Negro y Escudero insinúan ruptura del GRC (lejos de Llamosas)

Los intendentes de Holmberg y Santa Catalina profundizan sus diferencias con la capital alterna. En sus localidades, impulsan proyectos que vallan el ingreso a “intrusos” del llamosismo. Corren rumores de un armado que compita en las municipales riocuartenses del 2024.

Por Gabriel Marclé

Juan Manuel Llamosas, Alberto Escudero y Miguel Negro.

La construcción de un bloque institucional, comunitario y político para el Gran Río Cuarto fue uno de los proyectos que Juan Manuel Llamosas impulsó desde que asumió la intendencia del Imperio. Desde el 2016 a la fecha, buscó integrar a Santa Catalina – Holmberg y Las Higueras en cada una de las acciones de su gestión, esperando convertir a esta zona en un fuerte del llamosismo para lo que vendría más adelante, ese operativo de ascenso político que hoy se encuentra en su etapa más avanzada. Sin embargo, las cosas no terminaron como se esperaba.

Desde hace un tiempo, las dos localidades satélites de la segunda ciudad más populosa de Córdoba hicieron notar su presencia con claras señales de emancipación, más visibles en cuanto a lo político. Más cerca de las elecciones en sus respectivos municipios, las distancias con la ciudad de Llamosas se agrandaron por una cuestión de códigos: Miguel Negro (Holmberg) y Alberto Escudero (Las Higueras) empezaron a sospechar que Llamosas pretendía tomar el control de todo el bloque plantando candidatos en sus respectivas localidades.

Pese a los intentos por integrar los municipios en gestiones conjuntas y darle acción al Parlamento del Gran Río Cuarto apuntalado por Llamosas, la ruptura se vuelve cada vez más visible. Esto ya venía alentándose en el comienzo de la campaña electoral, cuando Miguel Negro lanzó en Holmberg el espacio con el que pretende sostener un legado de 40 años en el poder. Tras presentar al radical Oscar Alaníz como su elegido sucesor en la insólita alianza “anti-grieta” entre el PJ-UCR-Frente Cívico, el longevo jefe municipal tiró contra la Municipalidad de Río Cuarto, acusando a Llamosas de querer meterse en sus elecciones.

“No somos un barrio más de Río Cuarto”, le habría manifestado Miguel Negro a su militancia en el lanzamiento de Unidos Santa Catalina, apuntando contra el intendente de Río Cuarto. El de Holmberg teorizó públicamente que Llamosas está detrás de la candidatura de Maximiliano Rossetto -principal competidor de Alaníz- ya que el joven aspirante a la intendencia integra el directorio del Ente Municipal de Obras Sanitarias (EMOS) de la Municipalidad riocuartense.

Al igual que ocurrió en Santa Catalina, se espera que Alberto Escudero anuncie en los próximos días una lista de unidad en Las Higueras que cerque su territorio para evitar el ingreso de la dirigencia riocuartense. Aunque todavía no se conoce quién sería su sucesor, fuentes cercanas a aquella localidad confiaron a Alfil que la lista escuderista contaría con el patrocinio y asesoramiento de los autores detrás de la alianza en Santa Catalina, lo que terminaría por confirmar una estrategia conjunta entre los intendentes de la porción más pequeña del GRC.

A las claras, tanto Negro como Escudero exhiben rasgos de fragilidad luego de que se les impida ser reelectos este 2023 como tantos otros intendentes de la provincia. Como dicen en Río Cuarto, puede que los de Holmberg y Las Higueras vean “fantasmas donde no los hay”. Lo cierto es que la rosca ya está en marcha y hasta se escuchan rumores de sedición. Según se comenta en espacios del peronismo, Negro y Escudero cuentan con el apoyo de otros dirigentes regionales para armarle una revuelta al Gran Río Cuarto que Llamosas pretendería comandar.

Según cuentan, esto buscaría aplicarse con una simple maniobra electoral camino al 2024 de las municipales, elección en la que Llamosas no podrá presentarse. Este grupo, que todavía permanece actuando subrepticiamente, pretende profundizar su llegada al Imperio con una serie de encuestas y un posible think tank para posicionar candidatos propios. Todavía no suenan nombres, pero diversas fuentes le confirmaron a Alfil que el proyecto está a la espera de “juntar números” para tener luz verde y salir al público.

Mientras estas teorías toman vuelo en la discusión política regional, el lunes pasado se vio un detalle que terminaría de confirmar la alta tensión entre los intendentes del GRC. Fue durante el lanzamiento del Otoño Polifónico -festival que pone a Río Cuarto en el mapa de los eventos culturales del país-, donde Llamosas reunió a intendentes del departamento para demostrar amplitud en su representación regional. Los grandes ausentes a ese encuentro fueron, justamente- Negro y Escudero, a quienes les había llegado la invitación que parecen haber rechazado como una clara señal de alejamiento con el líder de la capital alterna. Aunque en el Gobierno de Llamosas intentaron bajarle el tono a esta cuestión, Alfil pudo saber que estas ausencias generaron repercusiones negativas en la estrategia de ampliación regional que pretende posicionar a Llamosas como potencial compañero de fórmula de Martín Llaryora.