Capital: madurado el “plan Passerini”; larga casting para vice

Aunque todavía no haya sido oficializado, en el peronismo descuentan que el actual viceintendente es el elegido para pelear la sucesión municipal. Cómo se reacomoda el tablero interno del PJ y porqué, esta vez, resulta particularmente atractivo el segundo lugar en la fórmula.

Por Yanina Soria

El libre juego que abrió el intendente Martin Llaryora para que los interesados en sucederlo en el Palacio 6 de Julio comenzaran a moverse en clave electoral, duró poco. 

El reparto equilibrado de gestos que por un tiempo administró cuidadosamente el jefe capitalino entre los funcionarios anotados en la carrera municipal, parece haber terminado. Todo indica que el peronismo orgánico ya tiene en la cancha a quien será su candidato a intendente. 

Si bien es cierto que todavía no hay nada oficializado y que, por ende, todo pueda pasar, los indicios a favor del viceintendente Daniel Passerini son cada vez más claros y contundentes. A nadie se le podría pasar por alto el hecho de que los ultrallaryoristas Juan Manuel Cid e Ignacio García Aresca le hayan levantado la mano en un acto político; algo de que por sí, resulta toda una definición. 

Tampoco se puede negar la gran visibilidad pública concedida este último tiempo a Passerini con lugares protagónicos en los actos de gestión e institucionales; además de acompañar a Llaryora en inauguraciones y recorridos de obras en la Capital, el viceintendente comparte varias fotos a la semana también con el gobernador Juan Schiaretti. De hecho, tras la apertura de las sesiones legislativas salió a saludar a la militancia del PJ junto al mandatario, el intendente, el vicegobernador Manuel Calvo y la senadora Alejandra Vigo. Además, ya participa también de las publicidades de gestión de Hacemos por Córdoba. 

Así las cosas, todo parece estar encaminado con el casillero principal de la boleta municipal, resuelto. Naturalmente, la disputa ahora pasará por quién acompañará a Passerini. 

Y en ese sentido vale pena hacer una observación: a lo largo del tiempo la figura de la segunda autoridad de la ciudad fue perdiendo peso específico y quedando acotada casi de manera exclusiva al rol legislativo. Sin embargo, esta vez, el peronismo mira ese cargo con otros ojos. Y no sólo por la experiencia fresca de que de allí saldrá quien peleará la sucesión de Llaryora en la Municipalidad. 

Hay, por lo menos, otras dos razones que vuelven particularmente apetecible esa candidatura: primero, porque en caso de ganar la intendencia Passerini podrá gobernar por un solo periodo ya que la Carta Orgánica le imputa el actual como el primero. Entonces, quien ocupe la viceintendencia de la Capital desde el próximo 10 de diciembre tendrá todo el derecho a ilusionarse con el 2027. 

Por otro lado, en el proceso de recambio generacional tan particular que comienza a experimentar el PJ, lugares como ese bien usufructuados podrían resultarán claves para protagonizar la discusión política que se viene. 

Pero volviendo al cuadro de situación actual del PJ y siempre considerando que la búsqueda del candidato a vice será interna y no en canastas ajenas como temen muchos, sonaría lógico entonces que con Passerini corriendo hoy con el caballo del comisario, haya declinaciones. Quizá se escuchen algunos renunciamientos públicos en los próximos días en pos de trabajar “para el proyecto municipal” de Hacemos por Córdoba, mientras que otros se sostendrán al menos hasta que se produzca la oficialización. 

En esa línea se inscribe el actual secretario de Gobierno municipal, Miguel Siciliano, quien es hoy el principal retador interno de Passerini. Primero porque en los números que manejan en el Palacio 6 de Julio está cerca, y segundo porque tiene estructura. Un activo que internamente se lo reconocen hasta sus propios detractores y que lo ubica lejos del resto del pelotón de los anotados. Pues, allí confluyen sectores extra PJ. 

Sin embargo, el dirigente observa tan claramente como todos en el peronismo, que la balanza está inclinada a favor del ex ministro delasotista y que, posiblemente, este no será su turno. Desde su sector aclaran que no planea sacar los pies del plato, y que su apoyo a la candidatura de Llaryora es inalterable. 

Pero también apuntan que la discusión que busca abrir Siciliano es política y no por cargos ni lugares. El actual secretario de Gobierno buscar integrar el lote de dirigentes del peronismo que se viene. Con esa lógica, hay quienes creen que podría completar la fórmula municipal con Passerini, asumiendo eventualmente un rol de vice proactivo en la gestión. 

Por su parte, en cambio, hay quienes ven con amplias posibilidades allí a su esposa, Victoria Flores, actual titular del Coys y dirigente de trayectoria en Capital. 

Lo cierto es que, por ahora, todo es especulación en torno a quien completará el binomio con el que competirá el oficialismo para retener el principal distrito electoral; una decisión en la que además de Llaryora, se sabe, tallará también la senadora Alejandra Vigo. 

La parlamentaria que ratificó su poderío en la ciudad tras las internas partidarias simpatiza con el “plan Passerini candidato” mientras que muchos apuestan a que aporte un nombre propio para cerrar la fórmula. Allí se mencionan a la actual ministra de la Mujer, Claudia Martínez; a la vicepresidenta de la Legislatura, Nadia Fernández; y al secretario de Políticas Sociales Raúl La Cava, como los más potables. 

Por su parte, el secretario de Transporte municipal, Marcelo Rodio, también mantendrá firme su precandidatura, al menos, hasta que la de Passerini quede oficializado. Sin embargo, el funcionario cercano al intendente Llaryora, hizo saber que su objetivo es jugar con alto perfil el proceso eleccionario que viene, desde el rol que le toque.

También siguen en pie las pretensiones del referente de la seccional décima y actual concejal, Diego Casado. 

Todos quieren, pocos podrán. Lo que está claro en el seno del PJ es que la batalla a la que se enfrentarán no será fácil y que al oficialismo no le sobra nada como para prescindir de alguien. Llaryora quiere jugar con todos adentro y hacia allí apuntará.