Viola reordena Participación Ciudadana (habrá altas y bajas)

Jorge Navarro dejará la Dirección General de los CPC y habrá cambios en al menos cinco Centros de Participación Comunal. Se anunciarían en las próximas semanas, junto a la inauguración de obradores que hagan realidad la desconcentración de las Áreas Operativas.

Por Felipe Osman
fosman@diarioalfil.com.ar

àreas operativasLa determinación de la gestión peronista de llevar adelante la desconcentración de las Áreas Operativas del municipio parece ser inversamente proporcional a la (nula) resistencia que el Suoem hasta el momento ha ofrecido para impedirlo.

Desde su llegada a la Secretaría de Participación Ciudadana, efímeramente subsumida dentro de Políticas Sociales tras la salida de Guillermo Marianacci, Juan Domingo Viola ha puesto manos a la obra para materializar uno de los objetivos centrales que Martín Llaryora se ha propuesto alcanzar durante su administración: profundizar el proyecto de descentralización iniciado décadas atrás por el radical Rubén Américo Martí. Y para lograrlo la hoja de ruta señala un primer paso irrenunciable. A saber, la desconcentración operativa de la ciudad.

Con ese norte, y más allá de la creación de distintas Unidades Ejecutoras y el constante empoderamiento del COyS y la Tamse, cuyas funciones no paran de ampliarse (recientemente el ex Esop sumó a su repertorio la desobstrucción de bocas de tormenta), desde el Palacio 6 de Julio han resuelto reordenar la Secretaría de Participación Ciudadana, y una de las primeras decisiones será cambiar al Director General de los CPC, puesto que hasta el momento viene desempeñando Jorge Navarro. Su renuncia estaría firmada desde el pasado lunes.

El principal candidato a hacerse con el cargo es Mario López Amaya, actual director del CPC Monseñor Pablo Cabrera, pero el delasotismo también pretende el puesto, en el que imagina a Bernardo Berbotto, director del CPC Puyrredón, y un sector del viguismo pugna por instalar en lugar a Carolina Martín, directora del CPC Chalet San Felipe.

Dos aclaraciones. La primera, la salida de Navarro de la Dirección General de los CPC no implica su salida de la gestión. El llaryorismo se ha auto impuesto una máxima a respetar durante el transcurso de su administración: no dejar heridos. Mucho menos en un año electoral. Tanto es así que el propio Marianacci tampoco quedó excluido de la gestión, sino que oficia como asesor en la Secretaría de Gobierno. Una suerte similar seguiría Navarro.

La segunda, el cambio de mando en la Dirección General de los CPC bien puede leerse como un acto de toma de poder dentro de la secretaría, desplazando Viola a un funcionario estrechamente vinculado con Miguel Siciliano, secretario de Gobierno, para ubicar en él a un propio.

Ahora bien, este no sería el único cambio dentro de Participación Ciudadana. Muy por el contario, la gestión peronista estudia hace meses llevar adelante modificaciones en las estructuras de mando de distintos CPC y la llegada de Viola, junto a la decisión de acelerar la inauguración de obradores en los Centros de Participación Comunal, habría catalizado estos cambios.

De hecho, la salida del ex presidente del bloque peronista en el Concejo Deliberante abre una vacante en el recinto que deberá ser ocupada por Pedro Altamira, director del CPC Argüello, y la salida de Navarro implicará la llegada a la Dirección General de los CPC de otro director, llámese López Amaya, Berbotto o Martín,con lo que al menos dos modificaciones serían ineludibles. Pero habrá más.

Según aseguran distintas fuentes municipales, habría cambios en las estructuras de mando (ya sea directores o sub directores) de los CPC Argüello, Centro América, Rancagua,Ruta 20,Villa El Libertador y San Vicente, y tanto estos como la llegada del nuevo Director General de los CPC se anunciarían junto con la inauguración de los nuevos obradores dispuestos para dar el puntapié inicial a la desconcentración operativa.

 

Rumor

Aún sin una confirmación oficial, diferentes fuentes refirieron a Alfil que circula en el peronismo de la capital el rumor de que uno de los cambios en estudio sería crear una nueva sub dirección en cada CPC, que estaría abocada exclusivamente a gerenciar la desconcentración operativa del municipio gestionando los obradores a inaugurarse en las inmediaciones de cada Centro de Participación Comunal.

Quienes desestiman estas versiones apuntan que el llaryorismo se ha propuesto lograr la reducción de la planta política y que no sumaría trece nuevos cargos de la noche a la mañana contrariando ese objetivo. Sin embargo la creación de estas sub direcciones daría al intendente la posibilidad de ubicar en cada CPC un dirigente puro de su espacio, ganando en poder territorial y, particularmente, en la pulseada que mantiene con el viguismo en ese apartado.