Federico Jelic
¿Qué tienen en común Talleres e Instituto? Que ambos tienen orígenes ferroviarios, allá por el inicio del siglo XX, dando lugar al primer clásico cordobés. Y que fueron los dos primeros clubes en llegar a los torneos Metropolitanos de AFA, cuando la polémica ley 1309 les dio lugar por haber clasificado a cuartos de final en los viejos torneos nacionales. Hay coincidencias y diferencias en muchos puntos, y en la víspera de un nuevo derby, si hay algo que los distancia, entre otros aspectos no folklóricos, es su mirada y aceptación en esta nueva Asociación del Fútbol Argentino. Será por los modelos de gestión, los manejos personalistas o las figuras cambiantes entre las naturalezas de los clubes y el fútbol empresarial, cada entidad tiene sus metodologías, tanto en esa materia necesaria en los tiempos actuales llamada Relaciones Públicas, con éxitos comprobables, pero con mirada a AFA, está claro que Instituto tiene más llegada a la conducción actual del presidente Claudio Tapia. Y que Talleres propone otras alternativas más empresariales. Este domingo se vuelven a ver las caras en Primera División luego de 23 años, razón más que suficiente para analizar contextos de ese último duelo a la realidad actual. Sobre todo, desde lo político.
De quiebras, concursos y modelos de gestión
Y sí, cambiaron los tiempos. Luego de aquel clásico en Primera, con triunfo 2 a 0 de Instituto suspendido por una lluvia torrencial en el ex Chateau Carreras, pasó de todo. De hecho la “Gloria” descendió ese año y Talleres estuvo tres años más hasta caer a la B Nacional y pulular 12 años en las categorías menores. Ahora el torneo no es más de “Primera” sino de la “Liga Profesional”, pasando por la “Superliga” en tiempos de macrismo al poder.
Otra circunstancia que los define en estos años fue la quiebra de Talleres, proceso por el cuál en barrio Jardín atravesaron sus años más oscuros, con riesgos de quiebra y remate, para luego sanear la deuda y salir adelante. Pasaron dos gerenciamientos: Ateliers con Carlos Granero y la era del inefable Carlos Ahumada. Más un Fondo de Inversión compuesto por los notables, dos jueces (Carlos Tale y Saúl Silvestre) más el fideicomiso hasta la llegada de Andrés Fassi, luego de las primeras elecciones una vez recuperado el club por sus socios.
Instituto en esa etapa se mantuvo como tal, como una Asociación Civil sin fines de lucro, orgullo que portan los de Alta Córdoba a la hora de la chicana y las cargadas, con eso de que “somos un club y ustedes una empresa”, mote que también le cae a Belgrano.
El único momento de inestabilidad institucional llegó en 2015, con la renuncia del presidente Carlos Barrera, el interinato de Peralta, la asunción de Ricardo Morellato para aprobar el concurso preventivo ante una deuda de 45 millones de pesos, proceso aún en marcha a cargo con el contralor de la jueza Julieta Gamboa. Hoy el estado financiero goza de buena salud, con los pagos correspondientes y a tiempo con la Justicia, sin riesgo de quebranto, con obligaciones cumplidas.
¿Y con AFA? La gestión de Juan Manuel Cavagliatto con Tapia es más que armoniosa, al punto que la relación es casi entre pares. Los unen algunos contactos en el gremio de los camioneros y otros apuntes. En tanto, Talleres parece en discordia permanente, o mejor dicho, con diferencias dialécticas en todo concepto, en gestión y en liderazgos. Nunca el presidente albiazul Andrés Fassi tuvo sintonía con la actual conducción, al punto que siempre fue mirado de reojo en la casa madre del fútbol argentino, por temores a los avances en la instauración o propuesta de Sociedades Anónimas en los clubes, figura jurídica con la que no comulgan la mayoría de los dirigentes argentinos.
¿Estará Tapia en Alta Córdoba? Fueron desmentidas dichas versiones, teniendo en cuenta el idilio entre Instituto y e l titular de AFA, algún eventual fallo arbitral en favor del local podría levantar muchas suspicacias. Y más sobre todo luego de que los de barrio Jardín se vieran perjudicados en los últimos tres partidos con penales dudosos, expulsiones polémicas y teorías conspirativas de un sabotaje deportivo a la campaña albiazul.
Esta vez no se jugará en el Kempes ya que Instituto privilegiara la ventaja deportiva, para que sus socios disfruten del clásico en Alta Córdoba. Pero hay una coincidencia: en el último cruce en Primera, el gobierno provincial era de Hacemos por Córdoba, con apenas un año de mandato de José Manuel De La Sota. El poder no cambio de conducción en 23 años en Córdoba.