Por Gabriel Marclé

Mientras aguardan que el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio se dirima entre Luis Juez y Rodrigo de Loredo, los radicales de Río Cuarto llevan adelante su propio tiempo de definiciones con la misión de tener al contendiente opositor por la intendencia del 2024 caminando las calles antes de las elecciones presidenciales. Además de la fecha de una eventual interna y la continuidad del pacto de no agresión, el partido debe comenzar a definir la metodología del proceso interno y son varias las alternativas que aparecen.
Previo a la reunión introductoria del “operativo 2024”, el radicalismo comenzaba a recibir noticias respecto a la propuesta de dirigentes cercanos al último candidato a intendente del partido, Gabriel Abrile, quienes vendrían alentando la posibilidad de evitar la interna y definir al contendiente por medio de una encuesta vinculante, tal como ocurre con Juez y de Loredo a nivel provincial. El factor de esta propuesta es un dato que dicho espacio parece ratificar mes a mes: el médico seguiría teniendo la mayor intención de voto entre los demás precandidatos.
Al cierre de esta edición, la reunión entre dirigentes y militantes de la UCR Río Cuarto todavía estaba en desarrollo con varios temas pendientes, como la fecha de la interna -planteada inicialmente para el mes de septiembre. Sin embargo, la multiplicidad de bandos competitivos dentro de la UCR local también habilitó a una multiplicidad de análisis sobre el mejor camino a tomar para recuperar la Municipalidad el año que viene. En ese sentido, la propuesta de una encuesta zanjar la interna sonó fuerte entre los principales dirigentes.
Según pudo averiguar Alfil, la iniciativa surgiría del propio equipo del último candidato radical, el llamado “abrilismo” que pasó por múltiples etapas desde el 2020 a la fecha y que hoy tendría de impulsores a Daniel Frangie y Claudio Miranda, entre otros. También se comenta que el presidente del circuito centro, Gonzalo Losada, habría convocado a la reunión de anoche para abrirle el camino al médico y su propuesta, propiciando su retorno a la escena fuerte del partido en tiempos de definiciones y con una propuesta basada casi exclusivamente en las estadísticas.
“El Gabi (por Abrile) está confiado porque, aunque hace dos años que viene medio guardado, la gente todavía lo tiene en cuenta”, le comentaba a Alfil un dirigente del centenario partido, atento a las encuestas del último año y el posicionamiento de quien, aseguran, “si el partido debiera elegir hoy en base a los números, sería nuevamente candidato”. Eso sí, Abrile permanece en un lugar de incertidumbre: aunque los números lo impulsan, su presencia territorial y en la agenda política ha mermado.
Sin conocer un balance completo de la reunión de anoche, se sabe que la propuesta de la encuesta vinculante formó parte del temario – sin mención directa de Abrile- y que las primeras reacciones aclaran bastante el panorama respecto a lo que podría pasar de aquí hasta septiembre. Al parecer, los únicos que promueve esta posibilidad provienen del abrilismo, aunque algunos sectores -como el de Gonzalo Lujan- mantienen la encuesta vinculante en consideración.
“Nos parece una opción más entre muchas, pero no podemos descartarla porque lo importante es tener certeza de quién es el mejor candidato para hacerle frente al peronismo”, desarrollaba uno de los componentes del frente lujanista que apunta a seguir sumando aliados, como Eduardo Scoppa –“un exiliado”, como lo definen hoy en la dirigencia radical.
En Evolución Radical, con Gonzalo Parodi a la cabeza, consideran que la forma de definir al candidato es por medio de una interna tradicional y que una encuesta vinculante sería útil si el calendario apretara, como ocurre a nivel provincial. “Tenemos tiempo para armar la interna y queda demostrando con las PASO que las internas fortalecen en todo el país. Solo debilitan cuando los perdedores se borran del proyecto, como pasó en el 2020”, lanzaron desde la ex 30 de octubre, actualmente denominado el “deloredismo riocuartense”. Incluso todavía hay quienes ponen en duda la performance de Abrile en las encuestas y recuerdan el impulso que “La 30”, comandando a la mayoría de la militancia local, fue la que le permitió ser candidato hace ya tres años y medio.
A la espera del briefing de la primera reunión de la dirigencia radical para definir los pasos a seguir hasta el 2024, la mira estará puesta en la dirección que tomará la dirigencia que preside Gonzalo Losada en la ciudad, marcado como un aliado del abrilismo. “Primero está el proyecto y después el candidato”, coinciden en las esquinas de Parodi y Lujan, donde señalan que lo primordial es establecer el calendario y conservar el buen comportamiento entre los precandidatos.