De Llamosas a su equipo: Subordinación y esfuerzo

El intendente busca volver a convertirse en el comandante del gabinete. Advierte que algunos funcionarios priorizan la agenda propia antes que el objetivo central del grupo. La Provincia interviene para mantener el orden.

Por Gabriel Marclé

Gustavo Dova, Mauricio Dova y Julian Oberti desfilan. Leticia Paulizzi observa y Llamosas dirige.

“¡Aaaatención!”, retumba el grito en los pasillos del Palacio de Mojica. El tono del diálogo entre el intendente Juan Manuel Llamosas y sus funcionarios parece haber sufrido un cambio drástico tras los últimos revires de su gestión. La salida de una funcionaria, el descubrimiento de agendas autónomas y la dificultad por lograr un “trabajo en equipo” fueron algunos de los argumentos que lo llevaron a calzarse el traje de comandante, impostando una voz que se escuche fuerte y claro para que sus soldados respondan con eficacia a sus órdenes.
La disciplina y la subordinación son ingredientes necesarios de esta etapa, valiéndose de herramientas que ordenen el rumbo trazado. “El que se mueve no sale en la foto”, dice aquel viejo precepto de la política moderna, la voz de un líder a sus conducidos para calmar los ímpetus de poder. Es que Llamosas ha notado -y le hicieron notar- que entre sus líneas también se encuentran aquellos que buscan saltarse la agenda grupal para concentrarse en los intereses personales.
En palabras de un integrante del gabinete, algunos funcionarios del Ejecutivo “no funcionan como moléculas, sino que son átomos”. Recién arranca el segundo mandato y los intereses personales comienzan a imponerse al foco grupal. Más de una vez le advirtieron a Llamosas sobre esos nombres que iban detrás de las mismas cosas que él, pero por caminos diferentes. “Se compró un problema”, reflexionaba uno de los aliados del intendente que más se resistió a la vuelta de personajes de este tipo.
Sin duda, Mauricio Dova es uno de esos nombres. Cómo no van a seguirlo de cerca si hasta cuenta con militancia propia, una especie de séquito que empoderan al hoy tribuno de cuentas municipal. Pese a su rol en el gabinete principal, su lugar está lejos de ser el mismo que tenía cuando Llamosas asumió su primer mandato en 2016.
Por aquel entonces, Dova era “el amigo y confidente” del intendente, un segundo en comando que no supo manejar el poder que le concedieron. Más de un exabrupto y el coqueteo con acciones de riesgo legal lo fueron exiliando de la mesa chica. Ya fuera del gabinete, inició un plan de fortalecimiento para la eventual vuelta, esa que se concretó días atrás con su asunción en el tribunal.
Pero Dova no logró retornar trabajando en solitario, sino que logró conformar una cofradía que lidera junto a su hermano Gustavo, hoy subsecretario de Políticas Sociales. Un detalle no menor es que a ambos se los ve muy poco cerca del intendente, como si ya no integraran esa mesa que dirige los rumbos del Ejecutivo. Lucen una impronta propia que los destaca sobre el resto, algo que resulta negativo en términos de la unidad que busca Llamosas para su pelotón.
Claro está que lo mismo ocurrió con la situación de Leticia Paulizzi, funcionaria que abandonó la secretaría de Prevención tras solo doce días en el cargo. Fuentes cercanas al foco de conflicto cuentan que la referente de La Militante esperaba actuar con mayor autonomía después de haber asumido en un puesto que no era de su preferencia. Entre achicamientos de personal y proyectos que iban por fuera de la planificación central, Paulizzi habría recibido varios “no” que le revelaron un escaso marco de acción. Al no poder implementar su propia agenda, la funcionaria fue la primera en salirse de la fila. Tomó sus cosas y se fue, algo que resultó ciertamente favorable para un intendente que, aunque no quiera líos, también se libera de un elemento que podía causarle daño a su plan de Gobierno.
Para lo que viene, Llamosas no quiere un equipo monótono y falto de dinamismo. Pero, por lo menos, quiere que lo escuchen y lo tomen como quién es: El intendente de Río Cuarto. Sin embargo, es consciente de los procesos electorales que vendrán, de los movimientos y alianzas que se configuran por fuera de su alcance. Aunque le cueste aceptarlo, sabe que muchos están pensando en las internas que desembocarán en el próximo candidato del PJ, donde se conocerá quién aspirará a sucederlo en el cargo. Quiere subordinados, no rivales.
Además de la obediencia, el máximo esfuerzo es otro de los requisitos necesarios para ganarse el respeto de quien comanda. Las dificultades económicas obligan a que las acciones sigan el principio de austeridad, pero el intendente transmitió que esto no significará que no pueda hacerse nada. Habrá menos fondos o estos alcanzarán para lo justo, pero con una actividad de alta intensidad. Eso sí, con la mira puesta en el objetivo grupal.
La orden viene de arriba
El comandante Llamosas responde a un solo capitán y ese es el gobernador Juan Schiaretti. Aunque muchos pensaban que el Gobierno Nacional tendría influencia en el armado político de la gestión peronista, quien lleva la batuta es el mandatario cordobés. La palabra del presidente Alberto Fernández esta devaluándose, atento a una agenda que tiene a Río Cuarto lejos de las prioridades. En el Palacio de Mojica hay muchas dudas y las expectativas respecto a lograr una cercanía con Casa Rosada son cada vez más bajas. Brota el incumplimiento.
En Río Cuarto, el gobernador sigue siendo el líder y estratega. A partir de allí, la única preocupación de Llamosas pasa por hacer las cosas bien durante el tiempo que le quede en la Municipalidad, porque desde “El Panal” se están ocupado del resto.
En ese sentido, Schiaretti busca alinear las tropas y tampoco ve con buenos ojos que algunos funcionarios de Río Cuarto sigan una idea de juego propia. Comenzando a transitar el empedrado camino de la sucesión en el Ejecutivo provincial, el mandatario quiere mantener el control del proceso sin que se entrometan otras expresiones que operan por fuera del schiarettismo.
Si el PJ cordobés se ordena, el gobernador tendrá la posibilidad de hacer lo que De la Sota en 2016: Elegir al candidato en Río Cuarto para evitar la estresante y divisoria interna. Solo así Llamosas dejará de preocuparse por las agendas personales de algunos desatacados. Hasta entonces, procurará que sus soldados no rompan filas.

 

Reconocimiento a municipales que completaron sus estudios

La Municipalidad reconoció formalmente a los empleados municipales que culminaron sus estudios primarios y secundarios en la sede municipal del CENMA 24. Se trata de diez trabajadores estatales que formaron parte del Programa de Terminalidad Educativa.
La iniciativa forma parte de un trabajo articulado entre la Subsecretaría de Educación y la Coordinación de Recursos Humanos para brindar la oportunidad a trabajadores y sus familiares de continuar sus estudios en horario laboral.

“Con mucho esfuerzo y constancia materializaron un derecho fundamental para la vida, el derecho a la educación”, expresó durante el acto la Secretaria de Educación Mercedes Novaira, quien destacó que “si un empleado municipal tiene más herramientas de capacitación, va a ser cada día mejor”.