Por Gabriel Marclé

Con la campaña de las PASO en marcha, Río Cuarto se convierte en una parada obligada para todo aquel dirigente con chances de integrar las listas. En la última semana se dio la visita del PRO y hasta la Coalición Cívica tuvo un breve paso; pero los movimientos más intensos llegaron del lado de la Unión Cívica Radical, partido que intenta armar su plantilla con los vestigios de la interna partidaria y que espera tierra fértil en el Imperio.
En ese marco, los dirigentes del sur piden la palabra y demandan ingresar en la toma de decisiones que repercutirán en las listas de las PASO. En Río Cuarto, como capital alterna y segunda ciudad más populosa de Córdoba, los radicales comienzan a vociferar sus demandas y esperan integrar un puesto alto de la estrategia electoral, aunque se enfrentan a la resistencia del centralismo capitalino y los “números puestos” del partido.
Más allá de las profundas diferencias que existen entre los grupos radicales del sur -algo que quedó a la vista durante la interna entre Sumar y Convergencia-, todos comparten una frase de cabecera que esperan logre hacer mella en las definiciones de la mesa provincial. “El sur también existe”, dicen. Todo indica que pretenden un mayor protagonismo en las próximas elecciones.
“Hay ganas, hay proyectos, hay juventud y movilización”, expresaba uno de los representantes partidarios del sur cordobés. De hecho, hay dirigentes que le plantearon a la mesa provincial que el proyecto de las PASO necesita de representantes que reivindiquen el rol pujante de la región. Son ellos los que piden que actores como los ex intendentes Benigno Antonio Rins y Juan Jure -legisladores de la JxC- se involucren y establezcan un nexo con la dirigencia provincial.
Sin embargo, por ahora, el llamado a participar solo es mencionado como una expresión de deseo que se topa una y otra vez con una realidad indisoluble: La distancia entre la región y el centro político de la capital sigue siendo mucha, por lo que las decisiones se toman en Córdoba. “Vienen de la capital para sacarse la foto, nada más”, reflexionaba un dirigente local en referencia a la visita de referentes cordobeses a comienzos de la semana.
Entre los marcados se encontraba Diego Mestre. El diputado se había reunido con el llamado “abrilismo” para dar fuerza al mestrismo en una ciudad donde ha perdido apoyo. Quizá se llegó a mencionar la posibilidad de entrar en el juego de las PASO y se pudo haber deslizado alguna promesa o incentivo de inclusión, pero una parte del radicalismo sigue definiendo los acercamientos como un truco de ilusionismo.
Proyección
“Si Gabriel Abrile se la hubiera jugado, hoy podría estar considerado entre los posibles candidatos”, señalaba un dirigente desde Córdoba, analizando el capital recolectado por el médico durante la última elección municipal riocuartense y su caída en el compromiso partidario luego de la interna de marzo, cuando se declaró prescindente. “Si no es él, no veo otro nombre potable”, expresaba tajante la misma fuente.
Por fuera de Negri, los Mestre, De Loredo y la corriente que proviene de La Docta, Río cuarto carece de representantes con el capital político necesario para estar entre los posibles diputados -descartada la lista del Senado- teniendo en cuenta que JxC espera una buena cantidad de votos. Pero a eso se suman otros escollos, como la falta de experiencia y proyección de los dirigentes del sur, algo que viene dificultando el ingreso a las listas Legislativas desde hace muchos años. “Ya era difícil cuando estábamos en el poder, imagínese ahora”, sugerían desde la UCR local.
Algún dirigente se anima a mencionar el nombre de Lucas Castro, quien sumo recorrido durante su paso por la Legislatura de Córdoba y en el último tiempo se mantuvo cerca de Rodrigo De Loredo. Sin embargo, parece no tener el peso político necesario para escalar de puesto y pasar al plano nacional. De la misma manera, otros de sus jóvenes correligionarios no han superado la escena local, por lo que el Congreso termina siendo una utopía.
Más allá de las dificultades, algunos impulsores de la inclusión sureña descartan que se trate de una batalla perdida y hasta se animan a pensar en intendentes de la región con chances de sumarse a las PASO. Uno de los que se menciona entre ellos es Oscar Saliba, actual intendente de Huinca Renancó, uno de los jefes comunales del interior -como Marcos Carasso, presidente de la mesa provincial- con mejor valoración en el partido. “Habrá que esperar hasta mayo para saber si hay chances de meter alguno”, aseguran.
Radicalismo duro y juventud
Antes de definir nombres y la posibilidad de incluir al sur en las listas, primero deberán definir si la UCR competirá por parte de Juntos por el Cambio o medirá fuerzas contra el PRO para declarar la hegemonía boina blanca en la primera línea opositora.
Uno de los que viene manifestándose en torno al futuro de la UCR es el legislador Juan Jure, ex intendente riocuartense, quien posa lejos del mestrismo y apoya un proyecto de base íntegramente radical. Su voz se ubica entre los que pretenden medir fuerzas con el PRO en las PASO y fortalecer el discurso partidario desde el recambio de nombres.
Jure, entre otros dirigentes, apuntan a la conformación de una lista de impronta renovadora. Entre las posibilidades de contar con un proyecto definido por la longevidad de Mario Negri o el desgastado capital político de Ramón Mestre, algunos no ven con malos ojos repartir el liderazgo de las listas entre Rodrigo de Loredo y Brenda Austin, a quienes apuestan para representar el sentido de recambio que una buena parte de la dirigencia radical está impulsando.