Con Llaryora lanzado, Juez hará control de daños en Capital

El precandidato a gobernador del Frente Cívico retomará el rastrillaje en las seccionales de Córdoba. Intentará contrarrestar el mensaje del peronismo entre el “hacer” y el “decir” que le adjudica al senador.

Por Yanina Passero

El gobernador Juan Schiaretti puso en la cancha al candidato que buscará la sucesión, Martín Llaryora, con absoluta reserva -todavía- de la fecha electoral. Los aliancistas sostienen que esta información es clave para tomar decisiones. Sin embargo, el peronismo no es el único que especula con los tiempos. 

Luis Juez empuja los plazos para hacer la interna inevitable; y Rodrigo de Loredo mantiene caliente la expectativa, mientras ojea su curva en las encuestas. De todas formas, en las canteras del Frente Cívico muestran tranquilidad cuando son consultados sobre los movimientos del radical que, el 14 de noviembre, promete otro lanzamiento, por si no quedaba clara su juego. 

El senador continuará con su plan territorial en el interior provincial. El viernes, en Cruz Alta, lanzarán la mesa de JpC, pese a la orden de la conducción de la UCR de no participar de estas instancias hasta que no se firmara el reglamento interno. “Los radicales nos abren las puertas, si no las mesas no serían posibles”, insisten. 

La semana que viene hará una escala de dos días en Río Cuarto, para concentrar en la ciudad de Córdoba, en los días previos al comienzo del Mundial de Fútbol. 

El rastrillaje juecista por las seccionales capitalinas coincidirá con el plan de corte de cintas del intendente en la ciudad. Llaryora pretende inaugurar algunas obras importantes de su gestión (avenida Chacabuco, Parque Las Heras, entre otros paseos) antes del evento deportivo. Si bien los tiempos del lanzamiento se precipitaron, en el Palacio 6 de Julio insisten con que el corte de cintas deberá hacerse con el traje de gestor. 

Igualmente, el condimento político electoral se observará en los spots y discursos de los protagonistas de la campaña peronista. De Loredo asoma como el candidato natural de JpC para la intendencia, aunque su mira esté colocada en la liga mayor. Juez tiene una experiencia de gestión municipal que sus rivales intentarán revisar, lo mismo que la del radical Ramón Mestre. 

El PJ intentará trabajar la identificación de la actual administración municipal con el “hacer” y adosar el “decir”, propio del panelismo, a Juez. 

En el Frente Cívico insisten que ganan en todas las encuestas, pero la Capital se ubicará entre las prioridades de esta etapa. Sin dudas que la presencia en el principal bastión electoral es inapelable en el marco de una campaña de instalación, pero aquí supone tareas de control de daños. 

Llaryora asume que logrará crecer en el interior (allí los precandidatos de Juntos tienen mayores niveles de conocimiento por su participación permanente en canales de alcance nacional y los más consumidos en las localidades donde las señales de aire no llegan), pero que su motor electoral será la gestión capitalina. 

Juez buscará contrarrestar la estrategia del oficialismo, mientras difunde su mensaje en un electorado que lo apoyó en masa en las elecciones legislativas pasadas, pero que en las rondas ejecutivas le retaceó el voto. El plan continúa siendo provincial y eso no variará, independientemente de la flexibilidad que muestre Juez en algunas entrevistas. 

Sin candidato municipal

El Frente Cívico no planea instalar -por ahora- a un candidato para la intendencia, confiando en un acuerdo con los radicales y en particular con De Loredo. Sostiene que la gobernación es la apuesta; que si bien tienen cuadros valiosos, hay otros en carrera de la coalición. 

Cierto es que sobran los dedos de las manos para contar a los aspirantes. El radical Juan Negri es uno de los que espera las definiciones de De Loredo; mientras que la macrista Soher El Sukaria prepara la siguiente etapa de su campaña con spots basados en los que serás los tres ejes de su programa: educación, salud y transporte.