Sin amarillismo puro, Larreta asegura juego en tres canastas

Desde el bunker porteño afirman que el candidato del PRO es Gustavo Santos, pero que también apoyarán a Luis Juez y Rodrigo de Loredo, con ventaja en las encuestas. “Híper federalismo” local, siempre y cuando no atente contra el proyecto nacional “HRL23”.

Por Yanina Passero

El expresidente Mauricio Macri empoderó a la tropa amarilla, desorientada por la interna nacional de Juntos por el Cambio y aún golpeada por el segundo plano que le adjudicaron los socios triunfadores en las elecciones legislativas cordobesas de noviembre del año pasado. Lo hizo con el estilo cáustico al que apela en las reuniones partidarias, de las que sabe que se filtrará hasta el último detalle al día siguiente. Las referencias deben ser del PRO, más allá de las afinidades cruzadas entre los aliancistas. 

Según relatan los testigos del scrum partidario, Macri les dijo que si quieren apoyar a Luis Juez o a Rodrigo de Loredo se afilien a la UCR o al Frente Cívico. Otra vez, el cofundador de la coalición apuesta todo por su precandidato, el diputado Gustavo Santos, mientras ensaya alquimias con el jefe del bloque Evolución en Diputados. Cuando del exintendente y precandidato a gobernador se trata, el pope amarillo no tiene pruritos de mudar un pragmatismo anclado en las encuestas a un discurso de los valores que puede encarnar una u otra figura del espacio. 

¿Quién le reprocharía falta de sentido común a esa bajada de línea? Probablemente ninguno de los integrantes de la filial local del PRO que conocen la libertad del orador. Contar con un Macri totalmente involucrado en inflar a su partido dentro de JpC mejora las condiciones de una dirigencia que se preparaba para ser furgón de cola en la pelotera provincial y municipal; y, con suerte, considerada para el próximo recambio en la Cámara baja. 

En el macrismo marcan como un error táctico el minué entre el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y Juez. La explicación inicial obedece a una necesidad de limitar la expansión en Córdoba de la jefa del PRO nacional y precandidata presidencial, Patricia Bullrich. La relación fue madurando al punto que en los corrillos de la política porteña y cordobesa ya se hablaba de un acuerdo concreto que, incluso, tuvo foto institucional en la sede la Policía Científica de Buenos Aires y un grito de guerra del alcalde de que “Juntos va a ganar Córdoba en el 2023”. Todo a pedir de boca de Juez. 

El macrismo respondió con la exigencia de la interna cambiemita en la voz del exministro de Turismo, Santos, y de la diputada y precandidata a intendenta, Soher El Sukaria. Los alfiles que dicen lo que dicen con la venia de su mentor anticiparon lo que su jefe diría en la Bolsa de Comercio de Córdoba: el pedido de reglas de juego clara aturdió a Juez, el mejor posicionado en las encuestas y carne de cañón en una primaria casera. Él mismo lo reconoce cuando dice que el peronismo meterá la cola. 

En el edificio de Uspallata observan que cualquier método que no sea el consenso para definir candidaturas en las provincias sin PASO los empujará a revisar la estrategia que bautizan la de un “híper federalismo”, es decir, el debate independiente de los aliados en el interior, a diferencia de experiencias intervencionistas anteriores. Es de esperarse que Juez exija a los popes PRO un pago anticipado en la ronda local para definir su apoyo en la primaria nacional. Es el único precandidato lanzado que blanqueó sus condiciones. 

El amarillismo acrisolado de Macri fue respondido por encumbradas fuentes porteñas con un aliancismo puro. El titular de la Ciudad de Buenos Aires reconoce a Santos como el candidato del PRO, pero esto no significaría que quite el apoyo a Juez o a De Loredo. La construcción propia es igual de importante en el larretismo como que los otros aspirantes no se desinflen. 

“Vamos a colaborar con todos, para lograr la mejor oferta en Córdoba porque tenemos vocación de ganar”, dicen encumbrados operadores del Puerto a este medio. Agregan condiciones a saber: la cooperación discurrirá siempre y cuando no atente con el único objetivo de Larreta como lo es su aspiración presidencial. 

Pretenden que el juego local sea independiente del futuro aliancista cordobés y la aclaración no es azarosa. Nadie puede ignorar que los reacomodamientos de los miembros de JpC en la provincia son dinámicos. Los que se enfrentaron en 2019, terminaron unidos en las PASO de 2021. El referente o padrino nacional cambia según la coyuntura, por eso no debe sorprender que un patricio se identifique ahora con el larretismo o el macrismo, admitiendo varias mudanzas posibles. 

Larreta no ignora que buena porción del PRO cordobés no está dispuesto a apoyar a Juez, comenzando por los coordinadores de su armado local, el legislador Darío Capitani y Gabriel Frizza. Por el momento, sólo un grupo que responde directamente a la exministra de Seguridad admite que Juez debe encabezar la cima de la boleta ejecutiva el año que viene. 

Los operadores de Larreta consideran que al desnatar el juego local no habría impedimentos para sumar adhesiones a su proyecto presidencial, siempre y cuando mantenga la independencia como bandera. 

Macri, desde su posición, tira desde el extremo.