PRO pide a municipios de JpC plieguen a elección provincial

Los amarillos quieren acordar la estrategia electoral con los intendentes de la coalición para evitar transfuguismos. Hoy se reúnen en la sede partidaria para cerrar una postura común para la redacción del reglamento interno.

Por Yanina Passero

En Juntos por el Cambio (JpC) de Córdoba no habrá definiciones sobre la estrategia que desplegarán en 2023, al menos hasta fin de año. Los espacios mayoritarios ya pusieron en la cancha a sus precandidatos para el tramo de gobernador, pero resta conocer cuál el es el proyecto político por el que finalmente apostará el radical Rodrigo de Loredo y su espacio Evolución. La incógnita no hace más que disparar la ansiedad por el control de la lapicera para las listas. Tampoco se sabe cuándo serán las elecciones provinciales y municipales; si serán juntas; separadas; o pegadas a las PASO.

Hay muchos cabos sueltos. Ahora bien, esa urgencia práctica de la dirigencia se debate civilizada y pausadamente en la mesa técnica para la discusión del reglamento para una eventual interna y la posterior distribución de los cargos electorales para la Provincia y las ciudades más importantes, empezando por la Capital.

Según el cronograma de trabajo inicial, promediando el mes de junio, los seis partidos que integran la coalición deberán tener listas las reglas de juego para evitar la diáspora aliancista. Constatada la demora, el PRO de Córdoba pretende cerrar filas en el plano interno para consensuar una propuesta que presentarán a sus conmilitones en JpC. Esta lunes, volverán a reunirse en este espacio de catarsis y unidad que propuso el vicepresidente amarillo, Oscar Agost Carreño.

En términos generales, los amarillos buscan cerrar filas sobre el financiamiento de la interna; si hay acuerdo con consentir facilidades para los partidos chicos; si debe votarse fórmulas completas o sólo cabezas de listas para habilitar una nueva ronda de negociación post votación; si deben estar alcanzadas por la normativa resultante los municipios que no fijen su fecha electoral junto con la puja provincial; si aplicarán las mismas reglas para los legisladores por departamento o los apuntados en la lista sábana; y la fecha límite razonable para medirse fuerzas en las urnas.

Con respecto a este último punto, la sugerencia orgánica del PRO es que la fecha para la interna en JpC debería ser en marzo del año que viene. Como se venía señalando desde estas páginas, los espacios que no tienen un candidato consolidado podrían ganar tiempo en instalar alguno, con ayuda del peregrinar permanente que se espera de las figuras centrales del partido en la provincia.

Otro de los puntos en discusión refiere a qué se debe votar en la interna. En este caso, la estrategia más conveniente para el PRO es que se elijan sólo los candidatos para la gobernación y el Palacio 6 de Julio y no la fórmula completa. El mismo criterio aplicaría con los legisladores departamentales.

De esta manera, los partidos más chicos -o los que sienten una desventaja competitiva con los que emergieron como líderes del espacio en las elecciones del 2021- tendrían los segundos ítems de las boletas ejecutivas para buscar la compensación.

El PRO ya ha dado señales de que la aspiración de máxima es acompañar al candidato a gobernador o intendente de la fórmula. El lanzamiento de quien fuera socia de Juez y mano derecha de Bullrich en Córdoba, Laura Rodríguez Machado, debe interpretarse en ese sentido. La diputada amarilla se muestra en sintonía con su aliado del Frente Cívico y expresa la posición más dura con respecto a la gestión de Hacemos por Córdoba, a diferencia del macrista Gustavo Santos que presiona hacia adentro pidiéndole a los suyos que expliquen por qué o para qué quieren ganar el Panal.

Otro punto que se debate al interior de la alianza tiene por protagonistas a los intendentes. Muchos de ellos evalúan el momento propicio para convocar a elecciones y, como se sabe, más allá de las apuestas políticas del momento, la prioridad la tiene siempre el proyecto local. La conducción del PRO espera que los jefes comunales que no tengan carta orgánica plieguen los comicios a la fecha fijada por Schiaretti para la sucesión provincial.

Necesitamos que estén incluidos en el pacto como una pelea global para evitar que la UCR haga su juego”, agitan. Como se sabe, la unidad de la entente se consolida, pero la desconfianza no cede, en especial, porque hay referentes territoriales con excelentes lazos con los alfiles de Hacemos por Córdoba.

Los amarillos deliberarán también sobre un amague de los partidos más pequeños. Supuestamente, han deslizado sus pretensiones de no participar en una interna general y prefieren legisladores sábana para evitar el desgaste propio de la puja.