25-J: la lógica llaryorista para despegar ciertos municipios

Desde la mesa política del intendente y candidato a gobernador, Martín Llaryora, aseguran que evalúan adelantar los comicios en algunas localidades PJ como parte de una estrategia macro. Canals, Despeñaderos y San Francisco, entran en ese razonamiento.

Por Yanina Soria

Según el cronograma dado a conocer por el Tribunal Electoral Provincial, los municipios y comunas de Córdoba que decidan pegar sus comicios a las provinciales del 25 de junio, tendrán tiempo de firmar los decretos de convocatoria hasta el 3 de abril. 

Con ese plazo, por estas horas son incesantes las reuniones departamentales entre los alcaldes oficialistas con sus respectivos legisladores y caciques territoriales, y también las conversaciones directas con el Panal y el Palacio 6 de Julio. 

Distinto a lo que se podía imaginar al comienzo con la totalidad de los alcaldes de Hacemos por Córdoba planteando elecciones simultáneas en el interior para acompañar a Llaryora, las realidades particulares de cada pueblo o ciudad, las dudas sobre el uso de la Boleta Única de Sufragio (BUS) y la estrategia macro del oficialismo, obligan a reconfigurar esa grilla inicial. 

Tal como anticipó Alfil, hay intendentes de Hacemos por Córdoba y de peronistas enrolados en el Frente de Todos que ya anticiparon desdoblamientos. Por caso, algo de eso sucede en los departamentos de Marcos Juárez, Unión, Punilla y Río Cuarto, entre otros. 

Si bien el grueso, lógicamente, irá el 25 de junio (ya hay 122 decretos firmados para ese día) fuentes del peronismo provincial aseguran que hay casos de fechas despegadas que serán acordadas con el llayorismo, en el marco de una táctica electoral más general. 

Desde la mesa política del intendente explicaron cuál es la lógica que siguen para potenciar el plan “Llaryora, gobernador”: intendentes de Hacemos por Córdoba y varios del Frente de Todos que miden igual o más que Llaryora, irán conjuntamente con las provinciales; aquellos intendentes y jefes comunales que miden menos, votarán después; mientras que un puñado de pueblos y ciudades donde los alcaldes tienen absoluta certeza del triunfo, llamarán a elecciones antes para contrarrestar a los municipios radicales que también despegarán. El oficialismo, necesita mostrar triunfos en el interior antes de las generales, esa es una de las variables que talla. 

En el marco de esa estrategia, según dicen desde el llaryorismo, se acordó -por ejemplo- la fecha desdoblada para Canals y se estaría trabajando lo mismo para Despeñaderos y la propia ciudad de San Francisco, tres localidades ultra oficialistas. La idea es que llamen antes también. 

En la primera, el intendente Edgar Bruno que fijó fecha para el 28 de mayo, va por su reelección y, obviamente, es el favorito. Desde el Palacio 6 de Julio, saben que allí hay triunfo asegurado; lo mismo sucederá en la localidad del departamento Santa María donde Carolina Basualdo irá por su segundo periodo y anotará una segura nueva victoria para Hacemos por Córdoba. El peronismo provincial evalúa una fecha posible para Despeñaderos que podría ser antes del 25. 

Lo mismo se analiza para San Francisco, la ciudad natal de Llaryora y, por ende, políticamente muy significativa para Hacemos por Córdoba. Cuando un rápido razonamiento indicaría que en el kilómetro cero del llaryorismo se debería votar en simultáneo con las provinciales, desde el propio oficialismo advierten que esa no es una decisión que esté cerrada. Pues, el factor Morteros podría llevar a la ciudad capital del departamento San Justo a votar antes, posiblemente, el 11 de junio. Pues, el PJ necesita balancear un eventual triunfo opositor en esa localidad. La foto de Llaryora levantándole la mano a Damián Bernarte en lo que, se espera, sería una victoria contundente contrarrestaría los festejos de Juntos en Morteros. 

Según los planes del llaryorismo, la idea es definir esta semana qué municipios adelantarán como parte de esa estrategia. 

Mientras tanto, en otras ciudades importantes como La Calera todavía no resolvieron qué hacer. Según trascendió, Facundo Rufeil no quiere convocar en simultáneo con las elecciones provinciales, aunque desde el llaryorismo le están pidiendo que sí lo haga. Al parecer, el intendente de la ciudad de Colón esperará a ver qué resuelve Capital. Si la ciudad de Córdoba pega, seguirá esa línea; si no, también llamaría en función a su conveniencia. 

Por otro lado, también vale apuntar lo que muchos intendentes peronistas admiten por lo bajo, y es que varias de las decisiones locales luego acomodadas como parte de una estrategia consensuada con el Panal y el Palacio 6 de Julio, responden exclusivamente a una cuestión mucho más pragmática: la necesidad de cada alcalde de asegurarse el triunfo local. Pensar en lo local antes que en lo provincial, resulta prioritario para muchos. Quienes, además, aseguran que votar desdoblado no menguarán el trabajo territorial para Llaryora. 

Entre otras razones, muchos apuntan a las confusiones que puede generar la BUS “grande” como le dicen a la papeleta completa que, en caso de llevar tramo a intendente, el casillero municipal quedará ubicado al final de la Boleta. Eso, en función a experiencias anteriores donde -dicen- hubo mucho voto en blanco en distintas categorías puede resultar riesgoso ya que el elector puede equivocarse al intentar votar la lista completa cuando en realidad coloca la marca sólo en el candidato a gobernador, la figura más representativa de cada partido.