Con apoyo schiarettista, Llaryora suaviza fricciones por la fecha

Tras una semana atravesada por disonancias entre las vertientes dominantes del PJ en torno a la fecha en que conviene fijar la elección provincial, el intendente pisó territorio schiarettista y volvió a mostrarse con el gobernador.

Por Felipe Osman

La indisoluble sociedad llaryorismo-schiarettismo no deja, por tal, de mostrar diferencias en torno a la estrategia electoral que debe guiar la estrategia electoral de Hacemos por Córdoba.

En las últimas semanas el llaryorismo dejó trascender su predisposición a fijar cuanto antes la contienda que definirá al próximo gobernador. Y los fundamentos que ofrece son más que atendibles.

El peronismo, habiendo dejado atrás la seguidilla de problemas políticos y de gestión que lo sacudieron el año pasado, atraviesa ahora un buen momento. Y el raid de grandes inauguraciones con las que arrancó el 2023, pisando a fondo el acelerador en cuanto a obra pública se refiere, hasta parece preanunciar que las elecciones están cerca.

Sumado a esto, las indefiniciones siguen dominando la escena en Juntos por el Cambio, y esto representa una ventaja táctica que el llaryorismo no quiere dejar de aprovechar. Prefiere ceñir al máximo los plazos para que la oposición, no sólo tenga menos tiempo para cohesionarse a nivel local, sino que tampoco pueda capitalizar la tracción que sus referentes nacionales puedan aportarle, “intoxicando” la elección provincial con aquella agenda.

El schiarettismo ve esa configuración. Pero la ve desde la propia perspectiva. Adelantar las elecciones provinciales alterando lo dispuesto por el Código Electoral -como ya lo hizo en 2019-echaría por tierra la defensa del institucionalismo que viene practicando a nivel local, al rehusarse a permitir una segunda reelección a los intendentes, y declamando a nivel nacional, oponiéndose a la reforma de la Justicia que impulsa el Frente de Todos.

Por si fuera poco, esto no sólo conllevaría fulminar uno de los principales puntales del discurso nacional de Schiaretti, sino también limitar su propio tiempo de construcción política en ese tablero. Las elecciones provinciales redefinirán la relación de fuerzas dentro del oficialismo. Y es probable que el gobernador no esté demasiado ansioso de que esto suceda.

En esa clave cabe leer las declaraciones del ministro de Gobierno Julián López, quien negó categóricamente que el oficialismo vaya a modificar el Código Electoral para situar las elecciones provinciales antes de junio. 

Aun así, no caben dudas de que la sociedad entre el mandatario y su delfín es, como se dijo, indisoluble. Y seña de esto es que, a pesar de tales diferencias tácticas, schiarettismo y llaryorismo se muestran profundamente cohesionados detrás del objetivo de retener la Provincia.

Desde que arrancó el año, más allá de compartir múltiples inauguraciones y actos de gestión, el gobernador y el intendente han enviado mensajes políticos conjuntos y trabajado coordinadamente para ordenar al peronismo de cara a las elecciones provinciales.

Lo hicieron, por ejemplo, cuando visitaron juntos la ciudad de San Francisco y Llaryora levantó la mano de Damián Bernarte como su candidato en la ciudad, desestimando los desafíos de Gustavo Klein, presidente del Concejo Deliberante. Y también en Córdoba, donde, compartiendo escenario, han dado señales hacia la interna del PJ capitalino.

Pero ahora, además de las recorridas que el intendente viene realizando en el interior junto a dirigentes del llaryorismo, como en Cruz del Eje junto a Claudio Farías o en el departamento Colón junto a Gustavo Brandán (Colonia Caroya), Llaryora también ha empezado a pisar territorio schiarettista y a recibir el respaldo de dirigentes firmemente alineados con el gobernador.

Ese es el caso de dos visitas que llevó adelante en los últimos días. Por un lado, al mencionado departamento Colón, donde se reunió con el intendente de La Calera Facundo Rufeil para hablar de gestión y de política.Y también al departamento Río Primero, que visitó junto al legislador provincial Juan Blangino.

En el primer caso, durante la conversación política Rufeil manifestó su pleno respaldo a la candidatura provincial de Llaryora, y el intendente capitalino hizo lo propio con su anfitrión, al que además le pidió coordinar agenda para recorrer junto a él la ciudad.

En el segundo, Llaryora recibió, por muestra de apoyo, el compromiso de intendentes y jefes comunales de pegar sus elecciones a la elección provincial.