Fassi, Sabina, Campana y el Kempes, la novela

Controversias y declaraciones a puro fuego existieron en torno a las negociaciones por la utilización del estadio mundialista en la previa del duelo del albiazul con Banfield, con un recital como foco de conflicto. Consecuencias de relaciones cortadas.

Por Federico Jelic 

El escenario ya estaba armado, aunque para un recital o show musical, no para una disputa mediática con tintes institucionales. La novela de la utilización del estadio Mario Kempes por Talleres generó hace unos días una compulsa sin consecuencias con la Agencia Córdoba Deportes y el Gobierno de Córdoba, que mantuvo en vilo a toda la comunidad deportiva por las esquirlas que esto puede generar. Y mientras algunos por el lado de barrio Jardín cantan victoria en ese debate, hay algunos saldos pendientes que seguramente traerán cola en un futuro no muy lejano.

Es que claro, cuando el presidente albiazul Andrés Fassi saca a relucir sus habilidades discursivas y sobre todo en gestión, hay heridos. En este caso el blanco fue el titular de la Agencia Córdoba Deportes, Héctor Campana y todo su grupo ejecutivo, en medio de tironeos con la organización, la Liga Profesional, el duelo ante Banfield y la presentación musical del cantante Joaquín Sabina. Hubo reprogramaciones en tantos sentidos, por la llegada de la fecha FIFA como postre, solo trajo más problemas. Dilemas que ahora Talleres tendrá que resolver, sobre todo con una relación con la dependencia provincial deportiva que parece golpeada y casi muerta.

Un show en declaraciones y ataques 

A saber: Talleres tenía programado el partido ante Banfield por la fecha 8° de la Liga Profesional el lunes 20 del mes en curso, algo que la Liga Profesional notifica con dos semanas de antelación. Pero el centro de la controversia es que la Agencia le había comunicado mediante un escrito al club de barrio Jardín la imposibilidad de usar ese recinto ya que dos días previos a ese cotejo, estaba confirmado el show de Sabina, firmado y todo.

Así, arrancaron las arduas negociaciones, porque días más tarde había una fecha FIFA y los clubes están obligados a ceder sus jugadores convocados a sus respectivas selecciones. Cuatro días antes del pleito pactado. Entonces Talleres perdía a Ramón Sosa (Paraguay), Alan Franco (Ecuador), Matías Catalán (Chile) y Diego Valoyes (Colombia), por lo que Fassi pegó el grito en el cielo y consiguió que AFA le adelante el encuentro al domingo. Claro, con poco tiempo el escenario no pudo ser desmontado a tiempo, por lo que en la transmisión, de fondo podía verse como los hinchas  platea Gasparini  se ubicaron en los costados e incluso en la popular Artime (inteligentemente habilitada por este juego) ya que la visión al partido estaba seriamente obstaculizada. Eso después llevó a un reclamo de la Liga Profesional pero esa es historia y será contada en otro momento.

No obstante, lo que llamó la atención fue el  fuego que propuso Fassi sobre la Agencia, al tildar de que “no por haber sido nadador o gran deportista uno no puede tener un cargo si no está apto. Hay que poner gente capacitada para gestionar”, en clara alusión de manera elíptica a Campana, por su pasado como basquetbolista profesional. “Esto no es de caprichitos ni de enojos. Esto se trata de buena gestión y sentido común. Está bueno que toque Sabina pero que use el Kempes un lunes o martes y no sábado cuando hay actividad en el fútbol profesional”, fue otra de sus flamígeras declaraciones.

En medio de esas conversaciones subidas de tono, Talleres hasta deslizó la posibilidad de mudar al localía a otra provincia, de hecho ya había logrado un principio de acuerdo para ser anfitrión de Banfield en cancha de Colón de Santa Fe, pero algo pasó en el medio porque todo regresó a foja cero, y de manera repentina Talleres formalizó el partido para el domingo 19, ante la pasmosa sorpresa de la comunidad deportiva. Un detalle a tener en claro: es año electoral tanto nacional como provincial con muchos intereses políticos en juego, por lo que no era aconsejable a nivel imagen que el albiazul no pueda jugar en su propia jurisdicción. Es un riesgo que el propio gobernador Juan Schiaretti no quiso afrontar, y menos después de que declarar en 2016 que el Kempes “es un estadio de fútbol y debe ser usado como tal”. Toda esta parafernalia se armó luego del pésimo estado que presentó el césped del mundialista de Córdoba luego de algunos recitales, dejando expuestos a los encargados (en ese entonces Oscar Dertycia presidía la Agencia) cuando vino Argentina por Eliminatorias ante Bolivia, dejando como saldo una lluvia de críticas al perímetro principal.

¿Cuál es el convenio entre los clubes y la Agencia Córdoba Deportes? No se paga canon, es gratis para cada entidad que quiera utilizarlo, con la contraprestación de afrontar gastos (operativo de seguridad, logística, impuestos y limpieza). El convenio abarca la cesión de entradas de protocolo para el organismo deportivo, pero más allá de eso, no hay alguna otra obligación (playas de estacionamientos, como parte del arreglo, por ejemplo). Por eso la crítica a Fassi es que utiliza y pretende disponer como propio un estadio que pertenece a todos los cordobeses. Así lo reflejó el propio Dertycia.

El “Pichi” fue cauto a la hora de responder, quizás aconsejado por su círculo cercano y desde el Panal. “Estoy dolido y sorprendido por las declaraciones del presidente de Talleres. El espíritu de la Agencia es siempre colaborar con los clubes, el fútbol es la prioridad”. Algo queda pendiente en esta relación, aunque nadie se anima a confirmar si habrá tratados de paz o revanchas luego de este culebrón de intercambios y donde Fassi parece haberse salido con la suya. ¿Pero a qué costo?