Por Yanina Passero
Escudado detrás del colectivo “nosotros”, el radical Rodrigo de Loredo ratificó su juego provincial y todo perece indicar que se aventurará a una interna si las encuestan lo acompañan.
El precandidato por el Frente Cívico, Luis Juez, lo observaba desde la primera fila del auditorio de la Facultad de Agronomía, intercalando pochoclos y miradas fugaces con los presentes. Como era de esperarse, las reflexiones juecistas que siguieron al cierre de la función no se hicieron esperar.
Desde el entorno del senador le quitaron el carácter de novedad al asunto. Al parecer, Juez ya había asumido este desenlace como inevitable desde el acto del 1 de octubre en el Comedor Universitario. En ese momento, el FC entendió que el integrante de Evolución radical debía mantener viva la expectativa para transitar el largo camino de las indefiniciones en Juntos por el Cambio, pero también las especulaciones propias de gobernador Juan Schiaretti sobre el cronograma electoral.
No obstante, los alfiles de Juez plantean que los términos de la sociedad política son claros y que el diputado no los incumplió. “Será el candidato a gobernador el que mejor mida”, siguen coincidiendo las partes. Hasta allí, información socializada.
Ahora bien, esto no inhibe el refinamiento de los métodos para que los protagonistas del domingo electoral de noviembre de 2021 alcancen sus nuevos objetivos. A su vez, impone la necesidad de aceitar los vínculos con miras a una potencial interna aliancista.
Por más muestras de tranquilidad que se intenten deslizar de manera comentada, comienza otra pulseada en la mesa política donde se discutirá desde hoy el reglamento y los términos para la constitución de la alianza.
Como adelantó este medio, el presidente del FC, Ernesto Martínez, pidió el dialogo en la tarde del domingo, luego de ausentarse del debate técnico que logró despacho la semana pasada sin la firma juecista. Muestran voluntad, en una etapa donde la resistencia o rechazos que genere uno, pueden ser aprovechados por el “otro” precandidato.
“La discusión será punto por punto”, anticipan que no tienen urgencia en estampar su firma en las hojas con más de 30 artículos e innumerables incisos. Ya habían admitido que el límite lo marca la convocatoria electoral provincial, es decir, 60 días antes de la compulsa. En este nuevo contexto, con De Loredo determinado a protagonizar el nuevo ciclo político que se viene, el juecismo prefiere echar más blanco al negro.
El gris será el ámbito en el que se moverá la estrategia interna del FC en la mesa política, reducida a presidentes de los partidos que integran Juntos y sus apoderados. “Todas las posibilidades están abiertas, nuestro único límite es que el peronismo no juegue adentro nuestro”, espantan con rupturismo encubierto asociaciones non sanctas. Claro que, si eso sucede, el premio grande no sería para ningún aliancista.
En el PRO hay sensaciones curiosas tras el lanzamiento de De Loredo. Y las razones son comprensibles. Si efectivamente el diputado apuesta a liderar el tramo ejecutivo provincial, el municipal quedaría vacante. Los amarillos, fuertemente condicionados por el juego nacional de sus presidenciables, no han podido plantear una estrategia libre para materializar su propósito.
Macri, ahora apuesta a De Loredo, como el rostro de la oxigenación política en Córdoba; mientras Juez apuesta a cerrar acuerdos con las generaciones históricas que encierran los apellidos Negri y Mestre.
En tanto, Bullrich, está obligada a ejercitar la neutralidad a la espera del apoyo concreto del expresidente en su pelea con Horacio Rodríguez Larreta; mientras que el jefe de gobierno porteño ya no disimula que la apuesta lógica debería ser Juez para ganar el distrito estratégico. Los popes PRO quedan condicionados por el protagonismo que reclama el joven jefe de una parte de los diputados radicales. Martín Lousteau y Alfredo Cornejo son actores, cuyas opiniones, no serás ignoradas por los presidenciables.
No obstante, el patricismo cordobés muestra una grieta que no puede pasar inadvertida: una parte celebra que aumenten los aspirantes y propuestas, dentro del marco de la alianza y con el acompañamiento del conjunto. Mientras que otro sector más radicalizado pide por “Juez, gobernador”. Bullrich está más atenta a su juego nacional, por las razones comentadas.
El macrismo local señaló que estaba esperando este lanzamiento. “Va a ir a fondo hasta donde le den los números. No hizo todo lo que hizo para ser un actor de reparto”, opinaban, sin dejar de señalar que exponer el interés electoral en momentos complejos para el país no contribuye a la buena imagen de la coalición.
Cómo se va a reacomodar el mapa aliado después del acto de De Loredo se verá en los próximos días. Por ahora, hay entusiasmo en varios sectores y cambio de posiciones en otro. Juez deberá priorizar su vínculo con los socios si la interna es inevitable.