Por Yanina Soria
Sin que todavía Martín Llaryora pueda moverse al ritmo de lo que necesita como candidato a gobernador en el interior, el peronismo cordobés (o un sector de él) se la rebusca para instalar su nombre y robustecer su figura fuera de la Circunvalación capitalina.
En el interior es donde el intendente corre hoy con desventaja frente a quien, a priori, suena como su principal rival: el senador Luis Juez. Sondeos propios y ajenos, ubican mejor posicionado al referente de Juntos por el Cambio fuera del distrito Capital obligando a Hacemos por Córdoba a pensar en una estrategia de campaña fuerte allí, que seguramente encarnará el propio gobernador Juan Schiaretti, el dirigente más taquillero hoy.
Sin embargo, hasta que eso ocurra (será cuando el cronograma electoral comience a correr) el llaryorismo y los sectores afines consideran que sería una mala praxis política esperar la voz de mando para recién largar.
Por eso, pese a las tensiones internas que genera sobre todo con la vieja guardia del PJ, hay una movida pro Llaryora ´23 que asoma imparable en distintas ciudades y pueblos de Córdoba. Los actos para proclamar la candidatura a la gobernación del titular del Palacio 6 de Julio son cada vez más frecuentes y de un volumen político que los hace indisimulables.
Todas esas acciones tienen foco, precisamente, en el interior provincial; pues en Capital, la gestión municipal es y será su propia campaña. En la ciudad Llaryora le saca ventaja a Juez; y Schiaretti no mide más que el intendente, por lo que resulta lógico que el trabajo fuerte se circunscriba al resto de los departamentos.
Calibrando todavía cuál será el impacto real de la primera turbulencia política que atravesó este fin de semana la Municipalidad en la figura del propio intendente tras el escándalo por el recital de Ulises Bueno, Llaryora se encuentra en Estados Unidos donde realizará una gira en el marco de un viaje organizado por Amcham.
Lo cierto es que, frente a la desventaja de tiempos que supone que tanto Luis Juez como (el por ahora indefinido) Rodrigo De Loredo ya estén recorriendo el interior, Llaryora desarrolla su propio plan de acercamiento a intendentes y jefes comunales.
A las espaciadas visitas que ya realizó a colegas peronistas como el riocuartense Juan Manuel Llamosas; Marcos Torres, de Alta Gracia o Gustavo Brandán de Colonia Caroya; ahora se le sumarán algunas más en el norte cordobés. Tal como anticipó este diario, en breve Llaryora firmará un convenio con el alcalde de Cura Brochero, en el marco de los caminos recorridos por el santo argentino. Cada desembarco de esos, es una oportunidad de posicionamiento en el interior, pero también de comenzar a forjar de manera directa sus vínculos con quienes serán una pieza fundamental para su proyección provincial. Como nunca antes, los jefes de los gobiernos locales tendrán un rol clave en las elecciones del año próximo.
Por eso, a todas esas giras “institucionales” que se vendrán, Llaryora las complementa con invitaciones que realiza a intendentes peronistas principalmente, aunque no los únicos, a la ciudad Capital.
Bajo el formato de convenios de modernización, economía circular, o en el marco de visitas a la sede de Promotores de Convivencia o del Observatorio de Movilidad Urbana, por ejemplo, Llaryora se codea desde hace algún tiempo con quienes le permitirán asomarse hacia el interior. La lógica de traerlos a Córdoba también aplica para los mega eventos que viene desarrollando el municipio en la Capital. Mientras Martín Gill, el peronista albertista dispuesto a pulsear en el escenario provincial, muestra lo que tiene, Llaryora provecha vidrieras como las del encuentro de Biodiverciudades, la Cumbre de Economía Circular o la Vuelta Cíclística para invitar a los alcaldes peronistas y exhibirlos como propio. También vale ponderar que, en esa necesidad de llevar su nombre más allá de la Capital, el intendente movió una primera ficha con traje de candidato cuando junto a sus pares del Gran Córdoba presentó el Ente Metropolitano.