Por Gabriel Marclé

Los días de agosto de la política cordobesa se perciben con un dejo de ansiedad y roscas varias que son motivadas por la cercanía de definiciones en torno a las listas que competirán en las provinciales de 2023. En Hacemos por Córdoba, la discusión está marcada por los nombres que liderarán el recambio generacional por el fin de la era Schiaretti. Entre ellos se encuentra el de Natalia de la Sota, quien ayer estuvo de paso por Río Cuarto y dejó algunas declaraciones que le suman ingredientes a la puja por los puestos fuertes de la sucesión schiarettista.
La diputada nacional viajó hasta la capital alterna para encabezar el acto por el cumpleaños del Centro Educativo Hebe San Martín de Duprat, colegio que fuera inaugurado por su padre 21 años atrás. Acompañada de autoridades provinciales y municipales, de la Sota celebró la ocasión de su visita, pero también aprovechó para dejar en claro sus pretensiones de cara al armado electoral del PJ y sus palabras sugirieron que no se conformará con poco.
“La realidad es que estamos recorriendo la Provincia porque quiero estar en un lugar importante, de toma de decisiones”, dijo sin tapujos la diputada del bloque Córdoba Federal. Con Martín Llaryora a las puertas de ser confirmado como candidato a gobernador de HpC, solo queda especular que de la Sota aspira a ser confirmada como vicegobernadora, aun cuando se trate de un rol que en los últimos tiempos ha quedado para dirigentes de influencia en territorios del interior. Lo cierto es que sus declaraciones sonaron como un golpe en la mesa del schiarettismo, un pedido de juego que, lejos de conflictuar, anima el camino a la definición.
“A las fórmulas las definirán más adelante, pero claro que quiero y me interesa estar. Tenemos mucho para dar, hemos aprendido de dos grandes maestros y tenemos mucha capacidad para hacerlo”, expresó la hija del ex gobernador José Manuel de la Sota, dejando un mimo al paso dirigido al gobernador Juan Schiaretti y su mención con el título de “maestro”, gesto que hasta el momento parecía inusitado y que responde al particular momento de la agenda oficialista que clama “todos con Juan”.
Guiño a Llamosas
Por supuesto que la diputada también iba a ser consultada sobre las chances que tiene el intendente Juan Manuel Llamosas en la carrera por las candidaturas. “A Río Cuarto lo veo muy bien. Juan Manuel es un gran intendente y está haciendo un gran trabajo”, dijo de la Sota, quien dio su aprobación a la gestión y sus funcionarios, entre ellos la secretaria de Educación Mercedes Novaira, su alfil en el Imperio, quien la acompañó durante toda la recorrida del lunes.
Aunque la parlamentaria respondió que ve a Llamosas en el bombo de peronistas en ascenso, no lo vinculó específicamente con la figura de vice que tanto anhela el riocuartense. “Se viene una etapa nueva y somos muchos los hombres y mujeres que podemos y queremos estar allí”, dijo, sugiriendo que -de alguna manera- tanto ella como Llamosas y otros dirigentes están en fila para quedarse con el mismo lugar.
Mientras el nº1 de esa lista ya parece definido, la pelea por el segundo al mando ha logrado un importante nivel de atención. Pese a que el rol de vicegobernador puede venir con un estricto manual de instrucciones y suelen reducir el protagonismo de los dirigentes que llegan al cargo, también puede ponerlos en fila en un eventual nuevo plan de 24 años en tándem, como lo hicieron de la Sota y Schiaretti desde 1999.
Schiaretti presidenciable
De la Sota respondió también a los indicios del lanzamiento presidencial del gobernador Juan Schiaretti. “El gobernador es un gran dirigente y de mucha experiencia. Ojalá pueda estar en un lugar importante y pueda encarar un proyecto, pero lo va a decidir él”, expresó la dirigente sobre el papel que podría jugar el líder del PJ cordobés en la misión tan mencionada por todo el arco schiarettista: el fin de la grieta.
En ese sentido, la diputada nacional indicó que vivió “con muchísimo dolor y tristeza” lo ocurrido en los últimos días con el enfrentamiento entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio en torno a la situación judicial de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Estamos viviendo en una locura absoluta, despegados de la realidad, de lo que está viviendo la gente día a día. Cada lado de la grieta está metido en su mundo, sin ver lo que está pasando realmente. Necesitamos cordura”, indicó.