Larreta prioriza un mano a mano con intendenta díscola

Visitará Estación Juárez Celman, gobernada por la radical Myrian Prunotto, flamante presidenta del Ente Intermunicipal de Gestión Metropolitana de Martín Llaryora. ¿Operativo unidad de Juntos o guiño a la transversalidad?

Horacio Rodríguez Larreta y Myrian Prunotto

Por Yanina Passero

Horacio Rodríguez Larreta arribará hoy a la provincia de Córdoba, en el marco de su gira de instalación nacional por el interior del país. El grueso de la agenda del jefe de gobierno porteño se había punteado con esmero semanas antes, incluso se resolvió agregar un día más para profundizar el diálogo con dirigentes de Juntos por el Cambio, empresarios, artistas y otros “influencers” de la política local.

En los márgenes del cuadro de doble entrada se anotó una parada llamativa, que contrasta con el pretendido objetivo presidencial de Larreta y lo acerca más a la rosca doméstica. Antes de la “picadita” que organiza uno de sus armadores en Córdoba, el exintendente de Jesús María, Gabriel Frizza, bajará en la Municipalidad de Juárez Celman, gobernada por la radical, Myrian Prunotto.

La intendenta que aparece en una buena cantidad de fotos oficiales del gobernador Juan Schiaretti y su candidato, Martín Llaryora, fue designada como la presidenta del Ente Intermunicipal de Gestión Metropolitana, la criatura del intendente para promocionar sus cualidades en un punto neurálgico de la estrategia electoral del peronista como lo es el Gran Córdoba. A viva voz, Prunotto admite que no trabajará para el precandidato a gobernador de Juntos por el Cambio, Luis Juez; mientras que desconfía del juego de su correligionario, Rodrigo de Loredo.

La moda transversal anima a Prunotto a proyectarse en Hacemos por Córdoba en el nuevo ciclo. Lo cierto es que desde su entorno afirman que “no se inmolará sola”. Es por eso que de manera artesanal urde su pequeña malla de intendentes que, en definitiva, contribuirían a que Llaryora cumpla su objetivo de extender las fronteras de su coalición con predominio peronista, pero en el que conviven otros sellos políticos.

Fuentes de diálogo permanente con Larreta (y con oficina en Buenos Aires) intentaron bajar la carga especulativa sobre este nuevo renglón de las actividades oficiales del presidenciable del PRO. Cuentan que fue la misma Prunotto la que insistió a los operadores larretistas presentes por una visita a su municipio, teniendo en cuenta la proximidad de la ciudad al aeropuerto internacional. Brindan más detalles: la invitación de la radical fue deslizada en las famosas tertulias de fin de año que organiza el legislador amarillo, Alberto “Tucho” Ambrosio.

Con toda seguridad, los operadores de Larreta deben recibir a diario invitaciones para el alcalde del PRO. La exclusividad, en esta oportunidad, la tendrá Prunotto, porque si bien están previstas reuniones con intendentes si acceso a la prensa, es todo un gesto, en una agenda frenética.

¿Por qué ahora? El contexto favorece el montaje de algunas hipótesis a pesar de los esfuerzos de quitar dramatismo a esta sorpresiva escala. De la vereda de Prunotto dirán “Myrian suena, seguro quiere saber por qué”, se agrandan. De la vereda aliancista dan por descontado que Larreta hablará de “unidad aliancista”.

Lo viene haciendo en cada una de sus intervenciones públicas cuando se le pregunta sobre los vínculos vigentes entre una pata del PRO –la macrista- y Hacemos por Córdoba. Incluso, Larreta alguna vez dejó trascender de tener a Schiaretti jugando en sus filas. Hoy sostiene que “el cambio” también debe llegar a la provincia de Córdoba.

Fue uno de los primero dirigentes en enjaular el fantasma de la funcionalidad de los amarillos con los peronistas y, en un intento de reforzar su coherencia, abrazó la candidatura de Juez, un poco por convicción en su potencialidad; otro poco por el juego del expresidente Mauricio Macri que subió a cochocho al radical Rodrigo de Loredo.

Si el tema “unidad” no está entre los temas presentes con la intendenta que no teme proyectarse en HpC si logra constituir una masa de pares que se sumen, la ausencia de signos persuasivos de parte de uno de los referentes nacionales de la alianza podría impactar negativamente en los sensibles integrantes de Juntos en Córdoba. No hay que olvidar que hay un escenario general de diálogos cruzados entre dirigentes del que el encuentro Macri-Llaryora fue uno de tantos.

A los 30 minutos previstos, Larreta y Prunotto tendrán que sacarles el jugo.