El cambio de conducción policial festejado por propios y extraños

El desplazamiento del Crio. My. Walter Huerta fue celebrado por los efectivos de la unidad departamental. La relación del jefe saliente ya no tenía retorno con sus subalternos. Gustavo Della Mea, la nueva máxima autoridad, es un policía de calle con mucho ascendiente con sus camaradas y además bien visto por las instituciones de Río Cuarto.

Por Guillermo Geremía
guillermogeremía@yahoo.com.ar

Crio. My. Walter Huerta
Jefe saliente Unidad Departamental

“Trabajar con él fue un suplicio”, admite un subalterno que transita a diario el segundo piso de la Jefatura de la Policía de la Provincia. En el histórico de la primera cuadra de la calle Belgrano se festejó como un gol de triunfo en tiempo suplementario el anuncio de que el Mayor Walter Huerta dejaba de ser el “1”. Y el abrazo de gol fue más sentido cuando se enteraron que el Crio. Inspector Gustavo Della Mea, hasta ayer Jefe de Investigaciones, asumía el cargo de mayor responsabilidad en las Departamentales del interior provincial.
La explicación de las esperadas modificaciones en la conducción policial de la capital alterna contrasta con lo que pasa adentro de la fuerza. “La modificación fue dispuesta por la Jefa de Policía y el Estado Mayor, creemos que el Comisario Mayor Huerta ha cumplido una correcta tarea al frente de la Departamental pero estos cambios de conducción son normales y habituales”, aseguró el Ministro de Seguridad Alfonso Mosquera en declaraciones a Alfil Río Cuarto.

El sigilo y el hermetismo con que se produjo la promoción de Della Mea es todo un símbolo del estilo y el paso que signo a los días de Huerta en Río Cuarto de donde no era oriundo. Desde que llegó en febrero de 2019 para reemplazar al Crio. My. Pedro Díaz, el jefe saliente impuso un estilo hermético de conducción no sólo hacia adentro sino también hacia afuera de la fuerza policial. “Es la primera vez desde que estoy en la policía que nadie lamenta el apartamiento de un jefe”, aseguró una mujer de la fuerza que sufría a diario los desplantes. Circula entre los uniformados que la Departamental parecía la “legión extranjera” por el estilo militar en la conducción que intento imponer el saliente jefe.

La tropa estaba cansada de sus conductas y en las últimas semanas se había roto la cadena de mandos. El episodio mayor lo protagonizó el joven oficial Diego Cabral que está a cargo de la Comisaria de Distrito Banda Norte. Huertas intentó reasignarlo en la Comisaría de Sampacho y el subalterno se negó a ser reasignado, al entender que se los degradaba en el destino que se le asignaba. Los jefes de áreas se negaron sistemáticamente a cumplir el mandato de perseguir con móviles policiales a quienes cometían infracciones o delitos menores en motocicletas. Los efectivos “con calle” saben que hay mayor riesgo en la persecución que en la misma falta que se buscaba imputar.

Si bien en el Ministerio niegan que la gota que colmó el vaso haya sido un episodio particular, la semana pasada se produjo un hecho en la localidad de Sampacho. Un confuso capítulo registrado por un celular y viralizado en las redes sociales en donde aparecía un policía reducido por un grupo de muchachos. El intendente aseguró que la imagen no era la de un efectivo reducido por civiles sino que había “algo detrás” y que le pedía al Jefe de la Departamental que saliera públicamente a explicarlo. Huerta primero se llamó a silencio, fiel a su estilo, y después le tiró la pelota al Poder Judicial para que explique lo sucedido. Todavía no se sabe que pasó en Sampacho.

Crio. Inspector Gustavo Della Mea
Nuevo Jefe Unidad Departamental

El carácter del desplazado jefe policial no solamente le jugaba una mala pasada en las relaciones con sus subalternos sino que también lo puso en tensión con entidades que están acostumbradas a un trato protocolar y de cercanía con el jefe de turno. Semanas atrás fue increpado por la vehemente presidenta del Círculo Vecinal. Un conflicto de orden barrial que derivó en una intervención policial puso cara a cara a Teresa Díaz con Walter Huertas. La mujer le reprochó que no haya ido en casi dos años de gestión a anoticiarse de los problemas de las asociaciones barriales. Díaz fue al encuentro con las fotografías que en el pasado se había tomado con los anteriores titulares de la Unidad Departamental.
Por casualidad o causalidad, el nuevo jefe tiene fluidas relaciones con el vecinalismo y en particular con Teresa Díaz. Gustavo Della Mea supo cumplir funciones en la Comisaría de Distrito de Banda Norte, una de cuyas asociaciones es presidida por la mujer fuerte de la dirigencia barrial. La nueva máxima autoridad de la policía en el Departamento Río Cuarto se lo reconoce por su cercanía con la sociedad. Además es oriundo de Las Acequias y conoce cada rincón del delito en Río Cuarto ya que es un experimentado policía de calle respetado y querido por sus camaradas. Della Mea al mismo momento que asumió debió resguardarse en luto en su familia. El día después de haber recibido la noticia de su ascenso falleció su octogenario padre. Había estado internado con Covid y luego del alta no pudo recuperarse plenamente por su edad y enfermedades preexistentes. El lunes comenzará a ejercer plenamente su nueva función.

“Los objetivos son claros, trabajar en el marco del plan provincial de seguridad ciudadana, hacer mucho incapié en la utilización de la tecnología con la que está provista la departamental Río Cuarto, mantener un contacto fluido con los intendentes e instituciones de la regional, consolidar la policía de proximidad, trabajar mancomunadamente con la FPA y con el Poder Judicial para atender los múltiples desafíos que impone el flagelo de la inseguridad”, aseguró Alfonso Mosquera. Todo lo que parece no haber hecho Huerta. El Ministro de Seguridad le marcó la cancha al debutante jefe.

Della Mea goza de una consideración como policía abierto a la comunidad y de integridad para desempeñar el cargo. Aunque tuvo participación en muchas investigaciones policiales que no llegaron a buen puerto y son parte de la pesada mochila con que carga la fuerza. Asumió el desafío de redisciplinar a una tropa que con Huerta estaba con el freno puesto. Al malhumor que generaba con los suyos, le sumó la falta de eficacia para controlar el delito. Un vector que para el reelecto Intendente Llamosas es prioridad de gestión pero también “talón de Aquiles”. Además de cambio de conducción, la policía de Córdoba en Río Cuarto necesita rediseñar sus estrategias territoriales para combatir el delito. Esa es materia pendiente de quienes gobiernan la provincia desde hace 20 años. Así son las cosas.d