Emperador Adriano. Líder y Estadista. (3)

Por Eduardo Dalmasso.*

¿De dónde provenía y como accede al poder?

El emperador pertenecía a una familia con derecho a una silla en el senado romano, a la dinastía Antonina   de la línea de emperadores españoles. Estos emperadores llevaron al imperio a su apogeo:  Trajano, Adriano, Antonino, Marco Aurelio.   Nació en las cercanías de la actual Sevilla,    región   de  Hispania,  en la que su familia se había asentado para la época  de Escipión. (4)  Se considera que   el   clan de los hispanos fue esencial en su carrera política. Esta vinculación:   se fortalece al contraer matrimonio con una sobrina de Trajano   quién lo nombra su sucesor.                                                                                                                               Su asunción a la diadema imperial no estuvo exenta de controversia. Tuvo que enfrentar la oposición de poderosos rivales que pretendían desconocer su designación. En ese difícil proceso, juegan un papel fundamental:  Publio Acilio  Atiano su tutor,    vinculado a su padre y al emperador, del cual fue prefecto del pretorio y  Plotina,  la esposa de Trájano,  de quien goza  su amistad. Esta última es la que da pruebas de su  designación como heredero, mientras   Atiano   se   encarga   de eliminar a los rivales de su protegido bajo la acusación de conspirar. Esto último le ocasiona   una negativa animosidad del Senado. Situación que a lo largo de su gobierno se va modificando.

Decisión  Estratégica!

Adriano, toma la decisión de defenestrar de su cargo a Atiano, por las acciones ejecutadas “sin su consentimiento”. Este aprueba esa decisión   por   comprender   las reglas de juego del Imperio. Años después es premiado    con su incorporación   al    senado.  El emperador entiende que las acciones respondieron a su lealtad. pero que no podía defenderlo ante el senado y   las leyes.  Era consciente que no debía   legitimar   las decisiones   de   Atiano, porque estas transgredían   los valores que hacen al orden vigente.  Digamos: un marco de subordinación voluntaria y sensata para poder defender las normas del   imperio   con cierta autoridad moral.

Adriano se plantea que ahora ya en el poder, a él le corresponde probar que se merece ser el primero del Imperio Romano. Sin duda, más allá de sus virtudes, “los Dioses de   buena fortuna estuvieron con él.”

De su historia   familiar, sabemos que su abuelo fue la influencia más importante en su infancia. Lo inició en la observación de la naturaleza y los astros. Un personaje que se consideraba parte de la naturaleza y que excedía las convenciones de su época y que parece haber provocado en Adriano una eterna curiosidad por lo inexplicable.

“Una parte de cada vida, y aun de cada vida insignificante, transcurre en buscar las razones del ser, puntos de partida, las fuentes (…) las explicaciones mágicas. (…)” (pag   26   )

La figura paterna aparece como opaca, un hombre virtuoso,    carente   de   ambición y alegrías, anodino si se quiere o indiferente al mundo;  no existió una conexión que dejara huellas en el futuro emperador. Muere cuando Adriano cumplía 12 años. A su madre no la vio más desde que partió de su hogar. 

Su tutor lo llama   a    Roma,      se traslada  con el entusiasmo propio de quien quiere conocer otros mundos y ponerse en acción.  Adriano era consciente de su linaje.

Una vez en Roma, desde un cargo muy modesto en la justicia, pone todo su empeño para llegar a ser nada menos que el sucesor de Trajano. 

Adriano fue el diseñador y constructor de su destino, pero eso no le impedía realizar consultas a oráculos y otras fuentes adivinatorias.  En su carta a Marco Aurelio, resalta su autoexigencia y su particular método para enfrentar las tareas que no eran de su agrado y también el hecho que no cejó nunca en la búsqueda de entender el mundo y a sí mismo. Esta disciplina, no le vedaba el derecho al placer que buscaba con la misma avidez con la que encaraba sus estudios y trabajos.

Aprendizajes fundacionales.

Al describir su educación, sobresale   su admiración   por la cultura griega, de la cual fue un fiel discípulo. Como miembro de las familias insertas en el poder, recibe el nombramiento de Juez de litigios sucesorios.   Distintos             personajes   transitan   por   su vida en búsqueda de que les imparta justicia. Personas en conflicto   que requieren de su juicio y cordura; Toma conciencia respecto a que para conocer a los demás, debe conocerse a sí mismo, una tarea   que   admite, no le es fácil   pero que es lo   que   le permitirá poder mirar, observar al otro y conocerlo   a   fondo. Esa experiencia le sirve para aprender: “que hasta los hombres más opacos emiten algún resplandor, este asesino toca bien la flauta (…) y pocos hay que no puedan enseñar alguna cosa.” ( pag40)  Habla de los libros como dueños de la verdad, pero de una verdad que es efímera e imperfecta por lo cual invita a continuar la búsqueda de respuestas. (pag 31) En suma: aprendía y combatía la soberbia.  

4.-  (Llamado el Africano; ?, 235 a.C. – Liternum, actual Italia, 183 a.C.) Militar romano. Hijo de Publio Cornelio, y sobrino de Cneo Cornelio, participó en la batalla de Tesino contra el ejército de Aníbal, en la cual salvó la vida a su padre

* Doctor en Ciencia Política. (CEA-UNC). Editor del Blog.  Miradas Políticas y otros enfoques