Por Alejandro Moreno
El presidente del Comité Central de la Unión Cívica Radical, Marcos Carasso, le pidió a la Mesa Ejecutiva del Congreso Provincial que revea la resolución del Tribunal de Conducta que dictaminara que el legislador Orlando Arduh no cometió ninguna falta merecedora de una sanción, al impulsar la ley de regulación del juego on line, a fines del año pasado.
El martes pasado, el negrista Carasso envió una nota a la Mesa del Congreso, que preside el mestrista Facundo Cortés Olmedo, para notificarle la resolución del Tribunal de Conducta y, también, para sugerirle que podría revisarla como tribunal de alzada. El Comité es el órgano ejecutivo de la UCR, y el Congreso es la asamblea en la que están representados todos los departamentos.
El Tribunal de Conducta de la UCR, el 15 de marzo, resolvió “desestimar por mayoría las actuaciones por los cargos formulados al legislador Orlando Víctor Arduh, por no encontrarse la conducta atribuida encuadrada en las normas de la COP (Carta Orgánica Partidaria), más allá del merecido reproche político”. “No existe ni hubo transgresión ética en la conducta atribuida al afiliado Orlando Víctor Arduh”, siguió. Y concluyó que “en la presentación y el tratamiento del proyecto cuestionado, actúa en su condición de legislador conforme a las normas de procedimiento que impone el derecho parlamentario”.
La nota del Comité al Congreso está firmada por Carasso; el vicepresidente 2°, el alfonsinista Martín Lucas; y por dos secretarios, el negrista Julio Ochoa y la mestrista Silvina Leonelli. Desde el Comité se dirigen a la Mesa del Congreso “a fin de poner en conocimiento de lo resuelto por el Tribunal de Conducta del partido, y cuyo contenido se vincula a las resoluciones n° 9/21 y n° 10/21 dictadas por el Comité Central de la Provincia y la Mesa Ejecutiva del Congreso partidario, respectivamente”. Esas resoluciones son las que manifestaban el rechazo de los más importantes organismos partidarios al proyecto de ley de regulación del juego on line, que impulsara el radical Arduh como presidente del bloque Juntos por el Cambio y que fuera sancionado con el voto de los macristas y los peronistas. La consecuencia política fue que los radicales que quedaban en ese bloque migraran a Juntos UCR.
La nota del Comité continúa enfatizando que lo resuelto por el Tribunal de Conducta “no refleja los extremos valorados por ambos organismos partidarios, como expresión de los principios sostenidos por la UCR de Córdoba”.
“En definitiva –concluye-, va de suyo y resulta redundante expresar que esa Mesa Ejecutiva podrá para un mejor proveer revisar o no el contenido de la misma y verificar si se ajusta a los extremos descriptos en las resoluciones citadas precedentemente”.
El miércoles, el Congreso Provincial respondió al Comité después de discutir la nota: “que cualquier eventual planteo vinculado con aquella decisión del Tribunal de Conducta, deberá realizarse por la vía procesal y ante la autoridad que corresponda”. En otras palabras, que si el Comité quiere apelar, que lo haga ante el Tribunal de Conducta.
“El criterio expuesto –afirmó- ha sido ratificado por unanimidad de los miembros de la Mesa Ejecutiva del Congreso Partidario”.
La Carta Orgánica de la UCR establece en el inciso m del artículo 18 que el Congreso Provincial tiene la facultad de “entender en grado de apelación de las resoluciones del Tribunal de Conducta partidario”.
De todos modos, como el Comité no planteó realmente una apelación, el Congreso no encontró motivos para resolver sobre el fondo de la cuestión. La suspensión temporaria de la afiliación de Arduh, además, había sido dispuesta por el propio Tribunal de Conducta, por lo que habría una discusión legal si el Comité decide apelar una resolución de la cual no fue inicialmente parte.
Arduh
Ayer, Arduh cuestionó a los cuatro firmantes del Comité y señaló que “están llevando adelante una persecución sin precedentes, lo que me obliga a elevar todas las actuaciones ante el Comité Nacional para que resuelva”.
“Como lo expuse ante el Tribunal de Conducta, los legisladores tenemos como único límite los que imponen las leyes, y en el caso del partido, su ideario. Pero yo no fui jamás en contra de uno ni de otro, y la prueba más concreta es el comportamiento de otros correligionarios a nivel nacional frente al mismo proyecto, como Gustavo Valdés o Alfredo Cornejo, entre otros”, agregó.
Para Arduh, la UCR de Córdoba “se ha convertido en la guarida de algunos inescrupulosos que lo usan para acordar sus propios conchabos”.
“Una dirigencia obsecuente, que engorda el partido para rifarlo entre los mejores posicionados según las encuestas, no me representa. Y no soy el único al que están expulsando: somos muchos los que sentimos que lejos de fortalecer la UCR, la están loteando, al tirar por la ventana a los que no coincidimos en la manera cómo se conducen”, acusó.