PRO larga campaña en Marcos Juárez con crisis política

La secretaria de gobierno del intendente Pedro Dellarossa presentó su renuncia. El macrista la descartó como candidata para evitar una fuga de otros miembros de su gabinete que la resistían. La ungida, Sara Majorel, inició su recorrida territorial a la espera del lanzamiento formal.

Por Yanina Passero

En el desenlace de su gestión y en el comienzo de la campaña municipal, el intendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa, atraviesa un cimbronazo en su gabinete, tras la renuncia de su secretaria de Gobierno, Verónica Crescente. La funcionaria no soportó que el macrista, en acuerdo con los aliados, eligiera como “delfín” a la presidenta del Concejo Deliberante, Sara Majorel, pese a que no era la favorita en las encuestas.

Semanas antes, la empresaria de extracción vecinalista había admitido en los medios locales el gran malestar con Dellarossa. Su discurso incluyó ribetes antidemocráticos al reprocharle al intendente su voluntad de impedir una interna o la PASO, regulada por ordenanza.

En conferencia de prensa, Crescente profundizará hoy sobre los motivos de su dimisión, tras más de 7 años junto a Dellarossa en la Municipalidad. Gracias a su trabajo logró un alto reconocimiento social en los sondeos, aunque no cosechó la misma popularidad entre sus pares puertas adentro del municipio.

Este punto no es menor porque Dellarossa prefirió atravesar esta turbulencia política en la víspera de las acciones proselitistas y bloquear una salida anticipada de otros colaborades. Esa fue la amenaza que el exvecinalista recibió de un grupo de funcionarios de primera línea cuando existía la posibilidad de jugar por lo seguro: elegir a Crescente como su candidata a la intendencia del kilómetro cero del cambio.

El ahora precandidato a gobernador por el PRO también quiso promediar con los aliados. Crescente era considerada una candidata con excelente vínculo con El Panal, mientras que Majorel mostraba una neutralidad más cómoda en momentos donde cualquier guiño al peronismo es juzgado como “funcionalidad política” por parte de los sensibilizados dirigentes de JpC en Córdoba.

¿La flamante exsecretaria califica como amenaza para Dellarossa? Entienden que Crescente devaluó su peso a la hora de anticipar su salida del staff político. La empresaria reconoce que mantiene conversaciones con todas las fuerzas partidarias de la ciudad, en especial con el peronismo y con el vecinalismo de donde proviene, ambas unidos detrás de la candidatura del nutricionista Eduardo Foresi, quien volverá a competir con los colores de Hacemos por Córdoba.

Hasta el momento, los alfiles del gobernador Juan Schiaretti no han dado señales de querer tensionar con Dellarossa, un intendente amigo de la casa, útil para mostrar la transversalidad política que pregona el jefe de Partido Justicialista de la provincia. También, integra el lote de dirigentes que, en el cercano 2023, podría ser funcional a los objetivos electorales del peronismo porque, como adelantó este medio, existieron conversaciones informales con el intendente Martín Llaryora con un futuro juntos en mente. Y no es un secreto la incomodidad que muestra el hombre del PRO con la conducción amarilla.

El macrista necesita continuidad política más allá de los límites de su ciudad y el candidato oficialista “patas” regionales para aumentar su llegada al interior provincial profundo.

¿Escenario de tercios?

El vecinalismo podría ser el camino natural de Crescente, pero esto supondría una ruptura del acuerdo que Eduardo Avalle tiene con HpC en Marcos Juárez. Ayer, algunos referentes políticos de la zona advertían que ven improbable la atomización por la situación de debilidad de ese espacio vecinal que gobernó varias décadas con Henry Dellarossa a la cabeza.

Confiados, la que podría ser la primera intendenta mujer de la ciudad camina los barrios con traje de candidata. Majorel hace dos semanas que comenzó con la campaña territorial y su lanzamiento está previsto para fin de mes.