Por Yanina Passero
El radical Javier Dieminger logró su reelección y Juntos por el cambio (JxC) se anotó el primer triunfo de este año electoral. Con el 100% de las mesas escrutadas y una baja participación que apenas superó el 50% del padrón, el oficialismo se impuso por el 71,07% de los votos al candidato respaldado por el exsenador Carlos Caserio, Miguel Maldonado, que logró un 28,93%.
Entre un marco amplio de dirigentes, los presidenciables Horacio Rodríguez Larreta (PRO) y Gerardo Morales (UCR) no lograron arrebatarle la atención a Luis Juez y Rodrigo de Loredo. En la víspera del domingo electoral, los precandidatos difundieron los resultados de la encuesta que hicieron sus respectivos colaboradores para definir la estrategia electoral, explicitada la voluntad de continuar con la sociedad política que nació entre trompadas, insultos y anotaciones apuradas de las listas para las PASO de 2021.
De las conclusiones se desprende la necesidad política de justificar desde la estadística el acuerdo de partes. El “empate técnico” era la salida diplomática que encontraron al extenuante juego de indefiniciones que mantiene bajo estrés al peronismo, pero sobre todos a los referentes territoriales de cada partido que integra la alianza. Esta es la versión que más sonó en los reductos cambiemitas que, incluso, se completó con otras especulaciones.
La más fuerte es que sería la consecuencia de un resultado adverso de un trabajo del politólogo riocuartense Lucas Luján, pagada por todos los partidos aliados, encargada hace un mes. En el juecismo no hay fuente que quiera develar el resultado de ese sondeo, al tiempo que muestran seguridad en la construcción que tendrían ambos.
Independientemente de las acusaciones de “relato” que siguieron a la presentación de los números de Francisco Venturini y Rodrigo Vega, anoche imperó la moderación de la dupla sobre la recayeron todas las miradas. Juez no se lanzó como se había deslizado durante la semana y los discursos de cada uno de los oradores dio vueltas sobre el concepto de unidad lograda y un cambio de ciclo.
En conferencia de prensa, ambos fueron consultados por los términos del acuerdo. Los aún legisladores nacionales se encargaron de mantener la expectativa entre chistes y conceptos temporales difusos.
“Lo vamos a definir por penales. El “Dibu” me dicen a mí”, descomprimió Juez ante la pregunta de los periodistas sobre cómo continuarán después del “empate técnico”. Luego, pateó la pelota: “Esta elección marcó el preludio de lo que se viene que es Juntos por el Cambio gobernando la provincia. El orden de los factores no altera el producto. Hay que trabajar por la gente”.
De Loredo prometió terminar con la incertidumbre: “En breve definimos. Tenemos la responsabilidad de ofrecer una opción distinta. El pueblo de Córdoba empieza a mostrar que se ha agotado un ciclo”.
A renglón seguido, la dupla apeló a una receta que en las PASO les funcionó. Activaron el gen antikirchnerista del electorado, pero esta vez, con asociaciones directas. “Juegan al póker con la fecha. Nos viene bien que se sepa. El kirchnerismo ha presentado en el Concejo Deliberante un proyecto para cambiar las reglas electorales y perjudicarnos a nosotros. Nosotros estamos laburando en los problemas de los cordobeses. Olga Riutort, que es kirchnerista, se pone de acuerdo con Martín Llaryora para cambiar las leyes en no sé qué entramado político”.
El gobernador Juan Schiaretti y el intendente Llaryora cumplieron con el protocolo enviando sendos saludos y celebrando la jornada democrática.
Sin dudas será un escenario inédito el que se viene, pero todavía quedan variables por ajustar que exceden el concepto de fórmula competitiva. Intendentes, dirigentes departamentales, otros precandidatos e “históricos” de la oposición cordobesa harán escuchar sus expectativas para esta ronda.
Lo cierto es que Juez y De Loredo coinciden en la necesidad de esperar ante la inminencia del anuncio de la fecha electoral por parte del gobernador Juan Schiaretti. Todo parece indicar que sería este martes.
La tribuna de Dieminger
Como se dijo, el intendente reelecto compartió la foto con dirigentes de todas las líneas de Juntos por el Cambio local y nacional. Larreta y Morales se acercaron para saludar al vencedor, con discursos en tónica de unidad.
“Fue un triunfo del trabajo, del mérito. Hay una ola de cambio y esto es una muestra más”, dijo el jefe de gobierno porteño. En tanto, Morales ponderó a su partido: “Esto confirma que hay radicalismo de gestión. Es un triunfo del que nadie puede apropiarse. Pero esto dice que hay un radicalismo vivo”.
Por su parte, otra presidenciable, Patricia Bullrich, resolvió enviar sus saludos de manera virtual, aunque se reunirá hoy con Dieminger en el marco de una nueva gira por la provincia.
En el palco estuvieron los radicales Mario Negri, Ramón Mestre, Marcos Carasso, Soledad Carrizo, Carlos Brinner, Dante Rossi y Marcelo Cossar. Por el PRO participaron Javier Pretto y Soher el Sukaria; en representación de la CC-ARI, estuvo Gregorio Hernández Maqueda.