Por Felipe Osman
A cuatro meses de las elecciones de medio término, y con la hipótesis de unidad entre el peronismo de Córdoba el Frente de Todos cada vez más lejana por las diferencias con Balcarce 50 y el mal momento que atraviesa el Gobierno Nacional, el Centro Cívico sabe que la parada que se avecina no será nada sencilla, y sus principales operadores ya han puesto manos a la obra para preparar la campaña.
No se trata solo de compactar las fidelidades de sus dirigentes en el interior. También es necesario potenciar nuevas figuras en aquellos departamentos en los que intendentes, legisladores y demás referentes de peso han preferido alinearse con el albertismo y conformar mesas a través de las cuales zonificar la campaña para direccionar el discurso y las actividades proselitistas según el buqué del electorado.
Los objetivos ya han sido trazados y no son modestos. Hacemos por Córdoba buscará el segundo lugar en las Legislativas, con el doble beneficio de llevar a la primera dama provincial, Alejandra Vigo, a una banca en el Senado y sacar de ese escaño al actual senador nacional Carlos Caserio, que dio el portazo del oficialismo provincial con rumbo al Frente de Todos cuando se cocinaba la campaña que devolvió al kirchnerismo -o a la conjunción de éste con el massimo y el albertismo, si así se prefiere- a la Casa Rosada.
Para lograrlo, los armadores del Centro Cívico entienden como fundamental conseguir tres objetivos intermedios: el primero, potenciar la figura de Vigo en el interior. La diputada nacional goza de un gran conocimiento en la Capital, donde controla los hilos del PJ. Pero ahora será necesario trasponer esas fronteras.
El segundo, conseguir que el campo acompañe. No será fácil, advierten, pero para lograr el segundo puesto Hacemos por Córdoba necesita que al menos una parte del agro lo respalde, aún a sabiendas de que Juntos por el Cambio seguramente conseguirá una porción mayoritaria de ese voto.
Finalmente hay un objetivo un tanto más simbólico que estrictamente numérico: derrotar al caserismo en el departamento Punilla, donde el senador nacional juega de local y acumula el respaldo de un buen número de dirigentes que migraron con él hacia el Frente de Todos.
El gobernador y sus principales alfiles ya trabajan desde hace meses en potenciar nuevas figuras en los departamentos en los que buena parte de sus dirigentes rompieron filas para sumarse al oficialismo nacional. Sumado a esto, las declaraciones y trascendidos que imaginan al mandatario provincial como probable líder de un proyecto nacional tienen un objetivo claro: contener a intendentes y jefes comunales para evitar nuevas deserciones y poner en valor el rol que Juan Schiaretti jugará en la sucesión del peronismo provincial para alinear a la tropa.
El paso siguiente sería conformar ocho mesas de campaña destinadas a conducir las actividades proselitistas en capital e interior. Una, con injerencia en todo el sur provincial, tendría entre sus principales referentes a Carlos Gutiérrez, líder del bloque Córdoba Federal en la Cámara de Diputados, al intendente de Rio Cuarto Juan Manuel Llamosas, al ministro de Agricultura Sergio Busso, a su par de Justicia Julián López, y probablemente al delasotista Edgar Bruno, intendente de Canals que capitanea un grupo de jefes comunales de la región.
En el norte quienes coordinarían serían el presidente del PJ provincial, Oscar González, y Claudio Farías, intendente de Cruz del Eje.
En Colón, el segundo departamento más poblado de la provincia detrás de capital, asumirían las mayores responsabilidades los principales dirigentes del movimiento “Colón Merece Más”, entre ellos, el intendente de La Calera Facundo Rufeil, el edil de Mendiolaza Nicolás Martínez Dalke y el jefe comunal de Estación General Paz Carlos Borgobello.
También se menciona al intendente de Saldán Cayetano Canto. Es un departamento dificil ya que el caserismo cuenta con dos dirigentes de peso, el ex intendente de La Calera Rodrigo Rufeil y el legislador provincial Carlos Presas.
En Punilla, otro departamento clave, trabajarían en paralelo la mesa PJ y sus aliados dentro de Hacemos por Córdoba. El abanderado del PJ sería el intendente de Huerta Grande, Matías Montoto. Por otro lado también apuntalarán la boleta los principales referentes de los espacios que el oficialismo provincial sumó en 2019, el vecinalista Esteban Avilés, ex intendente de Carlos Paz y presidente de la Agencia Córdoba Turismo, y el actual intendente de Cosquín, el socialista Javier Musso.
En Santa María, los principales alfiles de El Panal en la mesa de campaña serían el ministro de Gobierno y ex intendente de Alta Gracia Facundo Torres Lima, a quien también se menciona como posible candidato en el tramo de Diputados, su hermano Marcos, actual intendente, y Carolina Basualdo, su par de Despeñaderos. La resistencia albertista en este departamento estará principalmente a cargo de Walter Saieg, ex secretario de Transporte, ex intendente de Alta Gracia y actual legislador departamental.
En el departamento San Justo la conformación de la mesa de campaña sería decidida por el intendente de Córdoba y ex intendente de San Francisco, Martín Llaryora, y por el vice gobernador Manuel Calvo, oriundo de Las Varillas.
En Capital, la campaña será conducida de manera colegiada por representantes del viguismo, el llaryorismo y el delasotismo. Finalmente habrá una última mesa para coordinar en el departamento General San Martín, donde el Frente de Todos cuenta con el intendente en uso de licencia de Villa María y actual secretario de Obras Públicas de la Nación Martín Gill, aunque no ha trascendido la integrarían.