Enroque corto en Río Cuarto

Por Gabriel Marclé y Julieta Fernández 

 

La “interrupción” de Correa

Graciela Correa, dirigente vecinal

El trabajador del Concejo Deliberante llegaba a la cronista con un dato sobre la última sesión legislativa y la interrupción de una importante dirigente vecinal. 

Trabajador Concejo: ¿Vio cuando en un casamiento el cura dice “hable ahora o calle para siempre”? Bueno, quizás ese ejemplo es algo exagerado pero hubo una interrupción en la última sesión del Concejo.

Periodista: ¿Y quien vendría a ser el cura? Siguiendo su ejemplo (risas).

T C: Sería Darío Fuentes (risas). Hablando seriamente, la vecinalista Graciela Correa entró al recinto en plena sesión para entregarle una nota al presidente del Concejo. Aparentemente, quiso asegurarse de que la reciba y si no lo hacía de esa manera, la iban a hacer esperar un rato. No fue nada grave igual. La nota fue recibida rápidamente y eso fue todo. Pero fue una situación algo inusual, claro.

P: ¿Nota de qué?

T C: El gran tema a resolver actualmente en la ciudad es el transporte y el vecinalismo no está ajeno a esta discusión. De hecho, en la vecinal Jardin Norte que preside Graciela, se ha estado hablando de eso. Más de 200 vecinos se acercaron a una reunión que se hizo en el polideportivo del barrio para hablar de los problemas que atraviesan con el nuevo sistema. La nota que presentó Correa transmite un poco las conclusiones de ese encuentro.

P: Veo que Correa está ganando más notoriedad en estos días, ¿no lo cree?

T C: Más allá de su pertenencia partidaria (PRO), es una dirigente que sabe articular con los distintos niveles del Estado y muy respetada por la dirigencia política local e incluso provincial. Por eso, aunque su interripción no fue para tanto, tampoco pasó desapercibida. 

 

La urna en Villa Dalcar

El periodista realizaba una cobertura del corte de cinta correspondiente a la intervención de los espacios verdes del sector de Lago Villa Dalcar, obra del Presupuesto Participativo que fue celebrada en una tarde de música y juegos con los vecinos del lugar en la tarde del domingo. En la recorrida, se encontraba con un dirigente del peronismo.

Periodista: Linda convocatoria se mandó el intendente (Juan Manuel Llamosas).

Dirigente: No será la fiesta del choripán, pero esto es igual de importante (risas). Seguimos marcando la diferencia entre la Río Cuarto del presente y la de antes del 2016. Mientras los otros quieren volver, es obsceno el baile que les estamos pegando.

P: Ni dos palabras y ya me sale con algo electoral (risas).

I: Usted me conoce (risas). Le apuesto a que, si ponemos una urna ahora mismo acá en medio de esta fiesta, ganamos la tercera (risas).

P: Eso es injusto. Cuando uno celebra, casi siempre está feliz y agradece al anfitrión (risas).

I: Lo que quiero decir es que cada obra que llevamos a los barrios, cada plaza que mejoramos, cada espacio verde que intervenimos y cada metro de pavimento, son acciones irrebatibles. No es solo ponerlo en palabras, sino demostrarlo en hechos.

P: Ahora, tengo una pregunta para usted. Si a la urna esa la ponen en las paradas de colectivos, ¿cómo saldría la elección?

I: (Risas) Me hace trampa, pero se la tomo. Hay muchas cosas para arreglar y lo de los colectivos es una de ellas. Esta semana que viene esté atento porque se van a empezar a ver cambios.

P: ¿Qué cambios?

I: Me dicen que será de frecuencias, algo de lo que ya se ve hace unos días, pero más profundo. Veremos si los retos del intendente hacen efecto.

P: ¿Retos?

I: ¡Ah, a esa no la sabía! Pero no hace falta que le diga que Llamosas es muy tranquilo, pero puertas adentro es el jefe más exigente. Todos saben que no tienen que tomárselo personal, sino laburar para que los retos se conviertan en felicitaciones. Es parte del juego y el que se enoja, pierde.