UNC: El MUN controla la Daspu

Mañana, en el Hospital Clínicas, se conocerán los resultados de las elecciones de los delegados no docentes de este “distrito”, que concentra la mayor cantidad de afiliados a este gremio. Competirán tres listas: Cambio, que lidera Pato Vallejos; la 15 de Junio; y la Agrupación Sanmartiniana que, como dijimos, responde a Carlos Vallejos, hoy con serios problemas de salud que impactan en su cohesión interna. Es el bastón histórico del “vallejismo” pero un traspié podría significar el principio del fin.

Por Gabriel Osman

Jorge di Marco

Desde la normalización institucional del país y el retorno del cogobierno, en 1983, el poder gremial, entre los dos sindicatos que actúan en la UNC, lo ejerció de manera preponderante el de los no docentes de la Gremial San Martín. La Adiuc que agrupa a los docentes es más grande pero apenas cuenta con 1.200/1300 afiliados sobre un total de 10 mil profesores.

Pero en los últimos años se ha producido un desplazamiento interno dentro de los nucleamientos del gremio no docente, donde dominan la escena la Agrupación Sanmartiniana, que inspira o inspiraba Carlos Vallejos. Este declive comenzó a insinuarse tras la exoneración de la casa de estudios de este dirigente durante las administraciones de Carolina Scotto (2007-2013), se acentuó durante dos intervenciones sucesivas del Ministerio de Trabajo de la Nación, se hizo ostensible durante las secretarías generales de Aldo Sparza y Silvia Aguirre y mucho más cuando llegó a la conducción sindical Héctor Gatti, cuyo primer mandato expira en marzo próximo.

Estas afirmaciones podrán verse confirmadas cuando mañana, en el Hospital Clínicas, se conozcan los resultados de las elecciones de los delegados no docentes de este “distrito”, que concentra la mayor cantidad de afiliados al gremio. Competirán tres listas: Cambio, que lidera Héctor “Pato” Vallejos; la 15 de Junio; y La Agrupación Sanmartiniana que, como dijimos, responde a Carlos Vallejos, hoy con serios problemas de salud que impactan en su cohesión interna. Es el bastión histórico del “vallejismo” pero un traspié podría significar el principio del fin.

En la dirección opuesta se ha ido fortaleciendo el MUN que comanda Jorge di Marco, al menos en los cargos de conducción dentro de los cotos de la UNC hacia donde radia la actividad de los no docentes. Primero cuando se hizo de la conducción gremial un hombre de la agrupación interna, Héctor Gatti, y hace pocos días de la presidencia de la obra social universitaria, Daspu, otro cuadro se la agrupación, Luis Ambrosini. Este asumió dejando vacante una de las tres secretarías de la Daspu, la de Organización y Sistemas, que ahora fue ocupada por Marta Alegre, también del MUN.

Mientras estas tendencias se van acentuando, el gremio ya se prepara para elecciones internas. Para la segunda quincena de noviembre se va a citar a la asamblea no docente para designar la Junta Electoral que comandará los comicios de renovación de autoridades que deberían realizarse el 14 de marzo. Todavía no asoman candidatos con nitidez, pero sí se habla de eventuales postulantes. Suenan los nombres del actual secretario general, Héctor Gatti, para ir por la reelección y también de Inés Pastorino. Ambos son del MUN.

 

Congreso de la FUC

Paloma Colombo

En este mes que acaba de comenzar se realizará el congreso del gremio estudiantil, la FUC. Desde hace décadas es conducido por la agrupación radical Franja Morada y esto no se va a modificar. Por su propio poder electoral y porque para la emergencia tiene una alianza táctica con la segunda fuerza de la UNC, según los últimos comicios universitarios. El peronismo no K de la UNC ha crecido en los últimos años. No ha logrado superar una estructura inorgánica que, en términos organizativos, está en las antípodas de la Franja, mejor estructurada que la propia UCR.

Aun con estos problemas, el peronismo no K ha apoyado la reciente elección de John Boretto como rector y también respaldó a Hugo Juri en sus dos candidaturas al Rectorado. Por esto, se supone que la Franja renovará en el primer cargo de la FUC y al segundo iría un referente del peronismo universitario. La Bisagra, agrupación kirchnerista, quedaría fuera del reparto.

La implosión que ha sufrido La Bisagra es parte de los avatares que ha atravesado el kirchnerismo a nivel provincial y nacional, localmente en forma extrema, no trascendiendo su organización el formato de “tribus” dispersas. Para esto vino esta semana una dirigente nacional K, Paloma Colombo, que expuso en la Facultad de Ciencias Políticas sobre el imperativo de la hora: organizarse.