Por Gabriel Silva
Tras el mero formalismo de una encuesta acordada entre Luis Juez y Rodrigo de Loredo para confirmar que el senador será el candidato a gobernador de Juntos, lo que viene asoma aún con mayor tensión. Se trata, ni más ni menos que del punteo previo para el armado de las listas y donde la fricción dentro del radicalismo, como así también en el vínculo siempre incómodo del centenario partido con el PRO, levantará la temperatura.
Como lo contó Alfil la semana pasada, los roces comenzaron por la conformación de los binomios. Tanto el PRO como el radicalismo pretenden secundar a Juez en la boleta provincial y al radical de Evolución en el segundo casillero de la fórmula por la Ciudad. Sin embargo, la agonía por la confirmación de algo que todos conocen como el lanzamiento provincial de Juez, motivó que las conversaciones vayan en otro sentido y arranquen los codazos por las listas.
Desde hace meses, Juez tanto de manera directa como a través de intermediarios le hace llegar el mensaje a De Loredo: “traé el partido”. Desafía el senador al diputado para que se siente en la mesa de negociación como el líder de la UCR, a sabiendas de que esto es de difícil concreción por varios motivos. Fundamentalmente porque al radicalismo provincial lo conduce Mario Negri a través de Marcos Carasso; y porque Ramón Mestre, un socio que aún en minoría trata de imponer condiciones, no tiene en sus planes allanar el camino del parlamentario de Evolución.
Del diálogo entre estos tres dependerá en buena parte cómo se terminen de acomodar las piezas debajo de la candidatura a la gobernación de Juez. Porque, al margen de que a los dirigentes que llegan de afuera el deloredismo les plantea que una vez que se conozcan los resultados de las encuestas está la chance de seguir discutiendo por los techos de ambos precandidatos, el resto de los socios cordobeses reconoce que no es así. Que no hay margen.
“La encuesta es un mecanismo que despejará dudas; y es el último, no podemos seguir perdiendo tiempo y estirando las definiciones. No se puede estar dilatando el armado todo el tiempo”, reconoció a Alfil un hombre de la coalición. Casi como avisando que no hay motivos para seguir discutiendo y que, una vez que se conozcan los resultados, que probablemente serán esta semana en simultáneo con las elecciones de La Falda, llegará el turno de la rosca.
Ahí, de acuerdo con lo que pudo saber este diario, la intención del juecismo es quedarse –por lo menos- con una docena de los primeros lugares de la lista sábana a la Unicameral. Y, en paralelo, ofrecer al radicalismo las candidaturas departamentales de aquellos intendentes que no tienen chance de re-reelección. Propuesta que ya genera desencuentros, miradas de reojo y las habituales incomodidades en la convivencia aliancista.
Puertas adentro de la coalición entienden que la lógica de la propuesta obedece a la estructura que podría aportar la UCR por la territorialidad y el compromiso con el cual el juecismo empuja a los radicales con el ofrecimiento. Frente a la necesidad de salir a pelear los votos con el peronismo probablemente el último domingo de junio.
La lapicera, en el caso de la ciudad y siempre y cuando De Loredo confirme su candidatura municipal, será distinta. En territorio capitalino el radicalismo y el PRO pretenden incidir con otro peso; algo que Juez también conoce. Si De Loredo es candidato a intendente, la vice quedará para el radicalismo o el PRO. Y, como también lo contó este diario la semana pasada, las tensiones entre el concejal Juan Negri, la diputada nacional Soher El Sukaría, el presidente del PRO, Javier Pretto, y el titular del Comité Capital de la UCR, Diego Mestre, se sostienen.
De los cuatro, el que no encaje en el segundo casillero del binomio tendría destino de lista en la Unicameral o jugará el segundo semestre rumbo al Congreso. Y aquí, también se suman otros apellidos en el caso de la disputa legislativa como son el exintendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa y el actual titular del Ejecutivo de Bell Ville, Carlos Briner.
Con el primero, algunos aseguran que Juez tiene un compromiso y que el hombre del PRO no está muy convencido de su nombre en un borrador como candidato a distrito único en Marcos Juárez. “Ganó y bien el año pasado, ¿por qué tendría que ir de nuevo a limarse en el departamento?”, reconocieron algunos. En tanto, lo del radical de Bell Ville que no tiene re-re y que pegó el faltazo al acto de Myrian Prunotto, pero se mostró con Gerardo Morales en la visita del jujeño el fin de semana, el panorama también es incierto. Sigue hablando con todos.
Ambos, tanto Dellarossa como Briner quieren jugar en las boletas legislativas nacionales. Y allí, chocan con intereses de Negri, que busca continuidad y de Mestre, que quedó afuera en el 2021. Como se ve, la definición de la candidatura de Juez ayuda a resolver sólo una parte del problema. Casi con seguridad la más importante, pero solo una parte.