Por Yanina Passero
El gobernador Juan Schiaretti oficializó la fecha de la elección provincial y canceló el pataleo opositor al respecto. Pese a que desde hace unas semanas se sabía que el 25 de junio era el día elegido para acudir a las unas, los precandidatos de Juntos por el Cambio se aferraron a esta carencia de información para jugar en su propia interna.
En el nacionalizado escenario que ofreció el triunfo radical en La Falda, Luis Juez y Rodrigo de Loredo eligieron ponderar la unidad por encima de las posiciones en las listas. Lo cierto es que, desde ayer a la mañana, la excusa dilatoria se acabó. Correspondía a los miembros de la dupla mover la siguiente pieza. Y así lo hizo el diputado de Evolución, a las 18.30, en sus redes sociales.
Eligieron responder en cuotas. De Loredo oficializó a Juez como candidato a gobernador de la provincia. Hacemos por Córdoba ya tiene el rival definido para el actual intendente Martín Llaryora. Y es altamente probable que la dupla no revele el resto de la estrategia hasta que definan la fecha de las elecciones capitalinas.
“No tenemos que volver a cometer los mismos errores del pasado porque cuando JxC se dividió perdió estrepitosamente y dejó sin opción a todos los cordobeses. Tenemos que entender que ese pedido de cambio de una mayoría de la sociedad está por encima de cualquier aspiración personal”, el párrafo que anticipaba su reciente definición.
“Creo conveniente renunciar a mi candidatura a gobernador y que sea Luis quien encabece la propuesta de nuestro espacio. En esto hay que ser maduros y preservar lo más importante”, concedió, antes de repasar las dimisiones por las que atravesó por motivos mayores, como su banca en la Legislatura o en el ARSAT luego de que el entonces presidente Mauricio Macri prohibiera el nepotismo en su estructura de gobierno.
Al cierre del video de seis minutos de duración, piropeó al flamante candidato de Juntos: “Luis Juez es un luchador, un tipo que se le paró al sistema, que peleó contra la corrupción. Es un perseverante de grandes batallas. Finalmente, le llegó la hora y será el próximo gobernador de Córdoba. Cuenta conmigo para el próximo desafío”.
Mientras el video comenzaba a reproducirse en los teléfonos, ya se escuchaban las primeras reacciones. El radicalismo no tendrá candidato a gobernador por primera vez en sus más de 100 años de historia. “Acá hay un partido, el radicalismo no es De Loredo”, las primeras reacciones tras renunciamiento.
Distinta fue la reacción de la presidenciable del PRO, Patricia Bullrich, en Córdoba desde horas de la tarde. En la sede de campaña inaugurada en el centro de la ciudad, festejó la unidad de Juntos y destacó el gesto de De Loredo. Es esperable: para los integrantes de la Mesa Nacional de la alianza, la interna cordobesa suponía un dolor de cabeza y complicaba sus movimientos en clave electoral en el distrito.
En el juecismo aguardaron la difusión del discurso con paciencia tibetana. La imprevisibilidad que la tropa juecista le adjudican a De Loredo obligaba a mantener cautela hasta que pronunciara las palabras benditas. Todavía resta ver el reacomodamiento de otros jugadores de la alianza, pero Juez tiene otra gran oportunidad frente a sus narices. La continuidad del acuerdo con el precandidato que aspiraba al mismo puesto en la boleta, el escenario de renovación del peronismo y una escudería nacional dispuesta a militar el cambio en la provincia, son elementos que suponen ventajas competitivas.
El punteo de listas concentrará la siguiente etapa. Trascendió que Juez y De Loredo avanzaron en estas faenas, aunque de manera extraoficial. Así debería ser para evitar problemas con los socios.
Se abre una nueva instancia, con varias incógnitas aún. El radical ya tomó una decisión importante. Pero su silencio ya no es parte de una estrategia estrictamente personal sino parte de un juego general que ubica al rival por fuera: llegó la hora de competir con el peronismo.