Por Yanina Passero
El precandidato a gobernador de Juntos por el Cambio (JxC), Luis Juez, hace un tiempo que confiesa sus reservas sobre la carrera presidencial de la jefa del PRO, Patricia Bullrich, pese a haberle lanzado elogiosas palabras en la gira por el norte cordobés de finales de diciembre. Parte de su mesa chica disiente con esta opinión expresada en privado que, pese a esto, blanqueó frente a las potentes cámaras de Todo Noticias.
Las definiciones del fundador del Frente Cívico, últimamente, son muy tajantes. Recostado sobre el sofá de la escenografía aseguró que será el candidato del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en Córdoba. Lo dijo con la misma convicción con la que expresó que no habrá interna aliancista.
“Cualquier dirigente de Cambiemos tiene que saber que si querés ser presidente, tenés que ganar Córdoba. Me molesta el autobombo, pero hoy no ganas Córdoba si no llevas a Luis Juez como candidato a gobernador”, dijo Juez con la clara intención de ser escuchado por el expresidente Mauricio Macri, militante antijuecista.
Dijo después: “Yo lo voy a bancar a Larreta sin ninguna duda” y crujió la relación con su madrina Patricia Bullrich en las primarias legislativas de 2021.
Posturas determinantes pueden acarrear problemas indeseados en momentos de indefiniciones, tanto nacionales como locales. Juez se animó a romper con esa consigna autoimpuesta de lograr que los presidenciables “paguen” primero, para obtener apoyo posterior en las PASO.
Con Bullrich, la relación venía sentida por la inclinación de Juez hacia el rival. Poco a poco, en esa supuesta neutralidad estratégica se colaba la preferencia por el presidenciable que ocupa el despacho principal en el edificio de calle Uspallata. “La distancia la marcó Juez al adelantarse por cuestiones operativas y jugar con Horacio (Rodríguez Larreta). Esto tiene consecuencias hacia adentro”, deslizaron desde el entorno de la titular del PRO nacional.
Con fecha confirmada para su próxima visita a Córdoba (será el lunes 30 de enero), “La piba” caminará al ritmo de los acordes del Cosquín Cuarteto. Surge el siguiente interrogante: ¿con quién elegirá mostrarse? Desde su entorno afirman que no habrá represalias públicas por este juego apurado y se muestran herméticos al respecto. Sin embargo, otras fuentes no descartaban que esa recorrida sea compartida con “el otro” precandidato.
Bullrich acobijó tanto a Juez como al radical Rodrigo De Loredo en la frenética interna cordobesa del año pasado. Desafió al propio Macri en su bastión al auspiciar a los rivales de Gustavo Santos y Mario Negri. Si la sociedad con su jefe prospera tiene el camino allanado para apoyar al integrante radical del binomio que no puede resolver los nuevos términos de su acuerdo. Todo parece indicar que la comandante jugará en estos bordes para manifestar su descontento.
Seguramente, Juez haya advertido con más calma que Bullrich puede inclinar la cancha. Disfrutó de las mieles de su poder de daño cuando se lo propone.
Entonces, el senador resolvió tomar distancia, seguramente calculando las consecuencias de estos movimientos anticipados. Es por eso que no será de la partida del que sería su patrocinador en la primera gira oficial de campaña por Córdoba. Un día antes del arribo de Larreta, Juez tomará vacaciones.
Los campañistas del alcalde PRO daban por descontado que tendrían la escolta del dirigente al que le ponen todas las fichas, pese a la diplomacia que se imponen en el vínculo con De Loredo. Las tan ansiadas vacaciones -inobjetables en el inicio de un año que será muy intenso- servirán de coartada al exintendente para poner paños fríos en la relación con los presidenciables.
Al punto que su principal asesor, el presidente del Frente Cívico, Ernesto Martínez, aprovechará la gira de tres días de Larreta por los festivales y principales balnearios para reunirse con los alfiles del porteño. El objetivo: pedir un reporte del estado de armado de Larreta en Córdoba y ratificar que la interna de la Mesa Nacional de Juntos debe quedar afuera de los límites de la provincia.
Asoman los dientes juecistas para recuperar algo de equilibrio.
