Con 94,8% el 2022 fue el año de inflación más alta desde 1991

En diciembre el IPC marcó 5,1%. Con estos números la Argentina se consolida como el segundo entre los países con más alta inflación en la región, detrás de Venezuela, que cerró el año pasado con un alza de 305,7%.

La inflación de diciembre fue de 5,1% y cerró 2022 con un aumento de 94,8%, la más alta desde 1991. Hubo dos fuertes impulsos en el año. El primero, con impacto global, fue la invasión de Rusia a Ucrania, que recalentó los precios de los alimentos y de la energía internacionalmente; el segundo, bien local, fue la crisis cambiaria que se desató tras la salida de Martín Guzmán. En Córdoba el IPC fue de 5,14%; el rubro de bienes tuvo una variación mensual de 5,16% y el de servicios 5,04%. El incremento interanual del IPC-Cba alcanzó 89,05%.

Con estos números la Argentina se consolida como el segundo entre los países con más alta inflación en la región, detrás de Venezuela, que cerró el año pasado con un alza de 305,7%. Pero la variación en el régimen de Nicolás Maduro fue la mitad de la registrada en 2021. El gobierno de Fernández recorre, en cambio, la senda contraria.

El índice de precios (IPC) nacional de diciembre fue de 5,1% y estuvo por debajo de lo esperado por el mercado, que proyectaba 5,7%, en promedio, para el último mes del año. Fue una leve desaceleración que permitió un triunfo simbólico, pero pírrico, dada la magnitud del desborde de precios: el dato anual no llegó a 100% (las tres cifras hubieran requerido un alza de 8%).

El ministro de Economía, Sergio Massa, había anticipado: «Diciembre, de acuerdo a la proyección de la Secretaría de Programación Económica, estaría también con el cuatro adelante. Vamos a ver cuando el Indec publique» dijo a Perfil y destacó la caída del costo de vida desde el momento en el que llegó al cargo y ratificó que en abril el IPC va a dar un número «que empiece con 3».

«Exactamente, ése fue el objetivo que nos pusimos. Arrancamos con la inflación que estaba en 7,4% y en los primeros sesenta días estacionamos en el 6% 6,4%, 6,3%», señaló y agregó que en Economía aspiraban a que noviembre y diciembre el IPC se estacionara en 5%, por lo que el “número de noviembre nos llamó la atención porque se produjo sobre todo en alimentos y en indumentaria, que fueron los dos acuerdos más importantes que cerramos, una desaceleración muy fuerte».

Para 2023, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) pronosticó un 98,4%, una variación mayor a la de este año, pero algunos puntos por debajo de lo que indicaban previsiones anteriores. Sin embargo, la mirada del mercado es desoladora a largo plazo: según el último REM del Banco Central (BCRA), el país recién tendría una inflación parecida a la de la “tierra arrasada” descripta por el kirchnerismo en 2019 a fines de 2025 (ven entonces un 51,1%).

El presupuesto 2023 elaborado por el equipo del ministro de Economía estableció, en cambio, una inflación de 60% para este año. La brecha con los privados es de casi 40 puntos.

La inflación es, en todas las encuestas de opinión, la principal preocupación de los argentinos. Es un dato que tienen en cuenta oficialismo y oposición camino a las elecciones presidenciales.

Los economistas privados creen que, ante la persistencia de las subas y sobre todo de la medida núcleo-, sigue siendo un desafío la desaceleración en tiempos de una gran distorsión de precios relativos. Es por eso señalan que habrá que confirmarla en un año electoral con probables actualizaciones de ingresos, aumentos tarifarios previstos y una dificultad para atrasar el tipo de cambio por la necesidad de acumular reservas. Esto en un contexto en el que siguen las dudas vinculadas al estrés que puede seguir sufriendo el financiamiento del déficit a través de deuda en pesos.

Pese a que el nivel general no alcanzó las tres cifras, varios capítulos sí vieron duplicados sus valores en doce meses. Es el caso, por ejemplo, del precio de la indumentaria y el calzado, y de los restaurantes y hoteles. Los alimentos estuvieron por encima del promedio, mientras que las tarifas de los servicios públicos y de los servicios públicos, se mantuvieron atrasadas.