El Gobierno nacional, finalmente, anunció el nuevo esquema de tarifas y subsidios para la energía eléctrica, el gas y el agua (que corre solo para los consumidores de AySa y no para el resto del país). La secretaria de Energía, Flavia Royón, encabezó la exposición que compartió con funcionarios del área.
“Esta segmentación ha sido basada en la justicia social y la equidad. Hemos planteado que llegue el subsidio al que más lo necesita y que la población de más ingresos puedan acompañar el ahorro fiscal -aseguró la funcionaria- Esta medida contribuye a un Estado eficiente y ordenado. Vamos a trabajar para concretizar a la población sobre el uso eficiente del recurso”, agregó.
Indicó que «las tarifas serán asequibles a todos los argentinos» y destacó que «el aumento promedio en materia de energía va a estar alrededor, sumando energía eléctrica y gas, de $1.300, pero todo depende del consumo».
Para dar este estimado, el Gobierno tomó como base -en el caso de la electricidad- un ejemplo de consumo de 300 kWh mensuales, que arrojó aumentos cercanos a los $800 por factura. Para una de 300KW/h de Epec que en agosto fue de $3.592,71 en setiembre será -según mostraron los funcionarios- de $4.411,12, siempre sin impuestos.
Cuatro millones de usuarios de todo país no se inscribieron en el registro para mantener los subsidios, el que se mantendrá abierto. El Gobierno, indicaron, trabajará para identificar a los usuarios que no se inscribieron pero les correspondería tener tarifa social o subsidios.
Los usuarios se dividieron en tres categorías por niveles de ingreso: 1, usuarios de mayores ingresos y gente que no solicitó su registración con unos 269.000 hogares; 2, los de menores ingresos registrados (provisoriamente se incluirán beneficiarios de la tarifa social) con más de 2,8 millones de hogares y 3, clase media, con 2,6 millones de hogares.
En el caso de gas, los hogares de mayor consumo no tendrán ningún subsidio desde el próximo diciembre. Para el nivel 2 sigue la tarifa vigente hasta el momento y para el 3, se subsidia un volumen equivalente al 70% del promedio de los umbrales mínimo y máximo de cada categoría y subzona. El excedente a esos topes —que varían según la zona del país— no va a tener subsidio.
Los aumentos para los Niveles 1 y 3 se aplicarán gradualmente en tres bimestres (a partir de los consumos del 31 de agosto, octubre y diciembre).
Por ejemplo, si se toma el valor de un consumo promedio, para el caso del nivel de más ingresos, con una factura de $1.650 en junio, se incrementará $338 en septiembre, $468 en noviembre y $649 en enero de 2023. Esto sería $1.455 de incremento en total y la factura final en enero pasará a $3.105 (un 88% más con respecto a junio), siempre en valores promedio.
El titular del Enargas, Federico Bernal, hizo énfasis en el componente estacional de la demanda del servicio en relación de las provincias, siendo sustancialmente mayor en la región sur del país. Caracterizó que la cantidad de gas demandada por los hogares «no se encuentra relacionada por el nivel de ingresos y se vincula con las condiciones climáticas, cantidad de participantes del hogar, características constructivas y la eficiencia de los equipos domésticos».
Para la energía eléctrica, se confirmó el tope de consumo para la tarifa con subsidios de 400 kWh mensual por hogar. Las localidades que no cuenten con gas natural por red el techo se incrementará a 550 kWh.
Desde la Secretaría de Energía enfatizaron en que si un usuario consume más de los 400 kilowatts hora de consumo de tope, por ejemplo 450 kw/hora, el incremento del 167% regirá en los 50 kw/hora de exceso y no sobre el total de la tarifa.
«Argentina ha garantizado el abastecimiento y estamos trabajando a ser más eficientes y reducir y cuidar las divisas para reducir la importación, dentro de los límites de seguridad», afirmó Royón.