Por Bettina Marengo
Mientras siguen creciendo las versiones que la ubican como candidata a vicegobernadora en la fórmula oficialista que encabezaría Martín Llaryora, la senadora Alejandra Vigo extendió su influencia a un sector del ruralismo cordobés, con la asunción de Victoria Moncada como nueva presidenta de la Sociedad Rural de Córdoba.
Moncada proviene del peronismo y es la primera mujer que ocupa ese lugar en la entidad rural capitalina. Su vinculación con Vigo viene desde el Sindicato de Amas de Casa: la nueva titular de la SRA Córdoba integra, como abogada, la comisión directiva de la SACRA, sindicato que tiene a la senadora nacional como una de sus fundadoras. Actualmente, Vigo es la secretaria de Obra Social y está a cargo de la Ossacra, la mutual de la entidad.
La senadora nacional estuvo el sábado en la inauguración de la 46 Exposición Rural de Córdoba que se realizó en el predio ubicado en Malagueño, sobre la autopista Córdoba-Carlos Paz, junto a dirigentes de PJ capitalino que le responden, como el viceintendente Daniel Passerini, y concejalas como Soledad Ferraro. Allí entregó una plaqueta de reconocimiento a Moncada como primera mujer en dirigir la SRA de Córdoba, en un gesto destinado a apoyar públicamente a la dirigente, que no cuenta con el beneplácito de la Mesa de Enlace de Córdoba.
La conducción de las entidades del sector agrario consideran que Moncada, que fue dos veces vicepresidenta del ruralista K Pedro Salas, actual titular del Inaes, está “demasiado cerca” del gobierno nacional del Frente de Todos. De hecho, la nueva presidenta no pide eliminar las retenciones a las exportaciones sino que “no suban” (Vigo mantuvo el reclamo de eliminación en la apertura de la exposición local). En cualquier caso, la Mesa de Enlace “ningunea” a la SRA capitalina por considerarla de “poco peso” en la provincia, aunque en algún momento hubo intentos que no prosperaron para sumarla a Cartez.
Durante la exposición, Vigo se comprometió a reclamar en el Senado por el predio de Perla, que la entidad tiene en concesión del gobierno nacional desde hace 50 años, vía Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). En el proyecto de cesión definitiva desde el Ministerio de Defensa, se menciona la posibilidad de incluir ocho hectáreas más para la entidad rural, con el pedido expreso de que Córdoba Capital se dedique al desarrollo equino.
Para la jefa del PJ capitalino, la nueva conducción en una lista con equidad de género significa ampliar la llegada al sector campo, a través de la entidad que, por tener base en la ciudad de Córdoba, contiene a referentes de toda la provincia. Lo que se suma a la movida político-gremial de la semana pasada que organizaron Sergio Fittipaldi y Ricardo Moreno, conductores de las 62 Organizaciones, el brazo peronista en el sindicalismo cordobés que reporta a la senadora nacional.
La dirigenta, junto a algunos de sus más cercanos referentes capitalinos, el ministro de Vinculación Comunitaria, Paulo Cassinerio, los legisladores Diego Hak y Leonardo Limia, más el llaryorista Juan Manuel Cid y el ministro de Trabajo Omar Sereno, del riñón del schiarettismo, estuvieron en un almuerzo en un coqueto restaurante donde las 62 reunieron a unos cuarenta gremios vinculados al espacio y a la intervenida CGT Regional Córdoba. Fue para los 65 años de la fundación de la organización. Si bien la primera lectura indica que los dirigentes del oficialismo apuntan a la creación de un espacio sindical cordobesista para contrarrestar la intervención de la CGT nacional – ya hubo contactos entre Fittipaldi y José “Pepe” Pihén- hay un interés vinculado a la territorialidad electoral.
Aunque se sabe que el “voto gremial” no es para nada determinante, en Hacemos por Córdoba consideran que todo suma de cara a las elecciones del 2023, y que las 62 Organizaciones en plena expansión de filiales y delegaciones en distintos departamentos, es un activo a cuidar para el trabajo electoral que se viene. Trabajo que ya cumplió en las elecciones legislativas del año pasado y en la interna del PJ de este año.
“Laburan bien”, blanqueó una fuente de Hacemos por Córdoba que habló de “alianza electoral” con las 62 y que considera que la intervención de la CGT nacional vía el cristinista Abel Furlán de la UOM “corresponde” al caso Córdoba, y que a la conducción de Pihén ahora le cabe “acciones para negociar” con el triunvirato, como puede ser el acuerdo con la central creada en 1957.