Calendario preestablecido de amarguras

Ya podemos darnos una idea de cómo van a ser las noticias políticas a lo largo de esta semana.

Por Javier Boher
javiboher@gmail.com

¡Buen día, amigo lector! Hoy estoy un tanto cansado de la política. Es una cosa fantástica, porque parece que cada semana es más o menos la misma historia, un guión preestablecido de lo que tenemos que esperar encontrarnos.

Lunes: en un acto para la inauguración de una canilla en una escuela rural de Guanaco Rengo el presidente respaldó al Ministro de Economía y prometió un nuevo plan para prevenir la lepra, que constará de entregar plata sin ningún tipo de control a cambio de que la gente diga que no se va a agarrar lepra.

La vicepresidenta se pronunciará, a través de redes sociales o enviando a algún emisario, sobre el asunto. Allí dejará bien en claro que el gobierno que ella integra, pero en el que no gobierna como quiere gobernar sino como las leyes dicen que le corresponde hacerlo, no representa todo lo que debe hacer un gobierno, como hizo ella cuando gobernaba en un gobierno que significó que ganen las elecciones los que hoy son gobierno.

Martes: Un funcionario de cuarta línea redobla la apuesta: a la inflación la genera la especulación de las viejas sobre las bolsas de agua caliente, porque el pueblo necesita calefaccionar los pies de la cama y sorpresivamente tal artículo está a un precio ridículo. Es por eso que van a impulsar un impuesto calefactor, para destinar lo recaudado a subsidiar las bolsas que fabrica un empresario amigo.

La asociación civil “Luchemos por la colcha” reclama mayor participación del Estado en la comercialización de ovillos de lana para que ellos puedan tejer colchas para los pobres y así lavar su conciencia de clase, porque incluso con el impuesto al calefactor siguen pagando de gas por mes lo mismo que sale comer dos lomitos en un bar.

Miércoles: La oposición quiere presentar un nuevo proyecto de ley para que los perros grandotes lleven bozal, no sea cosa que muerdan al ladrón que le quiere robar la jubilación a una vieja o al exhibicionista que anda mostrando el firulete en las plazas en las que juegan las criaturas que recién salen de la escuela, el único lugar en el que pueden comer al menos dos veces en el día. Se les cae la votación porque hay una diputada en Disney.

Jueves: ¡Nueva encuesta! ¿Qué opinan los argentinos sobre el energúmeno que hace delirar a las redes sociales pero que nunca administró ni siquiera los fondos de una cooperadora escolar?¿Cómo mide para unas elecciones que van a ser dentro de un año, después de que se juegue el peor mundial de la historia, en un país sin tradición futbolera y sin derechos para nadie que no sea un machirulo?.

A la noche veremos en el canal de la oposición dura cómo se les cae la baba por cerrar un acuerdo con él, mientras en el del oficialismo más reclacitrante veremos cómo la extrema derecha es una trampa de la derecha moderada para que la gente descontenta con la izquierda vote contra sus intereses y beneficie a los ricachones neoliberales de siempre.

Viernes: ¡Informe explosivo! Sale a la luz un terrible caso de corrupción en el que el presidente usa fondos públicos para comprarle un cochecito al bebé nuevo, mientras al depilador de Fabiola le dan una silla en el directorio del Banco Nación (que no es cierto, pero sobre lo que dudó porque en este país eso suena verosímil).

Sábado y domingo: Hay fútbol, vemos a la familia y esas cosas. Nos olvidamos un rato de todo el circo de presidente y vice, de los gravísimos actos de corrupción (como el de la intendenta de Quilmes, la que se tatuó a Néstor en el brazo como para meter la mano en la lata con más velocidad), de la inflación que hace que fin de mes llegue más o menos a eso del día 17 y que por la inseguridad en cualquier momento sólo los patrulleros van a poder trabajar de Pedidos Ya.

Esos días somos felices porque todo eso que nos amarga parece no existir.

A no renegar. Total ya sabemos que al final vamos a seguir igual que como empezamos.

Tenga buena semana.