Aresca no reasumirá en San Francisco (revisa estrategia local)

La situación Damián Bernarte alteró los planes políticos en el bastión llaryorista. El intendente interino ya no será el candidato para el año próximo. El diputado nacional encabezó una reunión de gabinete municipal el lunes. Avisó que no vuelve y que potenciará otro nombre para el ´23.

Por Yanina Soria

Al opacado debut del intendente Martín Llaryora como candidato a gobernador producto de la crisis política que desató el caso de Oscar González en Hacemos por Córdoba, se le sumó un nuevo revés en las últimas horas que golpea de lleno en el kilómetro cero del llaryorismo. 

El balazo que el intendente interino de San Francisco, Damián Bernarte, recibió en su estómago en la madruga del domingo conmocionó a la sociedad del departamento San Justo y abrió un escenario político totalmente inesperado para el oficialismo y potencialmente peligroso para sus planes a futuro. 

La salida de juego de quien era el candidato puesto para retener el poder en la ciudad del este provincial, alteró los planes de Llaryora y del diputado Ignacio García Aresca en una región que el peronismo descuenta como propia para el 2023. 

Según hizo saber el diputado a los suyos, Bernarte ya no podrá buscar su reelección; una decisión que no está ligada a su recuperación, sino que obedece a una cuestión de estrategia política: pues ya pesan sobre él fuertes reproches y cuestionamientos públicos del orden moral luego de que se conociera que el alcalde habría quedado envuelto en un supuesto escándalo amoroso con la esposa de quien está detenido y apuntado como su supuesto agresor. 

Desde el oficialismo local entienden que será difícil remontar su imagen en una sociedad conservadora como la de San Francisco por lo que directamente evalúan escenarios alternativos. 

Aresca, que sigue siendo el responsable político de la ciudad y hombre de extrema confianza del Llaryora, encabezó el lunes pasado una reunión de gabinete municipal donde buscó reordenar el equipo y llevar algo de tranquilidad. 

Allí confirmó que el actual presidente del Concejo Deliberante, Gustavo Klein, quedará al frente del Ejecutivo municipal y lanzó dos importantes definiciones políticas: la primera, aclaró que no retornará a la intendencia, pues bien vale decir que sigue siendo alcalde en uso de licencia. Con esa afirmación, puso fin a las especulaciones de quienes creían que podría dejar su banca en la Cámara Baja para retomar al poder en la Municipalidad de San Francisco. Al menos por ahora, eso no está en su hoja de ruta. 

Y, por otro lado, garantizó la continuidad del plan político de Hacemos por Córdoba y la institucionalidad en la ciudad; de hecho, Klein será ratificado por el Concejo Deliberante en una sesión extraordinaria convocada para los próximos días. 

Si bien públicamente tanto oficialismo como oposición evitan hablar de política poniendo como prioridad absoluta la recuperación de Bernarte, por lo bajo, el llaryorismo espera algún golpe de quienes observan expectantes el cambio de reglas en el peronismo local de cara al año electoral. 

Ayer, las distintas fuerzas políticas representadas en el Concejo Deliberante adelantaron que acompañarán la designación de Klein en pos de preservar la institucionalidad en la ciudad; sin embargo, anticiparon algunas fichas podrían mover en los próximos días para presionar por el regreso de Aresca. 

Por caso, Cecilia Roffé, concejala de Juntos por el Cambio, adelantó su criterio y dijo claramente que “Aresca debería asumir el gobierno hasta que Bernarte se recupere y retome sus funciones”. 

Puertas adentro del llaryorismo desestiman esa posibilidad ya que el intendente en uso de licencia está impedido de buscar su re reelección el año que viene, por lo que -dicen- sería una desinteligencia política no aprovechar este tiempo para instalar a otro candidato que sí pueda pelear por la continuidad del proyecto municipal en el 2023. 

En principio ese hombre sería el propio Klein a quien se verá con alto perfil y mayor actividad institucional en los próximos días. En verdad, el actual presidente del Concejo Deliberante era a quien Aresca apoyaba como su sucesor antes de asumir en Diputados; sin embargo, por expreso pedido de Llaryora la balanza se terminó inclinando a favor de Bernarte, hasta entonces un férreo opositor que terminó neutralizado al asumir la intendencia interina. Lo cierto es que San Francisco ocupa ahora un lugar preponderante en el listado de problemas políticos que debe resolver Hacemos por Córdoba.