Por Gabriel Silva
A horas de confirmarse la candidatura a gobernador de Luis Juez, en Juntos por el Cambio se abrieron otros debates en los últimos días. Como lo contó Alfil ayer, el armado de las listas y, fundamentalmente, el rol del radical Rodrigo de Loredo se convirtió en una de las discusiones a la espera de que el peronismo mueva la ficha y dé a conocer la fecha de las elecciones.
Como publica este diario hoy (ver página 7), la confirmación de Juez como el dueño del casillero más importante del arco opositor será esta semana en medio de la elección de La Falda que se desarrollará el próximo domingo. Probablemente, cuando el senador y líder del Frente Cívico confirme que es el candidato a la gobernación lo haga con De Loredo al lado. Quien no dirá nada acerca de su futuro inmediato para seguir estirando el misterio en torno a las definiciones.
Para muchos, la marca registrada del jefe del bloque Evolución en Diputados.
De Loredo apostará, fiel a su estilo, a casi todas las canastas salvo la de la gobernación, que ya estará a esa altura en poder de Juez. Pero, de ahí y en todas las direcciones, pondrá fichas para tratar de sostener el rumor de una vicepresidencia, dejará algunas en el casillero de vicegobernador y pondrá otras en la intendencia.
Y, particularmente estas dos últimas son las que causaron varias conversaciones, mensajes de WhatsApp y hasta cierta tensión entre una porción de los intendentes y parte de la dirigencia radical. En realidad, la posibilidad concreta con la que insisten en una porción de Juntos para que De Loredo vaya como compañero de fórmula de Juez y, semanas más tarde por la intendencia, motivó un rechazo por ahora solapado de los intendentes que no tendrán re-reelección.
Siendo éste el motivo principal del enojo, además de cómo De Loredo, al igual que algunos dirigentes de su entorno y buena parte de la cúpula provincial de Juntos, impidió que la oposición avanzara con la discusión del proyecto que les hubiese permitido un mandato más. Intendentes que vieron cómo desde la oposición se les bloqueó el debate para que no llegara siquiera al recinto están empezando a retomar algunas conversaciones ante la chance de que el radical juegue ambos partidos.
Misma receta que en su momento utilizó Germán Kammerath cuando fue candidato a vicegobernador de José Manuel de la Sota y luego a la intendencia. Mandato, el del hombre de la Ucedé, que el peronismo prefiere ocultar a la hora de hacer el repaso de las gestiones municipales.
En esa licencia de institucionalidad está el deloredismo y la discusión para la UCR permanece abierta: obedecer nuevamente al juecismo, que pretende llevar a su candidato acompañado por De Loredo como ‘vice’; o apostar por la Ciudad con un candidato puro. Y allí, está la otra discusión, algunos radicales que también tienen como objetivo la Municipalidad, tampoco estarían de acuerdo con lo que piden algunos pragmáticos en el centenario partido y habilitar el doble juego de De Loredo. Claro que entre los últimos están los que dejan purismos de lado y argumentan que no hay ley que lo impida.