Llamosas marca la cancha y pide no confrontar (cuida “plan vice”)

El intendente riocuartense procura que la tentación del enfrentamiento con sus rivales en la oposición no afecte sus chances de escalar el tablero provincial. Pidió a sus tropas que posterguen cruces hasta después que se anuncie el vice de Martín Llaryora.

Por Gabriel Marclé

“Hay que tener mucho cuidado”, comentaba al pasar un dirigente del peronismo local en referencia a una acalorada discusión sobre las políticas de Seguridad que tuvo lugar días atrás. La reflexión sobre este hecho en particular -que se relatará en los próximos párrafos- venía acompañada de una confidencia respecto a una orden que habría llegado directamente del Palacio de Mójica. Desde allí, Juan Manuel Llamosas habría ordenado a sus hombres alejarse de potenciales escaramuzas con la oposición. “Hasta que definan al vice”, le aseguraron a Alfil.

El intendente riocuartense, aspirante a la vicegobernación, profundiza en lo que fue una constante de gestión. “No hagan olas”, versión local del “hablar poco y hacer mucho” que Juan Schiaretti imbuyó como mantra a todos los dirigentes de su espacio. Tanto el Ejecutivo como en el Concejo Deliberante, los llamosistas siguen el comando de un líder que marcó la cancha para evitar la fricción del mano a mano propuesto por sus rivales, esa invitación a “pisar el palito” que podría sacarlo de eje en el momento más importante de su carrera política.

El aviso del líder del PJ Río Cuarto a su tropa se escuchó bien fuerte entre fines de la semana pasada y comienzos de la corriente, cuando la oposición -Juntos por Río Cuarto- comenzó a mover la agenda con fuertes cuestionamientos al servicio de colectivos y llegando a plantear que el problema de la inseguridad llevaría a que Río Cuarto pueda convertirse en Rosario en menos de diez años. Dardos directos hacia la gestión municipal y la continuidad del “plan vice”.

En una discusión de este calibre, los estrategas del llamosismo entendieron que no era momento de salir a responder. Al menos no a la altura de lo propuesto por sus rivales. Sin embargo, la insistencia de la delegación local de Juntos por el Cambio con el eje inseguridad provocó el episodio al que se hace referencia al comienzo de esta nota y que motivó el pedido de “no confrontar” que surgió de lo más alto del Ejecutivo. Es que, durante una reunión de la comisión de Gobierno del pasado martes, oficialismo y oposición se trenzaron en un picante cara a cara por el pedido de emergencia en seguridad que ingresó al Legislativo días atrás.

Tal fue el volumen de la discusión (el cual incluyó múltiples intentos de interrupción, una acusación de “mentirosos” al PJ y supuestas acciones de falta de respeto) que la reunión de comisión debió ser suspendida de manera abrupta. Tras este episodio, el bloque de JpRC salió a manifestarse contra la supuesta “falta de diálogo” del oficialismo y volvieron a lanzar toda la munición pesada contra el padre de la criatura, Juan Manuel Llamosas. “No tenemos que darles letra para que nos metan en el barro”, analizaban desde la Municipalidad tras este cruce.

Aunque la militancia y dirigencia que aspira a que Llamosas se convierte en el compañero de fórmula de Martín Llaryora recibió el mensaje sin ningún tipo de cuestionamiento, la tensión de la actualidad -y probablemente la ola de calor- levantaron la sensación térmica del peronismo en una suerte de acto reflejo que pudo tener repercusiones aun más negativas de las que tuvo. 

La advertencia parece haber llegado a tiempo y, aunque la alianza UCR-PRO-juecista intentó reflotarlo en la sesión de ayer jueves, la respuesta del bloque peronista consistió en invocar la paz. Mientras JpRC -a través del presidente de la banca, Gonzalo Parodi- pidió responsabilidad para tratar el tema, fue el concejal Armando Chiappe quien puso paños fríos prometiendo “dar garantías para el debate” del pedido de emergencia en seguridad. Tema terminado (por ahora).

De esta manera, puede que todo el arco llamosista haya entendido el momento de fragilidad con el que puede encontrarse el aspirante a la vicegobernación si se sale a pelear todas las batallas que proponen quienes también jugarán para el equipo de Luis Juez y Rodrigo de Loredo en el plano provincial. “Yo nunca voy a hablar mal de los candidatos de otros espacios”, declaró días atrás el intendente del Imperio. 

Fiel a su estilo, Llamosas mantiene distancia de los choques, tal vez ahora más que nunca, y su tropa lo sigue. Esto también se vio en la cuestión del transporte, otro de los temas paradigmáticos de la contra. Aunque el llamosismo rechazó el pedido de la oposición -plantean volver al sistema anterior-, desde el área de Transporte reconocieron la necesidad de hacer ajustes; una postura mucho más “zen” que repartir gritos en una comisión.

Como se dijo antes, la orden de “no confrontar” seguirá vigente e incorruptible mientras el intendente siga entre los finalistas de la carrera por la vice. “Después veremos lo que pida el gobernador (Juan Schiaretti)”, anuncian desde el equipo de Llamosas sobre un eventual viraje hacia una postura más combativa. Más allá de sus intereses particulares, el jefe municipal de la capital alterna también sigue ordenes de arriba.