Por Víctor Ramés
cordobers@gmail.com
De Hilarión a Larry Ceballos

Resulta muy difícil no tropezar con el nombre de Larry Ceballos en la búsqueda de publicaciones de la segunda a la quinta década del siglo XX, así como en libros de historia sobre los coreógrafos del gran espectáculo de Broadway y la historia de los musicales cinematográficos de esa época. Sus logros fueron extraordinarios y la historia del cine lo reconoce, aunque no estuvo a salvo de ser eclipsado por otras importantes figuras de su tiempo. Su carrera como coreógrafo estuvo muy vinculada al cine, desde los tempranos días del musical, tan lejanos como la primera película sonora.
Como sabemos, Hilarión Ceballos – fue bautizado como tal en Chile, donde nació en 1887, hijo del aeronauta mexicano Teódulo Ceballos y de la acróbata circense escocesa Sarah Fergus- se crió en el mundo del circo y comenzó a realizar sus números muy temprano. Sus padres trabajaban en el Circo Chiarini cuando nació, y luego continuarían su carrera uniéndose al Ringling Brothers & Barnum & Bailey, donde Hilarión haría sus tempranos aportes a números de acrobacia. Su primera aparición en la pista del circo fue a los dos años. Tomó clases de ballet con un maestro italiano que escenificaba los números bailables del circo. Durante quince años viajó con el Barnum & Bailey, En 1904, a los 17 años, se subiría al escenario en Broadway con su hermana Rosalía, en el espectáculo infantil Humpyt Dumpty. Tras la muerte de su padre, Teódulo, en 1907, formó con Rosalía un dúo llamado “Los Fantasmas Fantásticos”, donde realizó sus primeras coreografías. Se casó con la bella actriz Mona Desmond y formó con ella una pareja de danza que se hizo notar en espectáculos de vodevil. En 1915 firmó por cuatro años con una compañía de espectáculo de variedades y comedia ligera en Londres y -como en un argumento de película- tuvo que reemplazar a un director de danza que se enfermó repentinamente, ganándose el trabajo en buena ley por los años siguientes. En 1920 retornó a Broadway, donde ya con el nombre de Larry Ceballos, se destacó en su rol de director coreográfico.
Larry escenificó varios espectáculos de burlesque, un formato del teatro de variedades enfocado en la comedia, que contenía diversas rutinas. Su trabajo tuvo como centro la sala de teatro que tenía la compañía Warner en Los Ángeles, de donde pasaría al estudio para escenificar números musicales.
Primeros pasos en los estudios
Un autor menciona el primer acercamiento de Larry al cine, como bailarín, en los estudios de Vitagraph. Allí ganó 300 dólares por un trabajo de media hora, en el que improvisó un vals acrobático en traje de noche, para una escena de cabaret. Hay que recordar que 1927 fue el año de la proyección de la primera película sonora: The Jazz Singer, protagonizada por Al Jolson. En 1929, Larry tuvo cabida como director en una serie de archivos lanzados por la compañía discográfica Vitaphone, una serie de filmes cortos sonoros, que se valía de proyecciones sincronizadas con discos. Este fue un antecedente de la pista sonora incorporada de forma óptica al soporte fílmico.
Del paso de Larry Ceballos por esa experiencia con Vitagraph quedaron al menos tres producciones de vodevil tituladas sucesivamente: The Larry Ceballos Revue (julio de 1928), Larry Ceballos’ Roof Garden Revue (noviembre de 1928) y Larry Ceballos’ Crystal Cafe Revue (diciembre de 1928). En ellas figuran las “Larry Ceballos Girls” y se incluyen algunos números del circo Barnum & Bailey. Una reseña cinematográfica de la revista Variety de noviembre de 1928 describe la Crystal Cafe revue como un espectáculo fílmico que dura nueve minutos y muestra elementos tomados del strip tease, con elementos del “flash act” (un estilo de tap donde solo se mueve de el bailarín de la cintura para abajo). Un conjunto de bellas bailarinas vestidas con crinolina (heredera del miriñaque, una falda rígida que daba volumen), se quitan los sombreros, las blusas y faldas hasta quedar en shorts, todo con un fondo musical y cierre con una canción de borrachos. Se impone comentar aquí que la carrera de Larry estuvo siempre vinculada a ese recurso fuertemente patriarcal de la época, que dio mucho trabajo a jóvenes coristas que la industria incorporaba de a cientos y que incluso no necesitaban antecedentes de baile: bastaba con un buen cuerpo, caras bonitas y una rígida disciplina de conjunto.
Noticias sobre las variedades
Hojear la revista Variety de fines de los años veinte da un buen panorama de los espectáculos de la época. En enero 1929 se anuncia que Larry “ha sido elegido como director de escena de la octava edición del Wampas Frolic a realizarse el 12 de febrero”. Se trataba de un premio anual o título concedido anualmente e Hollywood entre 1922 y 1934. “Wampa” era una campaña promocional de la Western Association of Motion Picture Advertisers. Consistía en la elección de 13 jóvenes actrices en su camino al estrellato. Las ganadoras recibían una promoción masiva para ayudarles a despegar en su carreras. Entre las más famosas ganadoras se contaron Joan Crawford, Janet Gaynor, Dolores del Río, Dorothy MacKaill, Joan Blondell, Loretta Young y Ginger Rogers. Una noticia de abril de 1929 confirma que “al dejar la presentación escénica en el teatro Warner de esta ciudad, Larry Ceballos se va al estudio de dicha compañía a poner en escena números musicales para producciones de Vitaphone.” Una nota breve de otro orden, en Variety de enero de 1929 nos retrotrae a una inesperada e interesante noticia sobre Rosalía Ceballos, su hermana menor. La información dice que el 21 de enero nació un niño en Los Ángeles, hijo de Worthington Butts y señora. “La señora Butts fue conocida profesionalmente como Rosalie Ceballos. Es la hermana de Larry Ceballos. Ambos padres son conocidos en Broadway. Los Butts se casaron hace algunos años y vinieron a vivir aquí dos años atrás.” Rosalía contaba entonces 37 años y estaba retirada del espectáculo. Su hijo recibió el mismo nombre del padre, Worthington Butts.