Oficialismo preocupado por empresariado crítico con Llamosas

El desempleo sigue generando efectos en el itinerario municipal. El intendente encomendó acercarse a los empresarios, sector que demuestra estar más identificado con JxC. La oposición hace su juego de cara a las legislativas.

Por Gabriel Marclé

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Gabriel Abriel y Juan Manuel Llamosas.

Continúan las repercusiones del posteo viral que puso en agenda el drama del desempleo. Desde dentro del Palacio de Mójica intentaban restarle importancia a la publicación, pero el hecho terminó impulsando algunas acciones que tuvieron lugar en las últimas horas. Es que la empresa local responsable de la publicación etiquetaba a la cuenta oficial del intendente Juan Manuel Llamosas, como si se tratara de un reclamo teledirigido por la falta de oportunidades laborales y la superpoblación de postulantes sin empleo.

“Estamos interesados en juntarnos con ellos, para ver qué necesitan y si podemos aportar algo. Queremos trabajar juntos así que seguramente en la semana nos estemos reuniendo con ellos”, anunciaba el funcionario municipal, confirmando un encuentro con los representantes de la firma que inició todo este embrollo. Así, el Ejecutivo pasó de no darle importancia al posteo a incluir el tema dentro de la agenda semanal.

Aunque todavía no se puede asegurar de qué manera trabajará la Municipalidad con esta empresa en particular, el reclamo se convirtió en algo más que un problema de coyuntura nacional. Fue tal vez la etiqueta a Llamosas lo que volvió esta cuestión algo personal, un tema que tocó de cerca a los funcionarios que se encuentran trabajando en producción, industria y empleo. Sin dudas, el posteo viral fue algo más que un llamado de atención.

La particular situación y la rápida puesta en marcha de canales de acción no toman por sorpresa a los seguidores del ida y vuelta político que involucra al oficialismo. De hecho, el año pasado fue un periodo que dejó sendas muestras del rumbo que intentaría tomar el intendente. Allí se encontró con un obstáculo que se fortalece aun más en el año de las legislativas: una parte del empresariado se ha declarado “anti-llamosista”.

Algún integrante de la mesa chica municipal llegó a reconocer que son más los empresarios dispuestos a soltarle la mano al intendente que a sostener su apoyo contra viento y marea. Esto quedó bien en claro durante el proceso previo a la elección municipal, donde Llamosas hizo todo lo posible para ganarse el aprecio de un sector que terminó dándole la espalda en las urnas. El centro, sector en el que se mueve el foco productivo del empresariado comercial, se convirtió en terreno hostil para el intendente.

Los antecedentes van convenciendo al oficialismo de que existe una buena parte de los empresarios que no comulgan con el proyecto del intendente y que, por el contrario, tenían mayor coincidencia con las propuestas de Gabriel Abrile, quien fue candidato a intendente de Juntos por Río Cuarto en las pasadas elecciones. Sin embargo, esto no tiene que ver exclusivamente con las características del escenario local, sino que responden a una lógica signada por las asociaciones políticas que se producen en estratos superiores.

Por esta razón, los integrantes del gabinete productivo y laboral del intendente consideran mejor no hablar de anti-Llamosas, sino de anti-peronismo y, más recientemente, anti kircherismo. La cercanía entre el jefe municipal y el presidente Alberto Fernández fue el combustible que alimentó el fuego de las divisiones que imperan en la sociedad, pero que se volvieron más notorias entre el sector comercial, industrial y agropecuario.

Claro está que en la ciudad existe una parte del sector que simpatiza con el peronismo pro-campo, tal como ocurre a nivel provincial entre el schiarettismo y el empresariado. Pero todo se complica cuando el núcleo duro K ingresa en la ecuación. Más recientemente, el reavivado conflicto con el campo surcó aún más la grieta.

En una ciudad donde la producción agropecuaria se convierte en la columna vertebral de la economía local, existe un efecto derrame que termina por afectar de la misma manera a los demás integrantes de esa cadena. Uno de ellos es el comercio, donde se van los sobrantes que escapan a las retenciones y se concentran en la economía local. Allí se descubriría el “detrás de escena” de la separación entre una parte del empresariado y la gestión Llamosas.

Hay espacios de la oposición que representan mejor la identidad del sector. De hecho, fueron los que se alinearon con el macrismo que en Río Cuarto dominó la escena empresaria. Muchos todavía recuerdan aquel acto que el ex presidente Macri llevó a cabo en la ciudad, justo antes de perder las elecciones presidenciales. En ese día de lluvia, la plaza central se convirtió en el lugar que convocó a la mayor cantidad de pequeños y grandes comerciantes de la ciudad, quienes abandonaban sus locales para brindarle su apoyo a un presidente en retirada.

Es por eso que el proyecto de la oposición, compuesta por Abrile y la expresión local de JxC, parece lejos de concluir su camino. Son ellos los que, durante la campaña municipal de 2020 y la que se aproxima rumbo a las legislativas, tienen la capacidad de captar la atención de aquellos que se muestran inconformes con el camino elegido por el intendente peronista. No quedan dudas que, mientras puedan, tomarán el debate del desempleo para acrecentar su caudal político en un año electoral. Razones no les faltan.

Mientras tanto, la principal institución representante del sector comercial, industrial y de servicios ha declarado mantener una relación cercana y beneficiosa con el intendente. Sin embargo, también está integrada por representantes del sector más anti-peronista de la ciudad. “Hay mucha gente, incluso dentro del CECIS, que quiere algo diferente para la ciudad y el país”, manifestó un integrante de la alianza JxC en Río Cuarto, revelando que la derrota en las municipales no los alejó del camino rumbo a las legislativas.

Aunque parezca difícil, Llamosas se pondrá a trabajar duro para no perder la cuota de simpatía que recibe de sectores como el comercio, en donde logró una mejor relación con las agrupaciones gremiales que con los representantes de la patronal. El acercamiento a los comerciantes se convirtió en un eje primordial del primer trimestre de este año. El intendente mandó a sus hombres, entre ellos al empresario German Di Bella, para cumplir con esta tarea. Tal vez, entre pares, puedan zanjar la brecha.