Previa a las PASO: ¿hay un deja vú del 2013?

A tres meses de las PASO, la Bolsa de Comercio de Córdoba -a través de su Instituto de Investigaciones Económicas- señala que en gran medida el curso de la economía en el próximo año dependerá del resultado electoral, dado que, entre otras cosas, la decisión de acordar con el FMI pasaría por el Congreso. De los 127 escaños de diputados que se renuevan, el oficialismo necesita obtener 60 bancas para tener quórum propio y la oposición 74. En el Senado, en cambio será menos probable que puede revertirse el dominio del kirchnerismo.

Dependiendo del resultado electoral, dice el informe, se advierten entonces dos equilibrios políticos posibles para la economía. El equilibrio malo presupone la profundización de las distorsiones al punto de aumentar el riesgo de un ajuste explosivo y desordenado. El bueno, en cambio, anticipa un ajuste racional tendiente a normalizar la economía.

“Más allá que las perspectivas económicas serán muy distintas en los dos escenarios, en cualquiera de ellos, el año próximo seguirá complicado para la economía argentina -agrega-. Los datos sugieren que estamos en un déjà vu económico, queda abierta la pregunta si será un déjà vu electoral, y si esta vez la derrota del oficialismo logrará frenar sus avances, nocivos para la economía del país”.

El reporte plantea que aunque hay similitudes entre 2013 y este año, la crisis económica y la vulnerabilidad es “muy superior”.

Hace ocho años, a medida que se aceraban las elecciones de medio término se acentuaba la pérdida de reservas para mantener las distorsiones mencionadas.  En efecto, entre fines de mayo y de octubre de ese año se perdieron más de 3.500 millones de dólares de reservas. Luego, aún con la derrota del oficialismo, que no fue suficiente para perder su mayoría en el Congreso, no hubo un cambio en la estrategia del gobierno y se siguieron profundizando las distorsiones y la pérdida de reservas.

El subsidio a la energía eléctrica llegó a representar el 85,6% del costo de generación de energía eléctrica y las reservas se redujeron en 16.000 millones de dólares más hasta el cambio de gobierno de fines de 2015, pasando a terreno negativo.

Volviendo a la mayor fragilidad de las reservas actual, aún con el aire que dan los ingresos extras del agro, el país tiene compromisos importantes con el FMI en 2022, de más de 18.000 millones de dólares, imposibles de pagar con el nivel de reservas actuales. Esto conduce a dos caminos; o cambiar el rumbo económico adoptando reformas que normalicen la economía, o entrar en situación de retraso de pagos con el FMI y continuar profundizando las distorsiones.

Los autores del informe señalan que el pulso de la economía real impacta en el sentir y las preferencias electorales de la población: en la previa a las elecciones de 2013 la economía y los salarios reales estuvieron estancados respecto a inicios de 2012, aunque hubo un leve repunte del salario real desde abril a julio de 2013 que luego fue diluyéndose.

En cambio, la situación económica actual es “mucho peor”; la economía se encuentra en una fuerte recesión y el salario real promedio es 6,4% inferior al de inicios de 2020. Por su parte, la fuerte aceleración inflacionaria acumulada en los primeros meses del año anticipa que los salarios reales continuarán deprimidos.

En relación al poder adquisitivo y la inflación, en los dos momentos del tiempo considerados la política económica estuvo marcada por fuertes y crecientes intervenciones del Estado en la economía para intentar frenar, sin éxito, la inflación.

Sí hay dos aspectos similares en ambos períodos son la represión cambiaria y el congelamiento de tarifas. Tanto en 2013 como en la actualidad, la brecha cambiaria se encuentra entre el 60 y 70%, mientras los subsidios energéticos cubren entre el 60 y 70% del costo de generación.

Como tanto la brecha cambiaria como la importación de energía a la que conduce el atraso tarifario termina sosteniéndose con el consumo de reservas, es que resulta relevante considerar la posición de reservas netas del Banco Central en ambos períodos; lo que se advierte aquí es que la situación es mucho peor hoy que hace ocho años. El déficit de reservas en relación a 2013 es de casi 14.000 millones de dólares, a pesar del impulso del agro en este año.