“En Córdoba, el conflicto de fondo es si la oposición ofrece un candidato, o más bien un liderazgo, de consenso o uno de imposición”, dijo ayer el presidente de la Línea Córdoba, Javier Fabre, al opinar de la definición de las candidaturas en la alianza Juntos por el Cambio.
“Lo primero lleva asociada una idea fuerte de democracia interna y participación, idea que entiende que el proceso mediante el cual se generan las candidaturas y los liderazgos, está fuertemente relacionado con la suerte del gobierno que de ellos pueda surgir. Lo segundo es el mecanismo que tanto la UCR como Juntos por el Cambio ha practicado en los últimos veinticinco años de derrotas consecutivas”, describió el dirigente angelocista.
Para Fabre, “si las candidaturas se organizan mediante una elección interna queda definida de forma indiscutible la legitimidad y el orden que cualquiera de los espacios en disputa debe respetar”. “Nadie puede cuestionar la fuerza de los números democráticos en una elección limpia y ordenada, además que resulta una obligación que surge de la normativa constitucional, electoral nacional, provincial y de las cartas orgánicas partidarias”, agregó.
Una elección interna, consideró, permitiría a la oposición “lidiar con las mayorías y minorías, con aquellos dirigentes y sectores políticos que necesariamente no van a obtener lo que desean”. En cambio, “si se realiza un acuerdo como los que suelen resultar de las mesas chicas en los últimos años, que premian la obsecuencia y la domesticidad política, quienes sientan que no tienen participación, también se sentirán legitimados para apoyar opciones extrañas a esta coalición sin reglas, sin ideología y sin lugar”. Y advirtió: “la posible fuga de dirigentes del radicalismo es hija directa de unas autoridades que no saben o quieren lidiar democráticamente con los espacios en disputa”.
“La otra gran ventaja comparativa de implementar un mecanismo ampliamente democrático, es que las internas obligan a sus participantes a engordar sus filas”, continuó. A Fabre le llama la atención “justamente por la PASO del 2021, que sirvió como plataforma de la actual popularidad política de Luis Juez, que ahora desdeñe ese mecanismo para definir quién será titular de la candidatura a gobernador”.
“Pero hay dos ventajas más todavía: la primera es que permitiría una renovación política de los cuadros dirigenciales de toda la oposición, que inmediatamente quedarían mejor y más claramente posicionados. La segunda es que también se daría un mensaje acorde a las críticas que se hacen al discrecionalidad schiarettista a nivel provincial, o al dedazo cristinista en el nivel nacional”, indicó.
“En este 2023 se cumplen cuarenta años de democracia, pero también cuarenta años sin Arturo Illia. Y como bien solía decir en sus épocas de lucha este expresidente radical: ‘lo único que se hace de arriba para abajo en política es un pozo’”, concluyó el angelocista.