Por Gabriel Marclé

“Impactante: el homenaje riocuartense a Néstor Kirchner, a 12 años de su muerte, se convirtió en un acto clamor por el proyecto provincial de Hacemos por Córdoba”. Aunque exagerado, el titular vale para describir lo que aconteció el jueves de la semana pasada en la sede del PJ Río Cuarto, donde el Frente de Todos transformó el recuerdo de su líder espiritual en la confirmación de una afiliación que hasta el momento no estaba del todo blanqueada.
Doce fueron los discursos que se escucharon en la noche del homenaje, con dirigentes y militantes que reivindicaron a Néstor Kirchner por el legado que dejó en una de las ciudades más reticentes al kirchnerismo de todo el país. Sin embargo, lo que marcó esta convocatoria fue aquello que se venía anticipando y que los más incrédulos temían confirmar: la afiliación K del Imperio al proyecto provincial de Hacemos por Córdoba.
Caída la “alternativa Gill” y reconociendo la casi nula adhesión del electorado local a un proyecto de liderazgo K, los espacios mayoritarios del Frente de Todos ratificaron lo que venían demostrando con la activa participación dentro del armado que impulsa la carrera política del intendente Juan Manuel Llamosas. Más allá de que el proyecto de ascenso del intendente riocuartense los tuvo activos, la próxima fase conllevará compromiso con la causa provincial.
En Río Cuarto se superó la grieta que se produjo en las legislativas del 2021, razón por la cual los nombres fuertes del FdT riocuartense ya no temen en exhibir su simpatía con HpC frente a una oportunidad que se abre con el recambio generacional del 2023. En este escenario, varios de los dirigentes que se hicieron presentes el jueves en la casa peronista viajarán hoy a Córdoba para presenciar el lanzamiento oficial de Llaryora como candidato a gobernador.
Más allá de que esta maniobra debe analizarse en contexto del escenario provincial y nacional, la integración de los K del Imperio a HpC tiene características propias. El equipo de gestión municipal que lidera el intendente Llamosas ha demostrado que el trabajo codo a codo con el kirchnerismo es posible y tiene buenos resultados, algo que viene profundizando desde el 2016 aun cuando el schiarettismo obstinado no lo aprobaba.
El tiempo le dio la razón al proceso iniciado por el intendente del Imperio, quien sumó actores del kirchnerismo al gabinete municipal y en las bancas oficialistas del Legislativo. De alguna manera, se entiende que el acto del jueves terminó confirmado el tributo de votos K, de Llamosas a Llaryora, en la influencia de un grupo que ahora suma a nombres del canterismo residual (quienes construyeron su afiliación K desde los tiempos del intendente Alberto Cantero) y a alfiles de Gabriela Estévez como el director del PAMI-RC, Fernando Bossio.
Fue este último dirigente uno de los que pidió la palabra y cerró el homenaje dejando en claro que el camino a seguir era el de la unidad dentro del PJ, como si con este pedido estuviera honrando el legado del ex presidente Kirchner. Con esto coincidieron los presentes, a los que solo les faltaron cánticos que rimaran con “Llaryora gobernador”. De esta manera, este sector del FdT confirmaba su alineamiento con la única fuerza capaz de asegurarles la supervivencia y de abrirles un camino libre de contradicciones en cuanto al rival a vencer, Juntos por el Cambio.
En ese camino, Bossio asoma como cabecilla del rearmado frentedetodista en la ciudad. El dirigente viene mostrando su compromiso con la versión local de HpC desde comienzos de año, cuando fue apareciendo en todos los momentos más importantes de la gestión Llamosas. De hecho, el director del PAMI en la ciudad ya había adelantado esta afiliación -la suya y la de su gente- en las actividades locales por el Día de la Lealtad, una maniobra que puede tener sus corolarios en la búsqueda de lugares para la renovación en Río Cuarto, la cual vendrá un año después de las urnas cordobesas.
Tras varios experimentos fallidos, el Frente de Todos parece haber quemado las caretas que solían usar en tiempos de “ellos o nosotros” y echiben el vínculo con quienes, por otro lado, no escatiman en críticas hacia sus referentes a nivel nacional, acérrimos críticos del Frente de Todos a nivel nacional. Aun en la contradicción, el kirchnerismo sigue posicionado dentro de los esquemas competitivos y espera pelear por lugares de influencia.
“Nos trataron de locos y vendidos”, recordaban integrantes de los espacios kirchneristas que ingresaron primero a la línea del PJ cordobesista, impulsando la candidatura de Llamosas en 2016 y que hoy, casi siete años después, observan cómo el resto sigue sus pasos. Eso sí, ni La Cámpora ni el ala frentedetodista de La Militante tuvieron que ver con este inicio del clamor K hacia Llaryora.