Por Francisco López Giorcelli
Luego de siete años de la última Asamblea Universitaria que decidió cambiar la forma en que se eligen las autoridades unipersonales de la UNC, el Honorable Consejo Superior de la UNC aprobó por unanimidad y sobre tablas el proyecto para convocar a una nueva instancia al máximo órgano de cogobierno de la UNC para tratar la extensión del mandato de esos espacios ejecutivos. La idea en discusión es que la duración en el ejercicio de esas funciones pase de los tres años actuales a cuatro años.
De esta forma, el actual rector de la UNC, Jhon Boretto, sigue avanzado sobre las reformas políticas que había iniciado en 2016 su antecesor Hugo Juri. En el proyecto, leído y presentado por el actual mandatario de la Casa de Trejo, dicta que la asamblea es convocada para el día miércoles 29 de marzo a las 14hs en Salas de las Américas ubicada en el Pabellón Argentina.
Así, el calendario electoral de la UNC se sincronizará en años pares, separando las elecciones universitarias de las elecciones municipales, provinciales y nacionales que se realizan en años impares. En caso de ser aprobada esa propuesta, el texto prevé incluir una cláusula transitoria relacionada con la vigencia de los mandatos tanto para las autoridades actuales como para las que resulten de los comicios de 2025.
Para las autoridades rectorales, la idea de trasfondo es aplicar esta extensión del mandato para la dupla que resulte electa en 2026, de manera que permanezca en tareas hasta 2030. Y para las autoridades decanales, el nuevo período comenzaría a aplicarse formalmente a quienes asuman en 2028.
El rector de la UNC tiene como objetivo la recuperación de la confianza con la oposición y la Asamblea Universitaria, pero este trabajo no es fácil y así quedó demostrado en la última sesión del HCS donde a pesar de la unanimidad a la hora de aprobar la convocatoria a la Asamblea, se abrieron algunos debates interesantes con la oposición K.
Si bien el proyecto se aprobó por unanimidad como dijimos anteriormente, hubo un sector de la oposición, ligado al kirchnerismo, que se expresó en contra de “los tiempos” en los que se llevó a cabo la discusión para convocar a la próxima asamblea, alegando que el mismo es corto y es necesaria una discusión con quienes van a participar de la asamblea que son los representantes consejeros y consejeras de las facultades. Además, recordando lo sucedido en la asamblea del 2016, entienden que es necesario recuperar la confianza en estos espacios institucionales pero que de esta forma es difícil lograrlo.
Flavia Dezzutto, Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades pidió que “generemos una etapa donde la discusión sea más veraz sobre la base de la necesidad que la comunidad universitaria sea escuchada”, adhiriendo al discurso del bloque opositor para que no ocurra lo mismo del 2016 y que se retome la discusión de aquel momento. Para cerrar, la Consiliaria Decana destacó que “evidentemente hay una dificultad con los tiempos de esta asamblea” pero que “hay que mostrar que los tiempos de la configuración de esta comisión (para convocar a otra asamblea en el segundo semestre del año) nos permitan avanzar en la discusión y mostrar la pluralidad de situaciones de nuestra universidad”
Ante las críticas de la oposición, el rector Boretto dijo que “los cuestionamientos son totalmente legítimos” y que justamente por eso se han llevado a cabo distintas conversaciones con decanas y decanos de las distintas facultades. Boretto agregó además que “aspiro a que muchas de las palabras que se han mencionado acá la podamos llevar a la práctica en el sentido de construir una experiencia colectiva y positiva desde el punto de vista institucional en relación al funcionamiento de la Asamblea Universitaria” e instó a quienes participan del órgano de cogobierno permanente como lo es el Consejo Superior, a realizar un trabajo vinculado a la calidad institucional porque de “todos y todas depende que seamos capaces de trabajar de esta forma”. Para cerrar dijo que “la razón por la cual se discutió en estos tiempos es justamente porque está relativamente alejado de los procesos electorales y una de las condiciones de la calidad democrática e institucional tiene que ver con la previsibilidad que se le da a una institución de estas características”.
La discusión por ahora no subió de tono, pero hay que prestar atención a como sigue este clima después de la Asamblea Universitaria. Por lo que, más allá de la extensión de mandatos unipersonales, la comisión ad-hoc conformada para el tratamiento de temas más puntuales respecto a una nueva asamblea en el segundo semestre va a traer un acalorado clima para el oficialismo y la misma oposición
¿Otra asamblea en el segundo semestre?
Además de la asamblea convocada para el próximo 29 de marzo, se conformó una comisión ad-hoc que estará abocada a tratar «aspectos centrales de la democratización universitaria y de la actualización del estatuto» dicta el texto del proyecto. Las propuestas que genere esa comisión serán debatidas en una futura Asamblea Universitaria, a ser convocada en la segunda mitad de 2023. Es probable que en esta comisión los temas a tratar sean la ponderación por facultades a la hora de elegir directamente autoridades, además de la ponderación docente y no docente, entre otros.