Por Gabriel Silva
“Todos tienen el aval de Martín (Llaryora) para moverse. Aparte, que lo hagan, le suma también a él. Eso sí: todos saben que lo hacen dentro de un marco y el límite son los carpetazos. Si el ‘1’ ve algo de eso, listo, se termina todo”. La frase pertenece a una persona de máxima confianza del intendente Martín Llaryora y aplica a la perfección al clima que se vive desde hace algunas semanas en el PJ Capital por una cuestión central: quién será el candidato peronista al Palacio 6 de Julio.
Como lo dijo Alfil la semana pasada, la aparición de carteles con la imagen del viceintendente Daniel Passerini –y el lógico aval de Llaryora para que eso suceda- sirvió para ‘profesionalizar’ la disputa. Se salió de manera abrupta de la pelea en los pasacalles (por más que algunos en ciertos barrios insistan) y se pasó de fase. Se entró en otra lógica. Sobre todo, porque a todos, Llaryora les hizo saber que no estaba de acuerdo con los pasacalles. “Ensucian la ciudad y son un riesgo. Algunos estaban colgando pasacalles en cualquier lado. Por eso, se les dijo que los sacarán. Nadie salió a hacerlo motu proprio”, señaló una fuente del Palacio 6 de Julio a este diario.
Fuentes que están al tanto, incluso, de los cruces por WhatsApp de manera directa que se dieron entre algunos funcionarios con intenciones en este 2023 electoral.
Passerini intendente
La primera tanda de carteles del viceintendente junto a Llaryora descolocó a algunos. Sobre todo, porque varios se sorprendieron al encontrarse con séxtuples horas después de la orden impartida desde la Municipalidad de bajar los pasacalles; al punto, que algunos creyeron que había una señal implícita entre la directiva y la cartelería.
Sin embargo, que no haya consigna electoral en la imagen también fue una señal para muchos. Hasta ahora. Porque, según reconoció a este diario un dirigente capitalino con recorrido por los pasillos del Concejo, los que aparecerán en unas semanas tendrán la frase ‘Passerini intendente’.
“Esto se va a definir en febrero. Y hay, no solo un grupo de dirigentes trabajando en la candidatura de Daniel, sino que también existe una porción del gabinete municipal, un aval desde El Panal y el convencimiento en un sector muy cercano a Llaryora”, reconoció un peronista con encuestas en mano y que fundamenta, además, con lo que representaría para el PJ presentar en Córdoba un candidato como Passerini.
Siciliano resiste
Regresado de sus vacaciones, el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano, se aferra al lote de candidatos. En su entorno, insiste con que acepta cualquier forma de definición que no sea el dedo y reitera aquello de una selección similar a la que se dio para que Llaryora fuera el candidato en 2019.
Al margen, y por más que Siciliano reitere aquello de la interna como mecanismo de definición, es una alternativa cada vez más lejana. Incluso descartada por los entornos, tanto de Llaryora, como del gobernador Juan Schiaretti y de un engranaje clave en el peronismo de la Ciudad: la senadora Alejandra Vigo. Los tres saben que la herramienta de la confrontación está descartada.
Así, y dentro de un diagnóstico en el que algunos observan encuestas con paridad entre ambos y donde también se incluye al titular de la Agencia Córdoba Deportes, Héctor ‘Pichi’ Campana, la discusión continúa. Y la definición asoma para febrero o los primeros días de marzo. No antes.
Por ahora, hay dos variables en este momento del debate: la confianza, para el llaryorismo, el schiarettismo y el viguismo que encarna Passerini; y la gestión, atada al rol en el Ejecutivo de Siciliano. Incluso con una botonera con menos poder que en otra parte del mandato de Llaryora.
Esto último es lo que exhibirá el secretario de Gobierno el próximo sábado cuando junte tropa en un salón de la seccional 14ª. No militancia, no será un acto, como dicen en el sicilianismo, se trata de un encuentro con dirigentes para evaluar los pasos a seguir y hay quienes hablan de lanzamiento. En el evento que será hasta el mediodía e incluirá también a Victoria ‘Tory’ Flores, la titular del Esyop.
“Puede ser interesante a futuro para saber cómo queda Daniel en los números con todos los insumos que se vieron y qué puede pasar con nosotros”, admiten en el entorno de Siciliano.
Por último, en distintos relevamientos, los números de Campana lo exhiben como el hombre a terciar. Incluso, Llaryora lo cuenta entre los candidatos en las charlas que tiene habitualmente en el Palacio 6 de Julio y sabe del potencial en una fórmula. Sin afirmar en qué casillero del binomio debería ir.
Lo de Rodio, a medida que pasa el tiempo, y en medio de un acuerdo que concejales de su espacio tratan de tejer con Passerini, podría tener futuro dentro del Municipio, aunque no en una fórmula. Cuentan que no tiene intenciones de pasar al plano provincial y que no le interesa un rol legislativo. “Va a seguir en la Ciudad”, afirman algunos.