No es la primera vez que la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio intenta impartir orden en los distritos rebeldes. Córdoba siempre lo fue (en su momento con la anuencia de su máximo referente: Mauricio Macri en su rol de presidente de la Nación). La tormenta de la ruptura acaba de desatarse en Neuquén y en Mendoza, otra provincia central en los propósitos electorales de la alianza, hay alerta por las tensiones manifiestas entre el exgobernador radical Alfredo Cornejo y el larretista Omar de Marchi. Los rumores de atomización no cesan.
Es en este contexto que, en la noche del miércoles, los popes aliancistas emitieron un duro comunicado poco amistoso. Los presidentes de los partidos de JpC resolvieron sancionar a los dirigentes de esa coalición que «inclumplan» las reglas internas en materia de elecciones anticipadas y estrategias electorales.
Los titulares partidarios Patricia Bullrich (PRO), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal) se reunieron en la sede del PRO en el centro de la ciudad de Buenos Aires y ratificaron la «vigencia de las reglas para las elecciones anticipadas», según se indicó a través de un comunicado.
Los dirigentes aclararon que tomaron esta resolución ante «un oficialismo que cambió las reglas en muchas de las provincias». Aunque, a decir verdad, este tipo de recordatorios ocurren inmediatamente después de algunas señales amarillas en distritos clave para Juntos.
Es por eso que también ratificaron que «la dirigencia de todos los partidos debe buscar la unidad y las mejores propuestas para la ciudadanía, teniendo en cuenta los problemas que cada una de las provincias debe resolver en sus economías, en los problemas sociales y laborales».
«En caso de incumplimiento de la resolución que establece el reglamento interno de la Mesa Nacional y las estrategias nacionales y provinciales de JpC, los dirigentes que no cumplieren con la estrategia serán sancionados y no podrán utilizar las siglas de JpC en alianzas, colectoras o lemas», agregaron.
Por último, se convocó a una reunión de la Mesa Nacional para el lunes 6 de febrero.
En Córdoba, no se dan por aludidos. Los dirigentes y precandidatos –con la correspondiente excepción de la línea macrista- declaman por su autonomía a la hora de definir la estrategia electoral y los tiempos de la discusión política. Lo cierto es que esa guerra fría entre los aliancistas locales exaspera a la Mesa y a los anotados en la carrera presidencial. En cierto punto, se les dificulta desarrollar su estrategia nacional sin pisar cayos entre los referentes que, algunos meses después, deberán moverse para la PASO y juzgarán los servicios prestados para la ronda electoral local.
Como sea, la advertencia de sanciones no causó gran conmoción entre los cambiemitas cordobeses. La mayoría de las fuentes consultadas planteas que es una muestra de la desorientación de la conducción nacional y la falta de liderazgos claros. “Es como el Papa parando la guerra entre Ucrania y Rusia”, grafican.
Más allá de los chascarrillos, indican que se trata de expresiones de deseo si imperio legal, ni político para imponerlas. Es curioso que todos advierten “desesperación” en la dirigencia nacional.
En definitiva, en el haber hay varios fracasos en este sentido. Desde el año pasado que la Mesa insiste a sus socios de las provincias sin primarias que definan un reglamento, incluso hay puesto plazos perentorios que se fueron corriendo ante la inexistente reacción de los que estaban aludidos en la orden.