Llamado peronizador: Caserio convocó al FdT a armar lista propia

El Frente Peronista Cordobés se reunió en Embalse, con la presencia, como invitados, de los referentes cordobeses del Frente Renovador. Críticas a Schiaretti y apoyo al gobierno nacional. Llamado a otros referentes del peronismo frentetodista.

Por Bettina Marengo

Avanzar en listas propias para las elecciones provinciales del 2023, llamar a los peronismos del Frente de Todos para que se sumen a esta empresa, y sostener el apoyo al presidente Alberto Fernández “hasta que finalice su mandato” y a Cristina Kirchner, pero sin definirse en la interna nacional, fueron los acuerdos a los que arribó el plenario del Frente Peronista Cordobés, que tiene como referentes a Carlos Caserio y al intendente de Embalse, Federico Alessandri.

El encuentro se hizo el sábado en esa ciudad del departamento Calamuchita. Hubo críticas políticas al gobernador Juan Schiaretti por su oposición histórica al gobierno del Frente de Todos, y por su rechazo a todo lo que tenga que ver con kirchnerismo y el peronismo nacional, distancia que para este sector indica que la relación entre el FdT y Hacemos por Córdoba “no tiene más salida” y que hay que avanzar con candidatos peronistas propios. Aunque no se habló de nombres, se menciona a Alessandri como posible candidato a gobernador.

Además de los dirigentes mencionados, estuvieron Olga Riutort y otros dirigentes capitalinos como Tito Lobo, el intendente de Leones, Fabían Francioni, gremialistas como Juan Monserrat e Ilda Bustos y representantes de sindicatos de la Alimentación y Ladrilleros, entre otros, y una veintena larga de intendentes (mayoría de Punilla y Calamuchita, algunos de Unión y Marcos Juárez, unos pocos del norte provincial) que integran el bloque, además de los dos legisladores provinciales del espacio, Mariana Caserio y Miguel Maldonado.

Un dato llamativo. Participaron también, sin ser parte del Frente Peronista, los dos armadores del Frente Renovador en Córdoba, Fernando Caubet y Marcelo Reynoso, que intentan un acuerdo con el intendente y candidato a gobernador del oficialismo provincial, Martín Llaryora, pero que también se encuentran en la encrucijada del malquerido. Hacemos por Córdoba no solo le cierra la puerta a todo peronismo no cordobesista sino que desperoniza todo lo que puede su perfil electoral para ampliar sus bases.

Caserio aprovechó el escenario para mandar señales al intendente de Villa María, Martin Gill, referente de un grupo de intendentes y jefes comunales de la zona centro de la provincia, y a la diputada Gabriela Estévez, jefa de La Cámpora en Córdoba, con la idea de que se unan a la apuesta de la lista propia para el 2023. Ninguno de los dos fue al plenario y cada uno está en su propio juego.

El viernes previo al encuentro de Embalse, el exsenador y vicedirector del Banco Nación se vio con Gill en el Salón Royal House de la ciudad de Villa María, en una actividad de la entidad bancaria con empresarios-clientes de la región, entre los que estuvo el titular de la empresa Aceitera General Deheza, Roberto Urquía. Gill participó en su calidad de intendente anfitrión, y al finalizar el evento, tuvo un aparte a solas con Caserio. Ese mismo viernes el villamariense tuvo una foto con Schiaretti, quien visitó la ciudad cabecera del departamento San Martín y también Villa Nueva para inaugurar la obra de conexión de gas natural de una empresa láctea local. El villamariense no quiere salir de la órbita del oficialismo provincial pese al desaire de los principales referentes del Panal. El viernes, la senadora Alejandra Vigo reiteró que lo que viene diciendo el gobernador: que Hacemos por Córdoba no tiene nada que ver con el kirchnerismo ni con el FdT y que no hay acuerdo posible con ese espacio, aunque aclaró que puede rescatar a Gill como intendente. “En otras elecciones no hemos acordado con el FdT como si con otros espacios”, recalcó la senadora en la nota que brindó al programa Alfil TV, donde criticó la política que se hace con lógica nacional o reducida al Amba.

De todo eso se habló en el plenario de calamuchitano.

La crítica central al schiarettismo, y por extensión a Llaryora como heredero, apunta a la negación de las expresiones peronistas del FdT, siendo un gobierno del PJ, y la sintonía con Juntos por el Cambio. “No hay críticas a Luis Juez ni a Rodrigo de Loredo, pero sí palabras muy duras para el FdT o el kirchnerismo”, se quejan. Para el oficialismo se trata, más allá de las diferencias políticas, de una estrategia electoral frente a una ciudadanía fuertemente antikirchnerista. En ese reclamo coinciden con el massismo, que en Córdoba no integra el FdT como lo hace, con gran centralidad, a nivel nacional: que Hacemos por Córdoba desconoce al peronismo. La pregunta es si el ADN común se impondrá por encima de las diferencias.