Ante una platea boquiabierta

La programación del Festival Bue, escenificado en el Luna Park en 1980, situó al grupo Weather Report como único número para la jornada de cierre, lo que da cuenta de la trascendencia de este cuarteto donde tocaba el saxofonista Wayne Shorter, quien falleció a comienzos de marzo.

J.C. Maraddón

Según las crónicas de la época, casi dos horas y media duró la actuación del grupo estadounidense Weather Report en el Luna Park el miércoles 20 de agosto de 1980, como parte del festival Bue organizado por Daniel Grinbank, entonces mánager de Seru Giran. El evento, que se desarrolló a lo largo de tres días, contó con la presencia de otras grandes figuras de la música de fusión, como John McLaughlin junto a Christian Escoudé, George Duke y Stanley Clarke, además de los brasileños Pepeu Gomes y Baby Consuelo, y los argentinos Luis Alberto Spínetta, Seleste (la banda de David Lebón) y la Eléctrica Rioplatense comandada por Emilio del Guercio.

La programación situó a Weather Report como único número para la jornada de cierre, lo que da cuenta de la trascendencia de este cuarteto formado por el saxofonista Wayne Shorter, el bajista Jaco Pastorius, el tecladista Joe Zawinul y el baterista Peter Erskine, acompañados por el percusionista Bobby Thomas Jr., quien hacía poco se había incorporado al staff. Todos los que venían del exterior habían participado del Rio Jazz Monterey Festival, una convocatoria que le facilitó a Grinbank la proeza de traer músicos internacionales a un país donde reinaban la censura, las proscripciones y la desaparición de personas.

Fue en Rio donde se produjo el encuentro entre Pat Metheny y Pedro Aznar, quien arribó allí como bajista de Serú Girán, que también había sido incluido en la programación. “Se está yendo todo el mundo” cantaba Charly García en el tema “Autos, jets, aviones, barcos”, y en un par de años sería el miembro más joven de su banda quien emprendería el camino del escape hacia otra realidad que fuese menos represiva y que le brindase mayores posibilidades de desarrollo para su carrera musical, que a escala local parecía haber tocado techo, pese a que tenía poco más de veinte años.

La crítica porteña especializada concentró sus elogios en el despliegue sonoro que realizó Weather Report en el Luna Park, donde demostró sin ambages por qué se situaba a la cabeza de esa vertiente jazzrockera que estaba en su cenit y que no mucho tiempo después comenzaría a declinar. El grupo desembarcó con el mismo equipamiento que había utilizado en el resto de su gira, lo que dejó boquiabierto al público argentino, que no había visto algo igual desde el show de Santana en 1973 y que iba a tener que esperar seis meses más para apreciar la parafernalia de Queen.

Cada una de las intervenciones de los integrantes de Weather Report fue saludada con aplausos y ovaciones por los espectadores, que a medida que avanzaba el concierto se convencían aún más de que estaban asistiendo a un acontecimiento histórico. En realidad, esta banda ya había actuado en Buenos Aires en 1972, pero lo había hecho en el Teatro Colón en calidad de soporte del pianista austriaco Friedrich Gulda, y con una integración distinta, en la que  el bajista Miroslav Vitous, el baterista Alphonse Mouzon y el percusionista Airto Moreira eran los responsables de secundar a la dupla imbatible de Zawinul y Shorter.

Fue aquella magistral presentación la que muchos recordaron el pasado 2 de marzo, cuando la noticia de la muerte de Wayne Shorter apareció en los principales portales de noticias, desatando una avalancha de posteos laudatorios acerca de este artista de 89 años que llegó a tocar (como el propio Joe Zawinul) en el quinteto de Miles Davis durante los años sesenta. A esta altura del siglo veintiuno, apenas si quedan algunas postales de ese festival Bue en el que el saxofonista deslumbró a una platea que no estaba acostumbrada a presenciar en directo semejante exhibición de talento.