Por Yanina Soria
La temporada preelectoral en la ciudad de Marcos Juárez entra en momentos definitorios. La renuncia de la secretaria de Gobierno de Pedro Dellarossa, Verónica Crescente, la semana pasada luego de que el intendente decidiera que Sara Majorel, la actual presidenta del Concejo Deliberante, sea su candidata, generó un temblor político con réplicas que se sienten hasta el día de hoy.
La salida del oficialismo de quien mejor medía en las encuestas convulsionó la arena local reconfigurando el mapa político, abriendo interrogantes y planteando nuevas posibilidades de juego que generan inquietud en el oficialismo, pero también (y, sobre todo) en la oposición.
Aquel escenario imaginado entre dos fuerzas compitiendo por la conducción del municipio en un marco polarizado, no es cosa cerrada.
Por ahora, nadie sabe si Juntos por el Cambio deberá enfrentarse a la Unión Vecinal en alianza con el PJ, o a ambos sellos pero por separado. Imaginar un tablero de tercios ya no suena a improbable. Todo lo contrario.
Es que el paso al costado que dio Crescente en el gobierno municipal y el capital político que se llevó, abren, por lo menos, tres escenarios posibles: 1- que la ex funcionaria se convierta en la candidata de la oposición, es decir, de la alianza entre el peronismo y el vecinalismo; 2- que la mujer sea cabeza de lista sólo de la Unión Vecinal porque el PJ sigue en su tesitura de sostener la candidatura del director del hospital local, Eduardo Foresi; o que, disconforme con las ofertas, directamente Crescente deje pasar este turno electoral.
A juzgar por las primeras señales, todo indicaría que hoy talla más fuerte la segunda opción. De hecho, lo sucedido ayer podría inscribirse en esa línea.
Después de mucho tiempo, Crescente volvió a una reunión de la Unión Vecinal, la que históricamente realiza el partido los días miércoles. Su presencia allí disparó todo tipo de conjeturas en un marco de claro acercamiento con una fuerza política que le es conocida y amena; pues, Crescente es de extracción vecinalista. Por lo que resultaría hasta natural imaginar una candidatura por ese espacio, incluso, si finalmente hubiera acuerdo con el PJ donde nunca militó.
Lo cierto es que, previamente, la ex funcionaria municipal dijo que iría a escuchar la propuesta concreta y evaluar si es compatible con su proyecto.
Por su lado, hay entusiasmo en los vecinalistas que toman ese regreso como una oportunidad para refuncionalizar un vecinalismo que, para sobrevivir políticamente, debió aliarse al peronismo y que ahora se envalentona con la posibilidad de proponer una candidata altamente competitiva.
Pensar un tablero con tres competidores alienta a la Unión Vecinal, a diferencia de lo que ocurre generalmente con “las terceras vías” en escenarios polarizados, Crescente cree que poder encarnar una tercera alternativa “interesante”. Considera tener chances frente a una candidata de Juntos por el Cambio que no enamora y frente a un PJ “más kirchnerizado”.
¿De qué depende entonces que se tomen las definiciones?, básicamente de los números que arrojen las nuevas encuestas ya encargadas.
El peronismo se muestra mesurado y antes de mover quiere conocer cómo cayó en al electorado marcosjuarense el portazo de Crescente; saber si conserva intacto ese eventual caudal de voto medidos previamente. Mientras tanto, por decisión del Centro Cívico, dicen que no negociarán la candidatura de Foresi que, por otro lado, sigue bien posicionado. Lo cierto es que Crescente ya recibió ofertas de dirigentes alto rango del PJ, en principio, para acompañar a Foresi como candidata a primera concejala. Algo que ya fue rechazado por la mujer.
Crecente dijo en reiteradas oportunidades que tiene un proyecto para la ciudad y un equipo para gestionarla; que su deseo de jugar en las elecciones no es por un cargo. De hecho, lo mismo le había ofrecido previamente Dellarossa cuando se inclinó por Majorel y que luego derivó en su salida del oficialismo.
Lo cierto es que a días de la presentación de las alianzas (13 de julio) el escenario preelectoral sigue abierto en Marcos Juárez donde se juegan mucho más que intereses locales.