Por Francisco López Giorcelli
El martes 21 de marzo fue una jornada del Superior donde hubo emociones encontradas por la fecha próxima de un nuevo aniversario del comienzo de la última dictadura militar en nuestro país, pero además, sobre tablas, se trató el proyecto de presupuesto 2023 de nuestra universidad.
En total serán 72 mil millones de pesos, lo que lo sigue consolidando como la tercera cuenta pública provincial, detrás de la del Gobierno de Córdoba y de la Municipalidad de Córdoba. Por eso, nunca es menor la disputa que la política provincial y municipal traslada dentro de la universidad.
El presupuesto se compone por 47,7 mil millones de pesos que gira el Gobierno nacional y 24,3 mil millones de pesos que la UNC genera con concepto de recursos propios por la venta de insumos de organismos como Hemoderivados (aporta el 57% de los recursos propios) la prestación de servicios y consultorías, y otro tipo de actividades.
La mayoría de estos fondos tiene un destino concreto e inamovible. Cerca del 90 por ciento del presupuesto universitario está destinado al pago de salarios del personal docente y no docente. Lo que se conoce en la jerga como inciso 1.
Respecto a la repartición de la partida presupuestaria, el Consiliario Decano de la Facultad de Cs. Químicas el Dr. Marcelo Mariscal resaltó la importancia del crecimiento de la matrícula estudiantil, que se ubica en los 170 mil estudiantes aproximadamente y cómo, de cara al año que viene, hay que repensar este presupuesto y exigir un incremento en el mismo. Además, planteó que “a mediano y largo plazo debemos replantear los recursos que se llevan los SRT que podrían utilizarse para otras actividades de enseñanza”.
En este sentido y con un acuerdo tácito de preocupación por el avance de la alta inflación y la imposibilidad de una estabilidad y poder proyectar el presupuesto de la mejor manera, se planteó desde distintas representantes de la oposición como la Decana Lic. Flavia Dezzutto de la Facultad de Filosofía y Humanidades y la Decana Mgter. Maria Ines Peralta de la Facultad de Sociales, que es necesario tomar en cuenta la situación en la que se encuentran las aulas de uso común para un mejor desarrollo de las clases dictadas ahí mismo.
Desde el oficialismo el Decano Jorge Omar Dutto rescató positivamente el acuerdo unánime sobre el presupuesto y adhirió también a generar criterios y pautas para definir la repartición del presupuesto de acuerdo a las distintas realidades que atraviesan las distintas dependencias universitarias. Además, agregó la preocupación general por los salarios de los jóvenes docentes e investigadores que recién comienzan y deciden irse al sector privado por cuestiones salariales.
Para finalizar con las ponencias y antes de aprobar por unanimidad el proyecto presupuestario el Rector de la UNC John Boretto, quien preside las sesiones del HCS, reflexionó en torno a la discusión de la partida presupuestaria donde agradeció “el apoyo y el espíritu de consenso y de acuerdos que primaron en el tratamiento previo y la sanción de dicho proyecto” además agregó que “dentro de las limitaciones que existen damos respuestas a las distintas problemáticas, teniendo en cuenta las distintas complejidades” incluso señaló que seguramente no vaya a ser la última vez que se discuta el presupuesto en este año ya que el Congreso Nacional dispuso discutir el presupuesto en general y, en educación en particular, si la inflación supera el 60% algo que parece inevitable en estos primeros meses.
“Vivimos en un contexto inflacionario que dificulta la gestión presupuestaria en cualquier ámbito. Pese a ello, hemos logrado un marco de consenso para ser justos en la asignación de recursos, sabiendo que son escasos y que, además, tienen usos diversos en una institución compleja, con distintas realidades en cada unidad académica”, señaló el rector JhonBoretto en la sesión del Consejo Superior.
“El presupuesto aprobado hoy para el ejercicio 2023 avanza en una mejor redistribución de recursos en términos reales de acuerdo a lo que está necesitando cada una de las facultades. De hecho, contempla en gastos de funcionamiento un diferencial de 20 puntos a favor de las unidades académicas respecto de las distintas dependencias del área central. A ello deben sumarse, además, las distintas acciones y programas del Área central que se invierten y tienen impacto directo sobre la comunidad universitaria en general, que transita y vive en cada una de las facultades”, ponderó el rector.
Uno de los criterios centrales en el diseño presupuestario fue priorizar las necesidades de las facultades, motivo por el cual recibirán, en términos comparativos, 20 puntos más que el asignado al área central. Eso se complementa, además, con una batería de servicios que el Rectorado instrumenta para los distintos claustros de todas las unidades académicas, como el sistema de becas para estudiantes o el servicio del Comedor Universitario.
Mientras que para las políticas de inclusión estudiantil este año se girarán 742 millones de pesos, y los programas de extensión destinados a la comunidad (Universidades populares, Escuela de Oficios, Compromiso Social Estudiantil y Cultura) recibirán 421 millones de pesos.
Respecto a ciencia y tecnología, el documento prevé destinar 429 millones de pesos a becas, 552 millones de pesos a subsidios a la investigación y para la adquisición de grandes equipamientos.
Una nota distintiva de este presupuesto es la previsión de una partida para el mantenimiento de los edificios históricos que dependen de la UNC.
Así terminó la última sesión del Consejo Superior antes de una nueva Asamblea Universitaria que se llevará a cabo el próximo miércoles 29 de marzo en el Pabellón Argentina de la UNC.