Por Gabriel Marclé

El choque entre médicos de Emergencia del Hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto y el Gobierno de Córdoba tomo ayer estado oficial de crisis cuando la ministra de Salud de la provincia, Gabriela Barbás, apelara a una maniobra clásica para frenar la escalada de conflictos políticos. El capítulo del miércoles no solo incluyó la renuncia de casi una veintena de médicos del Hospital, sino que esta situación motivó que la responsable de Salud sacudiera el directorio del Hospital más importante del interior.
El cambio de fichas se dio luego que Barbás le aceptara la renuncia al ahora ex director del Hospital, Carlos Pepe. Al menos así fue informado por el Ministerio de Salud a las 17:10 de ayer por medio de un comunicado difundido en su cuenta oficial de Twitter -como no podía ser de otra manera. En ese mismo parte, la cartera sanitaria provincial confirmaba al reemplazo de Pepe, el médico neurocirujano Iván Aznar, quien se convertía en un actor circunstancial de esta situación crítica que el Gobierno buscará morigerar con un cambio “puesto por puesto”.
El miércoles del hospital fue dramático, mientras los equipos de Recursos Humanos se encontraban tramitando múltiples renuncias de profesionales que dejarían al área de Emergencias en una situación delicada. Pese a que la ministra Barbás había comunicado que se brindarían garantías para que la atención no sea diezmada por la fuga de médicos, cuentan que en los pasillos del San Antonio de Padua se percibían momentos de gran tristeza y alta preocupación, especialmente luego del anuncio sobre el cambio de director.
Si bien el Ministerio de Salud confirmó que Pepe presentó su renuncia, Alfil consultó el día antes del anuncio con el entorno del director, quienes informaban que el médico se encontraba “fuerte” y dispuesto a trabajar en soluciones. Claro que también consideraban la posibilidad de que esa solución fuera su salida, una medida que la ministra Barbás tenía sobre la mesa desde antes que concluyera la reunión del martes en la que los médicos se negaron a aceptar el adicional no remunerativo de $70 mil y le ratificaran su decisión de renunciar de forma masiva.
Carlos Pepe había asumido como director del Hospital en agosto de 2019 y durante sus tres años en el cargo le tocó afrontar toda la pandemia, una instancia desgastante que el médico resistió pese a las críticas que le llegaron durante su tiempo como director del COE, cargo que finalmente recayó en Diego Almada -en tiempos previos a la polémica del “falso médico”. Pepe resistió contra viento y marea, siempre acompañando la decisión que tomaran desde arriba, pero el fin de ciclo llegó por una situación que parece escapar a su margen de acción.
Las renuncias
No sería preciso decir que el conflicto entre los médicos del Hospital San Antonio de Padua y el Gobierno de Córdoba escaló sorpresivamente hacia una situación como la del presente. Lo cierto es que se trata de un reclamo de larga data que terminó de estallar en el peor momento posible para Hacemos por Córdoba, en medio del inicio de una campaña en la que ahora ingresará el delicado debate por la Salud. Allí es donde el doctor Pepe se convirtió en la parte más delgada del hilo que el Gobierno cortó para frenar el sangrado de la salud pública en la capital alterna.
Pero el cambio de director surgió luego que se tramitaran las renuncias de los médicos que emprendieron la fuga del San Antonio de Padua en un día que, de no ser por la salida de Pepe, podría haber significado un golpe mayor para el Panal. La decisión de los médicos generó un embrollo para la ministra que fue designada hace apenas dos meses al frente de la cartera sanitaria. Está a la vista que la funcionaria terminó optando por el cambio de director, apremiada por la presión de sus jefes que le pedían solucionar la cuestión con suma urgencia.
Este jueves asumirá Iván Aznar como nuevo director del San Antonio de Padua, hospital que tiene un área de cobertura cercana a los 600 mil habitantes de todo el sur cordobés. Quien lo pondrá en funciones será el director de Hospitales del Interior, Pablo Amodei, el emisario de la ministra Barbás que seguramente lidiará con la parte difícil de esta maniobra: responder a los “por qué” y “cómo” de esta crisis.
Habló la oposición local
Aunque se espera que en la sesión ordinaria de este jueves en el Legislativo local sea Juntos por Río Cuarto el que introduzca un proyecto de declaración en torno a esta problemática, fue el médico Gabriel Abrile, último candidato a intendente de JpRC y jefe de terapia del Hospital, quien apeló a la sensibilidad para mostrar la realidad de sus colegas a través de un posteo en redes sociales. “Ellos son médicos de Emergencia del NHRC, se van con la frente alta, cansados, vacíos de haber luchado contra el sistema, míralos, reconócelos, ellos se la jugaron por vos en pandemia y el Gobierno de Córdoba no fue capaz de reconocer su esfuerzo ni de todo el sistema de salud”, salió Abrile, con los tapones de punta.