo de su voz una percusión sensual muy acorde con lo que por entonces empezaba a sonar en las discotecas.
De inmediato, a El General le llegó la propuesta de grabar su primer álbum, que se publicó en 1990 y que, además de aquel hit inicial, incluía otra canción elaborada bajo la misma fórmula que iba a confirmar el éxito global de este solista centroamericano. “Te ves buena”, la pieza en cuestión, superó a “Tu pum pum” en cuanto al suceso en todo el mundo y fue su carta de presentación en la Argentina, aunque por aquí trascendió en una versión que registró un grupo llamado Clericó con Cola (donde asomó Marixa Balli), cuya adaptación llegó a vender 30 mil copias en apenas una semana.
En 1991, El General volvió a refrendar su popularidad con “Muévelo, muévelo” y llegó a disfrutar de las mieles de la fama hasta bien avanzado ese decenio. Pero no tuvo la posibilidad de participar del encumbramiento del reguetón que él había contribuido a gestar: en 2004, a raíz de que el gobierno de Panamá le retiró su pasaporte diplomático, anunció que abandonaba su carrera de cantante; y apenas tres años más tarde proclamó su conversión cristiana y se unió a los Testigos de Jehová, transformación que lo llevó a renegar de aquel mensaje procaz que transmitían sus composiciones.
Más de treinta años después de que este músico se anticipara al furor planetario de la música en español, la argentina María Becerra ha subido a YouTube el video de su tema “Tu cura”, con el que se suma a la banda de sonido de la película “Rápidos y furiosos X” y, al mismo tiempo consolida su ascenso profesional con una incursión inédita en la industria estadounidense del entretenimiento. Además de exponer a la intérprete, el clip recopila escenas de este largometraje que es el más reciente eslabón de una saga que bate récords de espectadores.
En “Tu cura”, María Becerra ahonda en la vertiente reguetonera que descubrió El General y que está presente en muchos de los referentes del género urbano que dominan las preferencias del público juvenil. Pero sobre el final de la canción ella realiza una cita directa a “Tu pum pum” que, en tanto reivindica un antecedente que dio origen a una tendencia ya enraizada en el ámbito universal, inscribe a la cantante en un linaje musical menospreciado por las elites culturales al que, sin embargo, se apela cada vez que se hace necesario encontrar un disparador para que la gente se ponga a bailar.